Pablo Casado
Entrevista a Pablo Casado: “No se puede pedir al PP apoyar unos Presupuestos de Podemos”
Defiende que el partido «siempre ha estado en el centro» y ante el cese de Álvarez de Toledo recuerda que «lo difícil no es invocar la libertad de cada uno, lo valiente es defender la de todos»
¿El PP apoyará en el Congreso la petición de una comunidad de que le dejen aplicar en su territorio el estado de alarma?
–La ley es clara y la solicitud de declaración del estado de alarma sólo le corresponde al Gobierno. Después de ser tan triunfalista y decir que habíamos derrotado al virus, Pedro Sánchez no puede parapetarse, esconderse en el burladero y escabullirse entre las comunidades para eludir su responsabilidad, que, según el artículo 14 de la Ley que aprobó en 2011 Zapatero, es en exclusiva de los Gobiernos estatales, es decir, del Ministerio de Sanidad.
–Cataluña es una de las comunidades más afectadas por los rebrotes, como Madrid. Si activaran ese mecanismo por necesidad sanitaria, ¿el PP votaría en contra?
–Me pregunto cómo utilizarían los independentistas el estado de alarma cuando han llegado a decir que estar en España ha causado muertos por la Covid. Esto es una muestra más de que la gestión de la pandemia, como pasa en todos los países del resto del mundo, se tiene que hacer de forma global, a nivel del Gobierno de la Nación, con una coordinación efectiva con las autonomías, en cuanto a competentes en gestión sanitaria y educativa, pero también en cuanto a ayuntamientos y diputaciones. Y también en su colaboración con los fondos europeos. La coordinación tiene que hacerla el Gobierno de España.
–Pero el PP ha criticado al Gobierno por la centralización excesiva y votaron en contra de la prórroga del estado de alarma. Parece contradictorio.
–El PP apoyó el estado de alarma cuando la situación se había desbordado porque el Gobierno ocultó las alertas internacionales y llegó a impulsar la convocatoria de las manifestaciones del 8 de marzo, pese a que ya había una situación de riesgo de contagio terrible. Tal y como supimos luego que habían advertido las propias alertas del Centro Nacional de Seguridad, la OMS y la UE. Pero es el último recurso, el estado de alarma es una excepcionalidad constitucional, que se ha evitado en los países que han hecho los deberes a tiempo. Incluso transcurridas las tres prórrogas que apoyamos, ya hubo un comunicado de la UE y de la Comisión Europea para que los países abandonaran la excepcionalidad de sus textos constitucionales y avanzaran hacia la legislación ordinaria. Yo reclamo que se actúe con la solución alemana, que es aplicar la legislación en vigor, con una coordinación muy buena con los Lander, con las regiones.
–¿España puede permitirse en estos momentos perder el tiempo en debates jurídicos o competenciales por luchas partidistas? Da la impresión de que todos están más preocupados por conseguir que el contrario cargue con la culpa que por ganar en eficiencia frente al virus.
–No hay tiempo que perder, estoy de acuerdo, por eso no entendemos que el Gobierno lleve cuatro meses sin abordar estos cambios legales, que, insisto, se podrían hacer en quince días.
–Posiblemente al ciudadano le da igual que se actúe con estado de alarma o legislación ordinaria. Lo que quiere es que se proteja mejor su salud.
–Bien, pero el Gobierno prometió unas reformas, incluso a otros partidos para que le apoyaran otras prórrogas ¿Por qué no las ha hecho? La respuesta es clara, su gestión se basa en ocultar la realidad, igual que mintieron con el Comité de Expertos y ocultaron las cifras de test y muertos. Esto es absolutamente inmoral.
–¿Por qué España ha perdido el verano en la lucha contra la pandemia?
–Sánchez cometió una gran irresponsabilidad cuando el 5 de julio dijo que había derrotado al virus, salgan ustedes a la calle y disfruten de la nueva normalidad.
–Pero la gestión de estos últimos meses la han hecho comunidades y ayuntamientos. Ya no había mando único.
–El autobombo, los aplausos y el triunfalismo dieron una falsa sensación de tranquilidad y relajaron las prevenciones, en especial de los más jóvenes. Esta segunda oleada es más dramática aún porque el Gobierno no ha aprendido de la primera, que fue ya letal. Incluso la ocultación de las imágenes del drama que vivimos, con 45.000 muertos y centenares de miles de contagiados de marzo a julio, hizo que la gente no haya sido consciente de la tragedia que vivíamos. Solo veíamos imágenes de Brasil, Reino Unido, Estados Unidos, pero aquí nadie ha visto lo que pasaba en las UCI ni el drama desgarrador de las familias. Hemos pasado del «salimos más fuertes», de esa propaganda falsa e irresponsable, a un Gobierno que se escabulle entre otras administraciones.
