Congreso de los Diputados

El PP llama a Marlaska “trituradora de la verdad”

Vox advierte al titular de Interior de que “no conseguirá hacer de la Guardia Civil una polícía de corte bolivariano como quiere Iglesias” y el ministro pide que dejen de erigirse como portavoces del Cuerpo

Sesión de control al Ejecutivo
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en la sesión de control al Gobierno/ EFE/ BallesterosBallesterosEFE

Rifirrafe entre Vox y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la Guardia Civil e interpelación del PP por lo ocurrido durante la pandemia con los ceses en el Cuerpo.

El diputado de Vox, Ignacio Gil-Lázaro preguntó durante la sesión de control: ¿Considera que aún mantiene la confianza de la Guardia Civil?, después del cese del coronel Pérez de los Cobos y las dimisiones y cambios en la cúpula del Cuerpo.

Marlaska defendió que la Guardia Civil es tan leal a la democracia y a la legalidad que Franco quiso disolverla por no sumarse al golpe de Estado de 1936 que dio origen a la Guerra Civil. Defendió de esta manera los “principios de profesionalidad" del Instituto Armado y reprochó a Gil Lázaro el hecho de “insinuar” en el enunciado de su pregunta que la Benemérita tenga que otorgar confianza al Gobierno algo que consideró como “insultar” la trayectoria de 176 años del Cuerpo.

El titular de Interior destacó que la “lealtad con el Estado de derecho” de la Guardia Civil llevó a que Franco “quisiera disolverla” porque este Cuerpo “permaneció leal al poder democráticamente constituido”, en referencia al Gobierno de la Segunda República. El ministro añadió al respecto que los miembros de Vox se niegan a “condenar” a Franco cuando no dicen públicamente que le “admiran”.

Gil Lázaro arremetió contra Marlaska a quien acusó de haber “traicionado a la Guardia Civil e intentado humillarla” al querer ponerla al servicio del Gobierno. El diputado de Vox indicó que el cese de Pérez de los Cobos ha sido el inicio del intento de “asalto” del Ejecutivo a la Benemérita. Esos principios fundacionales son los que tratan de liquidar imponiendo la arbitrariedad y la sumisión” a los agentes, le espetó.

Destacó que, ese afán de control del Instituto Armado es algo que el gabinete de Pedro Sánchez está intentando con “otras instituciones del Estado”, y que obedece a una pretensión de “dinamitar el Estado de derecho y la separación de poderes como paso previo a liquidar la Constitución, abolir la Monarquía”. Por ello, recriminó al ministro del Interior su “conducta sectaria” dirigido a “iniciar un asalto a la Guardia Civil como paso previo para llevar a cabo un cambio de régimen, la crisis constituyente”, de la que recordó ya hizo mención en el paso pleno el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.

Gil Lázaro recordó las pretensiones del vicepresidente Pablo Iglesias de “desmilitarizar la Guardia Civil” y criticó que además se ejerza una “política sectaria de sanciones por participar en manifestaciones de sus derechos laborales o por hacerse un selfi con la diputada de Vox, Macarena Olona” quien la semana pasada reprochó a Marlaska su “odio” al Cuerpo, que dijo viene de hace años. No conseguirán hacer de la Guardia Civil una policía política de corte bolivariano como le gustaría a Iglesias”.

“Trituradora de la verdad”

La diputada del PP, Ana Belén Vázquez defendió una interpelación urgente contra el ministro del Interior a quien le espetó: “Es una trituradora de la verdad. Su divisa es la mentira”, en contraposición del lema de la Guardia Civil que tiene por divisa el honor. Vázquez aseguró que Grande Marlaska había “matado” al juez para sacar al ministro, todo por seguir en el cargo, le recriminó. La diputada del PP repasó las afrentas a la Guardia Civil desde el cese de Pérez de los Cobos, pasando por la persecución de bulos del general Santiago a la dimisión del DAO. Asimismo, la diputada del PP reprochó al ministro del Interior que haya mandado más refuerzos para proteger la casa de Galapagar del vicepresidente Iglesias que para combatir la violencia callejera en Cataluña donde a punto pudo costarle la vida a un agente de policía. Además, le recordó “encuentro clandestino” con la “torturadora” Delcy Rodríguez en Barajas un encuentro que destacó, estaba planeado por Zapatero.

Para Marlaska fue “decepcionante” la interpelación de doce minutos que tildó de “sectaria” y plagada de lo que denominó “anécdotas e infamias”. El ministro del Interior se defendió parapetándose de nuevo en que el PP se parece a la “ultraderecha” de Vox y le invitó a la reflexión y consideró que el interés de las políticas relacionadas con la Guardia Civil “son nulas” por parte del PP.

Grande Marlaska criticó que tanto PP como Vox se arroguen en portavoces de la Guardia Civil y espetó a ambos que “no tienen derecho a hablar en su nombre” y, como ministro del Interior, les pidió “que dejen de hacerlo”.

El PP anunció que presentará una reprobación contra Marlaska, lo que hizo que el titular de Interior se riera desde su bancada. “Yo también me reiré cuando llegue al Tribunal Supremo”, le espetó. Vázquez le retiró la felicitación que le hizo en su día como ministro porque, aseguró, “me ha decepcionado” y le volvió a pedir que deje el banco azul del Gobierno antes de ir al banquillo de un juzgado. “La verdad, a pesar de su ofuscación tiene que ser un principio moral en política y usted lo ha perdido. Su principal enemigo es usted, que además se reafirma en sus mentiras”. “Ha superado los límites del error y la mentira”. La diputada Vázquez volvió a insistirle en que “cuando ya no queda nada, solo hay una salida: dimitir”.

Marlaska insistió en el mantra de la “crispación” y se reiteró en sus explicaciones habituales.

Bronca por la firma de la interpelación

Hubo bronca porque la interpelación al ministro del Interior iba firmada por la portavoz del PP, Álvarez de Toledo y Grande-Marlaska consideró que ella era quien tenía que haberla defendido. Pero por alusiones el presidente del Congreso no le cedió la palabra a la portavoz popular que quiso dar una réplica. Fue Vázquez quien le recordó al ministro que la normativa del Congreso exige que todas las interpelaciones vayan firmadas por el portavoz de Grupo y le recriminó si con esa mención pretendía “humillar” a Álvarez de Toledo algo que le subrayó que en sus condiciones “ya ni puede”. Marlaska se defendió con que “normalmente” también van firmadas esas interpelaciones por quien la va a defender.