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Javier Santacruz, experto financiero, sobre el mercado inmobiliario: “España necesita construir un millón de vivienda nueva”
Con una demanda disparada por el crecimiento demográfico y una oferta bajo mínimos, España se enfrenta al reto de construir un millón de viviendas para evitar que el acceso a una casa se vuelva imposible para jóvenes y familias

La solución a la tensión creciente del mercado inmobiliario español tiene una cifra, y es contundente: hace falta construir un millón de viviendas nuevas. Este es el veredicto del experto financiero Javier Santacruz, quien pone sobre la mesa la verdadera dimensión del problema que ahoga las aspiraciones de miles de ciudadanos, desde jóvenes que intentan emanciparse hasta familias que ven la compra de una casa como una quimera. No es una cuestión de retoques, sino de una intervención de gran envergadura.
De hecho, la realidad de la construcción en España está a años luz de poder cubrir el déficit actual. Hoy por hoy, se aprueba la construcción de entre 120.000 y 130.000 inmuebles al año, un dato que resulta casi anecdótico si se compara con las más de 600.000 viviendas que se llegaron a autorizar a mediados de la década de los 2000. A este ritmo de construcción claramente insuficiente se suma, además, una notable lentitud en la entrega de las promociones ya finalizadas, lo que agrava todavía más el desequilibrio entre oferta y demanda.
Asimismo, las proyecciones a futuro dibujan un escenario aún más complejo. Las estimaciones demográficas prevén para los próximos quince años un notable crecimiento poblacional que superará los cinco millones de personas en España. Este aumento de habitantes se traducirá, lógicamente, en una mayor necesidad de hogares que el sector, con su cadencia actual, será incapaz de absorber.
El alquiler, un mercado estrangulado por la desconfianza
Por otro lado, el mercado del arrendamiento no ofrece ninguna alternativa viable. Cada vez más propietarios optan por retirar sus pisos de la oferta tradicional ante lo que perciben como una creciente inseguridad jurídica. Esta contracción del parque de viviendas disponibles dispara los precios y cierra la puerta a quienes no pueden acceder a una hipoteca, golpeando con especial dureza a la juventud.
En este sentido, los expertos apuntan a un doble camino para desatascar la situación. Se considera urgente reformar la ley de alquileres para devolver la confianza a los arrendadores y movilizar así el gran volumen de viviendas vacías. Al mismo tiempo, se insiste en la necesidad de simplificar la enrevesada normativa urbanística, un laberinto burocrático que frena y encarece la promoción de nuevos proyectos residenciales, perpetuando un problema que exige agilidad y soluciones reales.
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