Macroeconomía

Suma y sigue: la Airef suma hasta 14.000 millones más a la deuda pública por los intereses de financiación

La cuantía total hasta 2025 eleva ya el agujero del Estado en 34.000 millones de euros más

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina HerreroPedro Puente HoyosAgencia EFE

Nuevo aviso de navegantes de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) al Gobierno: el coste de los intereses de la deuda pública se habrá elevado en 2025 hasta 14.000 millones de euros más por el encarecimiento de la financiación, cifra que se sumaría a los 20.000 millones extras que ya actualizó en su último informe, por lo que sería de 34.000 millones la desviación acumulada en el trienio. Esta estimación se basa en una previsión de aumento de tres décimas del tipo implícito de la deuda, hasta el 2,3%, y de cuatro décimas de PIB de la carga financiera, hasta el 2,4%.

Lo ha dicho la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, durante su intervención en el curso “Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación” organizado por la APIE, en el que ha vuelto a dar un toque de atención al Ejecutivo para alertarle sobre el incremento que va a sufrir España en el coste de la deuda en el periodo 2022-2025. Según afirmó, estos costes se elevarán entre “12.000 o 14.000 millones más” por el encarecimiento de los mercados internacionales de deuda, aunque deja abierta la puerta a que esta situación tenga un impacto más liviano a tenor de las decisiones que pueda tomar el banco Central Europeo (BCE. “Todo dependerá de cómo de firmes sean las actuaciones del BCE en este instrumento antifragmentación que ha anunciado” y de los tiempos y la implantación de “la revisión de tipos”.

Herrero ha ido aún más allá al cuantificar en 65.000 millones la deuda vinculada a la inflación, ya que cada punto adicional elevaría en 700 millones el coste de los intereses de la deuda española sobre toda la cartera vinculada a la evolución de los precios, además de otras variables en las cuentas como las pensiones -1.500 millones más por cada punto, sobre una previsión del 8,8% en el IPC-, lo que dejaría la posición fiscal española en una situación “frágil” si no se toman medidas para reducir el déficit y dejaría muy tocada la recuperación económica precovid.

Así, aunque la inflación puede tenerun efecto favorable sobre el déficit, sobre el que ofrece una corrección a corto plazo al sumar 2.000 millones por cada punto, no tiene el mismo signo positivo en las pensiones, los sueldos, el ahorro, ya que el coste en intereses los perjudica a medio plazo. Si a esta situación se le suma un contexto internacional complicado, una situación geopolítica incierta y unas reglas fiscales en el aire, la posición del Gobierno se vuelve “más débil”, lo que puede marcar un camino de riesgo fiscal que puede provocar que sea más complicado “corregir la deuda” y aumente el déficit estructural, que ya ha aumentado en medio punto con respecto a antes de la crisis. Por ello, la Autoridad insiste en la “necesidad de contar con una estrategia fiscal a medio plazo”, porque en un entorno como el actual “la actuación de las administraciones públicas no puede añadir más incertidumbre”.

Según sus cálculos, para mantener la deuda en el 100% del PIB sería necesario reducir el saldo primario de déficit en una décima al año y para estabilizarla en el 80%, en 0,35 puntos al año. Por eso, recuerda que la Comisión Europea ya ha advertido a todos los socios -y especialmente a España- que deben volver a una política de control del gasto público corriente, que no debe estar por encima del crecimiento potencial de la economía, para que el déficit público cierre 2023 en el 2,7% del PIB, por debajo de la estimación de la propia institución (3,3%) y del Gobierno (3,9%).

Ahora mismo, la reducción del déficit prevista por el Gobierno se limita únicamente al aumento del crecimiento, propiciado por el fin de las restricciones impuestas durante la pandemia, situación que puede cambiar con la actual crisis económica propiciada por la guerra de Ucrania, por lo que el Gobierno prorrogará las medidas del plan anticrisis tres meses más.

Asimismo, la AIReF también advierte de que el Plan de Recuperación y los fondos europeos apuntan ya a que tendrán menor impacto de lol esperado en 2022, tanto por el retraso en su reparto y desarrollo como por el entorno “más complejo”, que producirá un desplazamiento de su aplicación “a los últimos años de vigencia del plan”, algo que aún no ha sido incorporado a su escenario central. A este escenario habría que sumar la incidencia negativa que va a tener la inflación, todavía sin control en todas las economías de mundo, pero especialmente en las europeas y, por tanto, en España.