–¿Todo es culpa de Sánchez cuando los gobiernos autonómicos, también los del PP, han estado tomando decisiones y han reclamado para sí ese poder decisorio?
–Sánchez tiene legalmente las competencias para afrontar la lucha contra la pandemia y él mismo se ha arrogado ese poder total en sus comparecencias televisadas y en su propaganda. Ha llegado a decir que han salvado 400.000 vidas. Siguiendo ese razonamiento, ¿son los causantes de 45.000 muertos? Todo el mundo está diciendo que España es el país que peor ha gestionado esta pandemia y ahí están las cifras de contagios, de muertes y también de ruina económica producida.
–Este tono tan duro anima a pensar que no saldrá ningún acuerdo de la reunión de esta semana con el presidente.
–Yo llevo planteando acuerdos cinco meses. He tendido la mano para aprobar un pacto de Estado por la Sanidad, por el cuidado de los mayores, por la investigación y por la industria nacional. Un pacto que planteaba un stock de medicinas, que ya han incumplido porque no tenemos ni Remdesivir. Ni escuchan ni cumplen lo que pactan porque conseguimos incluir muchas de estas medidas en la Comisión de Reconstrucción, y en apenas un mes han incumplido lo pactado. Por tanto, esperamos que se llegue a acuerdos, pero, sobre todo, una vez que se firman, como es el caso del sanitario, esperamos que lo cumplan.
–¿Qué le planteará el miércoles a Sánchez?
–Todas las ofertas de pacto que venimos defendiendo. El pacto sanitario, por la recuperación económica, sobre el marco jurídico alternativo al estado de alarma y para una vuelta al colegio segura. Le pediré que de una vez por todas coja el toro por los cuernos y gestione bien esta pandemia, porque no se ha podido gestionar peor.
–Los PGE tendrán que ajustarse a las reglas de la UE para que nos liberen las ayudas que España necesita. Si es así, ¿por qué no pueden apoyarlos?
–Los Presupuestos son otro globo sonda del PSOE porque no conocemos una sola línea de su plan y porque la responsabilidad de un Gobierno es aprobar primero el anteproyecto de Ley de Presupuestos y luego intentar pactarlo. El problema del Gobierno es que ni siquiera todos sus ministros quieren aprobar los Presupuestos.
–¿No se sentarán ni a negociar?
–De tanto soltar señuelos se les ha pasado el plazo y no van a llegar a tiempo. Tienen que prorrogar los Presupuestos del PP una vez más porque no llegan a fin de año. No han aprobado el techo de gasto, no han aprobado la senda de déficit y no conocemos cuál es el plan de reformas que están obligados a mandar en octubre a la UE. Si nos atenemos a lo que otros años hicieron, ya hemos visto, y ahí están los informes del Banco de España, que no han cumplido ninguna de las recomendaciones de la UE.
–No ha contestado si se sentará al menos a negociarlos.
–¿Sánchez quiere sentarse a negociarlos con nosotros? El PP es la alternativa al Gobierno y unos Presupuestos son la ley básica de un Gobierno. Por tanto, insisto, Sánchez eligió libremente pactar con Podemos. Nosotros tenemos que ejercer nuestra alternativa, y llegar a acuerdos, en lo que haga falta, en Sanidad, Educación, política internacional, política de agua, despoblación, pensiones y, por supuesto, del marco jurídico para responder a la pandemia.
–Ante esta catástrofe, unos Presupuestos pactados con el principal partido de la oposición nos harían más fuertes en Bruselas. Eso no lo niega, ¿no?
–Aquí hay que hacer bien las cuentas, si Ciudadanos ya ha dicho que está dispuesto a negociar los Presupuestos con Podemos en el Gobierno, a Sánchez le salen las cuentas para aprobarlos porque a sus 155 escaños le suma 10, que son 165. Y con el PNV, Nueva Canaria, el PRC, Teruel Existe, Compromís o Más País tiene los votos necesarios para llegar a 176 escaños. Simplemente con los socios no independentistas, o batasunos, que le vienen apoyando estos dos años. Por tanto, no depende sólo del PP y no se puede pedir al PP que apoye unos Presupuestos de un Gobierno de Podemos, que está pidiendo la abdicación del Rey, que defiende la Nación independiente catalana, o al menos el derecho a decidir de los independentistas, y que está intentando blanquear a Bildu como un socio político homologado. Además de estar investigado por financiación ilegal. Por mucho menos que eso hicieron caer al Gobierno de Rajoy.
