Consumo
Black Friday: unas rebajas insostenibles y un suicidio para el pequeño comercio
Genera desconfianza en el consumidor, una reducción de los márgenes de ganancias y una contracción del consumo en las semanas previas
La guerra de descuentos genera desconfianza en el consumidor, una reducción de los márgenes de ganancias y una contracción del consumo en las semanas previas al Black Friday que no se verá compensada por una avalancha de compras. Así lo advierten las patronales del comercio, apenas unos días antes de que este viernes 27 de noviembre tenga lugar oficialmente el Black Friday.
El frenazo del consumo en las semanas previas al Black Friday a la espera de las mejores rebajas “siempre pasa, lo que ocurre es que este año está siendo más duro que cualquier otro, porque las ventas van un 42% por debajo que en 2019”, advierte Eduardo Zamácola, presidente de Acotex, la patronal del comercio textil. Los consumidores no compensarán esta contracción con un aumento de las compras durante este viernes de Black Friday. “No está habiendo una explosión de compras como otros años y con toda seguridad este Black Friday va a ser inferior al del año pasado”, apunta Carlos Moreno, portavoz de la Confederación Española de Comercio (CEC) en declaraciones a LA RAZÓN. Aunque hay y van a haber grandes promociones, “entre los confinamientos por rebrotes y que la gente no puede reunirse para hacer eventos, las compras de ropa no están siendo tan necesarias”, añade Zamácola.
Moreno corrobora que en el sector textil se está notando especialmente esta contracción de las compras. Una tendencia que “también se está dando en zonas concretas debido a las medidas restrictivas”, subraya. “Sin embargo, en otras categorías en las que llevamos con un Black Friday todo el mes de noviembre, como electrodomésticos, realmente no ha habido una contracción de compras”, más allá de la propia reducción del consumo debido a la crisis, explica el portavoz de CEC.
El comercio de proximidad, en desventaja
La escasa efectividad del Black Friday se ve agravada por sus aspectos negativos. El aumento de su duración, llegando a prolongarse durante tres semanas, es contraproducente. “El comercio de proximidad no puede competir contra un mes de rebajas. Especialmente un año en el que la situación general es muy complicada. Pero ni el pequeño ni el grande, es insostenible”, denuncia Carlos Moreno. Los principales motivos son que genera una desconfianza en el consumidor, ya que “no sabe cuándo y cómo comprar las mejores ofertas” y acaba creyendo que los descuentos son mentira, explica el portavoz de CEC. “Por parte de la distribución, los márgenes se están reduciendo y están por los suelos” para intentar luchar contra las constantes ofertas, añade. Esto impide al pequeño comercio competir con las grandes superficies.
Para incentivar realmente el consumo, el presidente de Acotex pide que se genere confianza en el consumidor, fomentando que el comercio es un sitio seguro, que haya exoneraciones de tasas, tributos e impuestos, así como “una bajada del IVA para que el consumidor se vea beneficiado. Por su parte, el portavoz de CEC recomienda a los comercios “no extender el Black Friday más allá de la semana concreta del Black Friday”. “Creemos que tres semanas de descuentos como están haciendo algunos operadores es un suicidio”, apostilla Moreno. Por ello, desde la Confederación Española de Comercio reivindican que se acabe con la montaña rusa permanente de ofertas que ha llegado con la liberalización de las rebajas y se recuperan las jornadas de rebajas reguladas.
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