Consumo
La inflación desata el fenómeno de la cheapflation en algunas empresas
La cesta de la compra supondrá para una familia media un incremento de más de 500 euros anuales
La escalada de precios de la energía, el encarecimiento de las materias primas, el aumento de costes e incluso el conflicto en Ucrania han sido factores determinantes que han desatado una inflación disparada, poniendo en jaque la situación económica del país, del tejido empresarial y de la sociedad en general.
En este sentido, en los últimos meses, los alimentos y productos diarios han sufrido un incremento significativo en sus costes, lo queha llevado a los consumidores a modificar sus hábitos de consumo, preocupados por la pérdida de poder adquisitivo a la que se enfrentan actualmente a causa de la inflación.
Tanto es así, que para una familia media, la cesta de la compra supondrá un incremento de más de 500 euros anuales, ya que las subidas de precio afectan al 84% de los productos analizados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Por tanto, dado que la sensibilidad de las familias al precio es muy alta, las cadenas de supermercados están llevando a cabo una serie de tácticas con el objetivo de camuflar esta subida de precio, incentivandoel consumo para poder mantener la demanda actual y así no lastrar las cuentas de resultados de las empresas.
Por su parte, los fabricantes además de incrementar los precios de venta finales, reducen algunos envases o que por el mismo coste, se incluye menos producto o se le quita peso a determinados alimentos o bebidas, lo que se conoce como reduflación.
Además de esta técnica, en España se está empezando a aplicar el fenómeno de la “cheapflation” (un término que une las palabras en inglés de ‘cheap’ (barato) e ‘inflation’ (inflación), el cual consiste en sustituir ciertos productos o alimentos por otros más baratos. En este sentido, se sacrifican las materias primas, por otras más baratas y de peor calidad, con el objetivo de aumentar las ventas en volumen y haciendo que los clientes puedan seguir consumiendo sus productos favoritos pese al incremento de precios.
Ejemplo de ello son los helados, los cuales pasan a llamarse “postres congelados”, dado que los productos lácteos que lo componían pasan a ser reemplazados por otros de relleno. Asimismo, en el caso de los productos de chocolate, estos pasan a ser llamados como “sabor a chocolate”, dado que este artículo ya no cumple con los requisitos establecidos para el contenido de chocolate, siendo reemplazado por aceite de palma o aromas artificiales.
No obstante, estos no son los únicos artículos que pueden sufrir cambios en sus materias primas, sino que el jamón cocido también puede entrar dentro de esta lista, ya que añaden una gran cantidad de aditivos para mejorar el calor, la textura o la conservación de la carne, así como productos de relleno como pueden ser agua, almidón o gelatina. Por tanto, al hacer uso de esta táctica, el porcentaje carne que puede contener el jamón cocido o el de pavo acaba siendo en algunos casos inferior al 90% o incluso menos.
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