Agricultura

Marruecos obtendrá una cosecha récord para envasar aceite de oliva

El país magrebí se ha convertido en el tercer exportador a nivel mundial

Imagen de archivo de aceite de oliva
Imagen de archivo de aceite de olivaLaRazón

La temporada oleícola de 2025 ha tenido un buen comienzo en Marruecos. Tras varios años marcados por la sequía, las abundantes lluvias de marzo y abril transformaron el paisaje agrícola marroquí. Estas lluvias, que llegaron en un momento crucial para el crecimiento de los olivos, han alimentado la esperanza de miles de productores de todo el país, según informa la revista Finances News Hebdo .

En varias regiones, como Al Haouz, Chichaoua, Sus y Chiadma, la cosecha ya ha comenzado. Más al norte, se espera que los olivares de Fez-Mequinez, Taounate y Taza sigan su ejemplo en las próximas semanas.

Los meses de octubre y noviembre serán decisivos para confirmar el impulso positivo que anuncian los primeros indicadores. "Muchos factores han contribuido a la mejora de la producción este año, en particular la distribución equilibrada de las precipitaciones y la continua expansión de las superficies dedicadas al cultivo del olivo", explica Rachid Benali, presidente de la Federación Interprofesional del Olivo de Marruecos (Interprolive).

Gracias a las iniciativas del Plan Marruecos Verde (PMV), la superficie oleícola ha superado los 1,1 millones de hectáreas, convirtiendo este cultivo en uno de los más emblemáticos del Reino. Actualmente, el sector representa el 65 % de la superficie arbórea nacional, un porcentaje considerable, según Finance News Hebdo.

Marruecos es actualmente el cuarto mayor productor de aceitunas y el tercer mayor exportador de aceite de oliva del mundo. En términos económicos, el sector genera 7.000 millones de dírhams (660 millones de euros) en ingresos, equivalentes a aproximadamente el 5% del PIB agrícola, y sustenta a más de 200.000 personas con 55 millones de jornadas laborales al año.

Para muchos agricultores, el olivo representa mucho más que un simple cultivo. Es un sustento económico. "El cultivo del olivo nos permite compensar las pérdidas de otras actividades, como los cereales o la ganadería", afirma Mohamed El Abdi, agricultor de Benslimane.

A pesar de esta mejora, la industria aún enfrenta un punto débil, señala el semanario: el procesamiento y la distribución del aceite de oliva. Los intermediarios siguen influyendo considerablemente en los precios, elevando el precio del litro de aceite a más de 100 dírhams en 2024, frente a la media habitual de 60 dírhams. Este aumento incluso ha obligado a Marruecos, por primera vez en su historia, a importar aceite de oliva para satisfacer la demanda local.

El objetivo es convertir a Marruecos no sólo en un gran productor, sino también en un actor de referencia en la calidad y sostenibilidad del aceite de oliva de aquí a 2030.