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El miedo se apodera de los mercados

Las bolsas mundiales caen ante el temor a una desaceleración económica y la subida de tipos en EE UU. Las críticas de Trump a la FED lastran a Wall Street. El Ibex retrocece un 1,69% y ya ha perdido un 10,3% en lo que va de ejercicio.

El miedo se apodera de los mercados
El miedo se apodera de los mercadoslarazon

Las bolsas mundiales caen ante el temor a una desaceleración económica y la subida de tipos en EE UU. Las críticas de Trump a la FED lastran a Wall Street. El Ibex retrocece un 1,69% y ya ha perdido un 10,3% en lo que va de ejercicio.

Los mercados financieros tienen la piel tan fina que sin necesidad de que acontezca un hecho concreto pueden volverse del revés. El mero rumor resulta nocivo y el temor, fulminante. Eso, el temor a una ralentización de la economía y a las consecuencias de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, es lo que está sumiendo estos días a las bolsas mundiales en una espiral de desconfianza y ventas masivas a las que está ayudando, este sí, un hecho concreto: la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal americana (FED).

El miércoles, el presidente de EE UU, Donald Trump, aseguró que la FED «se ha vuelto loca» con este incremento del precio del dinero. Sus palabras hicieron cundir el pánico en Wall Street, que sufrió su mayor descenso desde febrero e inició un efecto dominó que siguió hasta ayer. De madrugada, el Nikkei japonés se hundió un 3,89%, derrumbe al que se unió el Hang Seng chino con una caída del 3,54%.

Cuando amaneció, Europa se sumó a la oleada de ventas mundiales y clausuró una jornada en la que todas las grandes plazas cerraron en rojo. Londres perdió un 1,94%; París, un 1,92%; Milán, un 1,84%, Fráncfort, un 1,48% y Madrid, un 1,69%, salvando a duras penas los 9.000 puntos.

Al selectivo español, Ibex 35, se le juntaron cuestiones lejanas como las de EE UU, otras de vecindad, como la tensión entre Italia y sus socios europeos por sus presupuestos; y asuntos domésticos como el acuerdo político para los Presupuestos de 2019 firmado por el PSOE y Podemos. El documento incluye una tasa Tobin que someterá a tributación al 0,2% las acciones emitidas en Esspaña de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros. Una medida que, como explica Sergio Ávila, de IG, probablemente hará que los inversores «busquen alternativas en las compañías pequeñas o fuera del mercado español». El acuerdo también contempla la posibilidad de recortar una serie de retribuciones que las eléctricas reciben por tecnologías como la hidraúlica o la nuclear. La amenaza le costó a las energéticas 3.400 millones en capitalización bursátil. Endesa se dejó el 4,49%; Acciona, el 4,36%; Naturgy, el 4,05%; Red Eléctrica, el 2,97%; Enagás, el 2,68%; e Iberdrola, el 2,29%. Sólo Grifols (0,64%), Cellnex (0,33%) y Meliá (0,21%) subieron.

Cuando las cosas andan revueltas en las bolsas, los inversores buscan los conocidos como valores refugio para depositar su dinero. Productos como el oro, el dólar o la renta fija de mejor calificación. Y, en esta ocasión, las cosas no son muy diferentes. Tras la subida de tipos de la FED, el bono a diez años estadounidense ofrece un interés que ronda el 3%, lo que le ha convertido en destino de muchas inversiones. El bono español no se cuenta, sin embargo, entre estos valores refugio y, en momentos de incertidumbre como el actual, se nota. La prima de riesgo, el diferencial entre el interés del bono español y el alemán, escaló cinco puntos básicos, hasta los 113, máximos desde finales de agosto. El tipo de la deuda nacional en el mercado secundario escalaba desde el 1,613% que marcó el miércoles hasta el 1,643%. Los seguros de impago de la deuda española («credit default swaps»), cantidad que hay que pagar para garantizar una inversión de diez millones de dólares, se encarecieron hasta 120.150 dólares, frente a los 116.010 dólares del día anterior.

A partir de hoy, las grandes empresas americanas empezarán a publicar sus resultados, lo que podría constituir un revulsivo para Wall Street, explica Felipe López-Galvez, de Self Bank.