Ayudas

Los fondos europeos, ¿un salvavidas insuficiente para España?

Los 70.000 millones de euros suponen apenas la mitad del déficit y de la nueva deuda generada el año pasado

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero (i), y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero (i), y la vicepresidenta económica, Nadia CalviñoJ.J. GuillénEFE

España, inmersa en una crisis económica sin precedentes, ha confiado su suerte y ha vinculado inexorablemente su futuro más inmediato y su salida del túnel a la llegada de los fondos europeos, que se esperan como maná caído del cielo que salve a los españoles de la destrucción de empleo y de las colas del hambre. El propio presidente del Gobierno los considera como una «gran oportunidad» que sólo sucede dos veces en un siglo. De ahí que la vicepresidenta económica brindara a final del año pasado por la recepción de los mismos en el primer trimestre de este año. Sin embargo, el plazo fijado ha pasado sin pena ni gloria. No sólo no se sabe aún cuándo comenzará a entrar en las arcas públicas españolas la ingente cantidad de capital procedente de Bruselas, sino que la pesada burocracia comunitaria amenaza con retrasar sine die la llegada de los 754.000 millones a repartir entre todos los Estados miembros para reactivar y transformar sus economías en la era postcovid-19.

De esta abultada cifra de fondos públicos, Italia y España, países que han sufrido con mayor rigor el tsunami llamado Covid-19, son los dos que mayores ayudas recibirán, en total 349.000 millones, lo que supone más del 46% del montante total. Es decir que de cada 100 euros que destine la Comisión Europea a la reactivación de Europa casi la mitad, 46 se invertirán en las economías del Sur. A Italia le corresponden 209.000 millones, de los que 82.000 millones serán en ayudas a fondo perdido y otros 137.000 millones vía créditos. Mientras a España le corresponden 140.000 millones, de los que 70.000 serán a fondo perdido y otra cuantía similar en créditos. El Gobierno ha decidido que en el período 2021-2023 gestionará los 70.000 millones de ayudas que no hay que devolver. Mientras, en una siguiente legislatura se decidirá si se usa los otros 70.000 millones de ayudas vía préstamos.

Pero antes de lanzarse a la carrera de la inversión hay que despejar una serie de incógnitas que cuestionan la puesta en marcha de estos fondos. La primera y, fundamental, ¿cuándo la Comisión Europea bendecirá los diferentes planes de recuperación de los Estados? ¿Qué efecto tendría un eventual retraso en el fallo del Tribunal Constitucional alemán sobre el plan de recuperación? ¿Cuándo comenzarán a llegar a España las ayudas? ¿Estos fondos conseguirán realmente reactivar la economía? ¿Peca de excesivo optimismo el Gabinete de Sánchez sobre sus beneficios?

Todos los Estados tienen que remitir a la Comisión sus respectivos planes de recuperación, que recogen las reformas estructurales necesarias solicitadas por Bruselas, antes del 30 de abril. En principio, este calendario no parece que sea un problema para España, que, aunque aún no ha cerrado definitivamente su plan, lo pacta con Bruselas desde octubre pasado. ¿Una vez la Comisión dé vía libre a estos programas empezará a llegar ya la ayuda europea a cada Estado? La realidad es que no. Previamente, el Constitucional alemán debe pronunciarse por el Plan de Recuperación de Bruselas. Sólo entonces, la Comisión podrá comenzar a endeudarse. ¿Y cuándo decidirá el TC alemán su fallo?

Fuentes gubernamentales consultadas por LA RAZÓN son optimistas sobre una sentencia a favor del plan de recuperación. «Lo que trasladan desde Alemania es tranquilidad», aseguran. Por tanto, los más optimistas fijan esta resolución judicial para junio próximo. En este contexto, hasta julio, como pronto, la UE no podrá comenzar a endeudarse. Así, las primeras partidas de ayudas entrarían en las arcas públicas españolas casi para después del verano. ¿Este retraso demorará la puesta en marcha de los proyectos de inversión en España? «No», según el Ministerio de Economía.

«Para eso se lleva hablando con la Comisión desde hace meses. Los objetivos son compartidos y los proyectos puestos ya en marcha encajan al 100% con las prioridades de la Comisión». Por eso «el dinero irá llegando casi según se utilice y lo que haya que gastar previamente lo anticipará el Estado con sus propios recursos», aseguran fuentes de Economía. Es decir, el Gobierno pondrá en marcha los proyectos sin esperar a Bruselas recurriendo a los 27.000 millones de anticipo de los fondos recogido en los Presupuestos de 2021, aunque de momento se halla en pañales la creación del registro de empresas, necesario para solicitar estos fondos. ¿Estos fondos realmente reactivarán la economía? Los 70.000 millones equivalen a algo más más de la mitad (el 57%) del déficit público español de 2020 y a algo menos (el 45%) de la nueva deuda generada el año pasado por nuestro país. Evidentemente tendrán su impacto en el PIB, que el Gobierno cuantifica en dos puntos porcentuales. Eso sí, el mismo dependerá del ritmo de llegada de la ayuda. Su retraso repercutirá invariablemente en el déficit y en la deuda.