Economía

Iglesias amaga con bloquear los Presupuestos

Funcionarios, alzas fiscales y regulación del alquiler, caballos de batalla para Podemos

Pablo Iglesias se planta en la recta final de las negociaciones que mantiene con sus socios de Gobierno para alcanzar un acuerdo sobre los Presupuestos Generales del Estado de 2021 que, en principio, la titular de Hacienda tiene previsto remitir al Consejo de Ministros para su aprobación antes de que concluya este mes. El pulso que mantiene el vicepresidente segundo con el equipo económico del presidente a costa de las primeras cuentas públicas que Sánchez conseguiría aprobar no es nuevo. Sin embargo, ahora que se acerca el sprint final de las negociaciones ha decidido pisar a fondo y apretar aún más las tuercas al jefe de Gabinete, conocedor como es de la preocupación reinante entre los miembros socialistas del Gobierno ante una eventual prórroga, por cuarta vez consecutiva, de los Presupuestos de 2018, los últimos del Ejecutivo popular.

Iglesias sabe que sus compañeros de viaje, los socialistas, están dispuesto a sacar adelante estas cuentas públicas «con quién sea y cómo sea», porque «nos jugamos mucho. Nos jugamos nuestra credibilidad y las ayudas de Europa», asegura a LA RAZÓN un colaborador del círculo más cercano de Sánchez. Por eso Podemos ha decidido aprovechar las circunstancias de fragilidad gubernamental para plantar cara y convertir en caballos de batalla cuestiones como la revalorización del salario de los funcionarios, la reforma fiscal con subidas a las rentas más altas –pero también a las más bajas con el alza de la imposición indirecta– y la regulación del precio del alquiler. Si no logra sus propósitos, amaga no sólo con retrasar la aprobación de «los imprescindibles» Presupuestos de 2021, sino con no dar su beneplácito a estas cuentas, que sentarán las bases para la salida de la recesión económica y la superación de la crisis sanitaria. Por eso la ministra de Hacienda, a la sazón portavoz del Gobierno, templó ayer gaitas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Montero templa gaitas y asegura que las cuentas incluirán partidas para la ley de vivienda

María Jesús Montero optó por hacer de la necesidad virtud y ver la botella medio llena en lugar de medio vacía. De ahí que prefiriera referirse a los puntos que le separan del acuerdo con Unidas Podemos como «flecos pendientes» en lugar de como escollos, que, en este momento, pueden convertirse en un auténtico torpedo en la línea de flotación de la negociación de las cuentas estatales de 2021. Es más, Montero anunció que el acuerdo «está prácticamente ultimado».

Con tono conciliador, aseguró que los Presupuestos incluirán partidas que reflejen el desarrollo de la futura ley de vivienda, que prepara José Luis Ábalos. De esta manera rectificó al ministro de Transportes, que un día antes descartó esta posibilidad y se mostró partidario de esperar a que se despejen todas las incertidumbres económicas antes de regular los precios del alquiler.

El Gobierno, dispuesto a aprobar los Presupuestos «con quién sea y cómo sea. Nos jugamos nuestra credibilidad»

Pero la portavoz no será la única que baje a la arena negociadora en un intento desesperado por alcanzar un acuerdo. Algunas fuentes consultadas no descartan una reunión entre Sánchez e Iglesias. De hecho, el Gobierno se dispone no sólo a cerrar un acuerdo en «esta decisiva semana» con su socio gubernamental, sino a redoblar sus esfuerzos negociadores y sus encuentros con el resto de grupos parlamentarios en busca de los respaldos suficientes que le permitan superar el trámite del Congreso de los Diputados y poder, así, estrenar cuentas en enero próximo.

En esta búsqueda del consenso, para los grupos que apoyaron la investidura de Sánchez también es crucial la inclusión en los Presupuestos de la limitación de los precios de los alquileres. Esta medida daría cobertura legal a la normativa aprobada en Cataluña, que está ahora mismo está recurrida. De ahí que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, considere «trascendental» y condición «sine qua non» la regulación de los precios de los alquileres para poder negociar los Presupuestos de 2021. Algo parecido a la cuestión de la vivienda sucede con el resto de la lista de exigencias de Podemos. En los últimos días se han intensificado las reuniones entre los equipos técnicos al manifestar importantes puntos de desencuentros entre las partes en lo que se refiere a materias sensibles e irrenunciables para Podemos, como la revisión al alza de los impuestos, la actualización del IPREM o la mejora del Ingreso Mínimo Vital en su tramitación parlamentaria. Estaba previsto que la semana pasada se culminasen las negociaciones y se terminaran de cerrar estos flecos, con el fin de presentar las cuentas antes del 15 de octubre.

Podemos avisa de que su presentación podría retrasarse si Hacienda no cede ante una subida del IRPF a las rentas de más de 200.000 euros anuales, a un alza de Patrimonio del 1% y del IPREM, indicador que se usa para calcular ayudas sociales, no inferior al 0,4%. Fuentes cercanas a Podemos explican a LA RAZÓN que existen varios desacuerdos en las negociaciones entre Montero y el secretario de Estado de Derechos Sociales, el podemita Nacho Álvarez. Hacienda plantea un alza del IRPF a los tramos de más de 300.000 euros, mientras que Podemos recuerda que el acuerdo de coalición señalaba una subida de dos puntos para las de más de 130.000 euros y de cuatro para las de más de 300.000 euros. El pacto también establecía que el tipo estatal sobre las rentas de capital subiera 4 puntos para las superiores a 140.000 euros. Tras semanas de negociación, Podemos está dispuesto a una subida del IRPF para las rentas de más de 200.000 euros, pero Hacienda sólo la vislumbra para las de un tramo mayor. «La pasada semana se envió a Bruselas el plan presupuestario con la parte fiscal en blanco», lamenta la formación morada.