Industria ferroviaria

Talgo se jugará en una negociación directa con el Gobierno si gana el mayor pedido de trenes de Bulgaria

Las autoridades del país lanzan un nuevo proceso en el que hablarán directamente con la española y el gigante chino CRRC tras descartar las ofertas previas que habían hecho

Imagen del tren Talgo 250 híbrido que hace el recorrido Madrid-Galicia
Imagen del tren Talgo 250 híbrido que hace el recorrido Madrid-Galicialarazon

Talgo se jugará el mayor pedido de trenes de la historia de Bulgaria en una negociación directa con el Gobierno de este país. El Ministerio de Transportes búlgaro abrió a principios de año una nueva licitación por un valor estimado de 613,6 millones de euros para la adjudicación del contrato de adquisición y mantenimiento durante 15 años de veinte trenes eléctricos de un solo piso después de cancelar otro proceso previo que había lanzado en septiembre, según consta en la web de contratación pública búlgara.

Ahora, la adjudicación se hará mediante negociación directa con los posibles postores. Elministro de Transporte búlgaro, Georgi Gvozdeikov, ha asegurado a los medios de su país que el ministerio planeaba mantener negociaciones directas tanto con Talgo como con CRRC para mejorar las ofertas. Ambos compañías habían presentado sendas ofertas que han sido desestimadas. Según las autoridades búlgaras, la primera licitación fue cancelada porque tanto la propuesta del fabricante español como la del chino no cumplían los criterios técnicos estipulados en el anuncio de licitación y los participantes fueron excluidos de la participación. La oferta presentada por Talgo ascendía a 623 millones de euros y contemplaba el suministro de trenes con un mínimo de 383 asientos y una garantía de 36 meses. Su rival CRCC Qingdao había presentado una oferta sensiblemente inferior desde el punto de vista económico, de 310 millones de euros, para la entrega de trenes de 406 asientos y un período de garantía de 60 meses.

Precisamente, ayer, la Comisión Europea abrió una investigación en profundidad para determinar si los subsidios concedidos por Pekín a CRRC le permiten competir con una ventaja indebida en esta licitación. Se trata de la primera investigación bajo la nueva regulación de la UE sobre subsidios extranjeros, en vigor desde 2023 precisamente para controlar que estas ayudas públicas no permiten a firmas de terceros países competir de manera desleal por hacerse con contratos públicos europeos, tras varias adquisiciones controvertidas por parte de China en los últimos años. Según el nuevo Reglamento de Subsidios Extranjeros, las empresas están obligadas a notificar sus ofertas en licitaciones públicas en la UE cuando el valor del contrato exceda los 250 millones de euros y cuando la compañía haya recibido al menos 4 millones de euros en contribuciones financieras de al menos un país extracomunitario en los tres años previos a la licitación.

Mercados y OPA

Los mercados del este de Europa, así como las antiguas repúblicas soviéticas, se han convertido en muy importantes para Talgo. La compañía tiene presencia en Uzbekistán y Kazajistán. También está presente en mercado de Europa occidente como Dinamarca o Alemania, uno de los más importantes del continente. En Alemania, la compañía firmó el mayor de 2023 el mayor contrato de suministro de trenes de sus más de 80 años de historia: 56 nuevas unidades por un importe de unos 1.400 millones de euros. Un mes antes, la operadora ferroviaria estatal danesa, DSB (Danske Statsbaner), realizó también un pedido adicional al fabricante español para el suministro de ocho nuevos trenes intercity Talgo 230 por 184 millones de euros ampliando así el contrato que habían alcanzado en 2020 por un valor máximo de 500 millones de euros y en el que había encargado a Talgo otras ocho unidades.

Talgo está ahora mismo en el foco informativo por el interés mostrado por el consorcio húngaro Ganz-MaVag por adquirir la compañía. La firma magiar ha confirmado su interés en lanzar una OPA por el fabricante español. Sin embargo, la operación está supeditada a la postura que adopten los acreedores de la compañía española, ya que los cambios de control en una sociedad pueden implicar incluso la ejecución de los créditos suscritos.

Los contratos de financiación suscritos entre empresas y entidades financieras suelen incluir cláusulas de cambio de control que establecen una serie de salvaguardas para proteger a los acreedores. Entre estas salvaguardas acostumbra a figurar la exigencia de que las operaciones de cambio de control cuenten con el consentimiento expreso de los acreedores. En estas situaciones y, si no existe consentimiento expreso, los acreedores podrían llegar a ejecutar los créditos o, alternativamente, a forzar una refinanciación con nuevas condiciones y garantías adicionales. Ganz-MaVag remitió la semana pasada a la Comisión Nacional de los Mercados y Valores (CNMV) una información en la que afirmaba que no les han permitido condicionar la OPA "a la obtención del consentimiento de las entidades financiadoras por el cambio de control", lo que le obliga a negociar antes con los bancos.