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Carlos Medrano, economista, habla del “analfabetismo financiero”: “Se compra todo con intereses”
Desde el colegio hasta el hogar, España suspende en educación financiera, una carencia que un experto no duda en calificar de "analfabetismo" y que alimenta una peligrosa cultura de endeudamiento generalizado

España vive en una cultura del crédito que ha normalizado la deuda como una herramienta cotidiana para el consumo. Esta realidad, que se cuece a fuego lento en la sociedad, esconde una carencia de base que el economista Carlos Medrano resume de forma tajante con una frase que es, en sí misma, un diagnóstico: "Se compra todo con intereses". Se trata de una frase que encapsula a la perfección una peligrosa cultura del endeudamiento, donde la gratificación inmediata se impone a cualquier atisbo de planificación financiera a largo plazo.
De hecho, esta tendencia se alimenta de un profundo desconocimiento de conceptos económicos básicos que son cruciales para el día a día. Nociones como la inflación o los tipos de interés, que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos, resultan ajenas para una gran parte de la población. Una ceguera económica que tiene consecuencias directas y que convierte a muchos en presas fáciles de productos financieros que no comprenden en su totalidad.
En el fondo, lo que revelan estas conductas es un problema estructural que Medrano no duda en calificar de "analfabetismo financiero". Esta dura afirmación encuentra un eco preocupante en los datos del último informe PISA. El estudio internacional sitúa a los jóvenes españoles por debajo de la media de la OCDE en competencia financiera, y lo que es aún más alarmante, desvela que solo un exiguo 5 % de los alumnos de nuestro país alcanza un nivel alto en esta materia.
Un problema forjado en el silencio familiar y la carencia escolar
Este vacío formativo empieza a gestarse en el hogar. El dinero sigue siendo un tabú en el ámbito doméstico, una conversación incómoda que se evita de forma sistemática. Las cifras lo confirman: apenas el 45 % de las familias en España aborda cuestiones económicas de manera habitual con sus hijos. Este silencio deja a las nuevas generaciones sin las herramientas más elementales para comprender el valor del ahorro, el riesgo de la deuda o los fundamentos de la inversión.
Por si fuera poco, el sistema educativo no consigue suplir esta carencia. Los datos del propio informe PISA señalan que el 40 % de los centros escolares reconoce su incapacidad para aplicar plenamente los planes de educación financiera. Una situación que, tal y como ha expuesto en Herrara en COPE, se explica en gran medida por la falta de profesores cualificados para impartir estos contenidos con solvencia. A esta dificultad se suma, además, la brecha socioeconómica, que agrava aún más las desigualdades de partida.
En última instancia, este conjunto de factores no solo afecta a la economía personal de miles de familias, sino que se convierte en una vulnerabilidad para todo el sistema. La falta de una base sólida en cultura financiera trasciende lo individual para perfilarse como un desafío colectivo de envergadura, comprometiendo la estabilidad económica del conjunto de la sociedad española.
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