–¿Qué le parece que se diga que el relevo de Álvarez de Toledo centra más al PP?
–El PP siempre ha estado en el centro. Desde que soy presidente del partido, hace dos años, está en su nivel más centrado desde el año 95, según el propio CIS del Gobierno de Sánchez. Ahora bien, nuestra centralidad no está reñida con la defensa de la Constitución, la Monarquía, el Estado de Derecho, la libertad individual y la igualdad de oportunidades. Éstos fueron los cinco puntos con los que yo fui al Congreso. Y puede que la izquierda no los vea centrados, pero son los principios que más han hecho avanzar a España.
–¿Por qué perdió entonces su confianza en Álvarez de Toledo como portavoz?
–Nunca he revelado conversaciones privadas con nadie y mucho menos con una compañera.
–¿Aprueba que mantenga su escaño desde una posición crítica a la dirección del partido, como una alternativa ideológica?
–Ya dije en la Junta Directiva que el PP siempre será su casa y podrá contar conmigo.
–¿Pero Álvarez de Toledo es una alternativa ideológica a la actual dirección?
–Estoy en política para dar la batalla de las ideas. Desde mi primer discurso público, en 2008, hasta lo que estoy diciendo en esta entrevista. Las ideas de la libertad son las que han hecho avanzar la sociedad, aquí y en todas partes, ahora y siempre, y esa batalla de las ideas, de la guerra cultural, que yo siempre he dado, desde hace casi dos décadas, tenemos que aplicarla a las preocupaciones reales de la gente.
–Insisto porque ella presentó el cese como problema ideológico. Dijo que no respetaban su libertad de expresión y autonomía. ¿El portavoz puede tener autonomía?
–Yo he sido portavoz del PP varios años y siempre he sido fiel a mis principios y valores, de acuerdo con el partido al que representaba, y agradecido a quien confió en mí. Si no, no estaría en él ni hubiera optado a presidirlo. Ni hubiera recibido el apoyo de sus bases en primarias, que son a quienes me debo para llevar a cabo el programa con el que me presenté al Congreso y que luego fue actualizado en la Convención Nacional. Lo difícil no es invocar la libertad de cada uno y ponerla por delante. Lo valiente es defender la libertad de todos y ponerla por encima de todo.
–¿Le preocupa que la utilización por parte de Álvarez de Toledo y de sus «satélites» de este cese beneficie a Vox?
–Me ocupa ganar a Sánchez en las urnas y que la división del centro derecha no siga siendo su mejor salvavidas para seguir en La Moncloa con el Gobierno más radical que ha tenido la democracia española. Y por ello sostengo que es muy importante que el PP vuelva a ser la casa común del centro derecha, en la que caben demócrata-cristianos, conservadores, liberales, pero también socialdemócratas que están avergonzados por la deriva del Partido Socialista con los populistas de Podemos y los independentistas y batasunos.
–¿Puede apoyar la moción de censura de Vox si es para pedir elecciones?
–Ortega decía que los esfuerzos inútiles conducen a la melancolía. Para que prospere una moción contra Sánchez harían falta los votos de Torra y Otegi, y yo nunca pactaré con los que quieren romper España. Hay que dejar muy claro que solo hay una alternativa para ganar a Sánchez en las urnas y esa alternativa tiene que tener en cuenta que la ley electoral castiga la fragmentación del espacio electoral. Como se confirmó en noviembre, PP y Cs tuvimos menos escaños que Sánchez, con más votos.
–¿Abascal está reforzando a Sánchez?
–Aquí lo importante es el movimiento que señalan las encuestas a favor del PP. Hace dos años todo el mundo se preguntaba cuándo Ciudadanos daría el sorpasso al PP. Hace un año la gente se preguntaba cuándo lo haría Vox. Y ahora la pregunta es cuánto queda para que el PP adelante al PSOE. Ya estamos empatados técnicamente y en alguna encuesta les superamos en escaños. Por tanto, nosotros a lo nuestro, que es representar a la España tranquila, esa fuerza tranquila, esa España moderada, esa gran mayoría de españoles que se quieren unir para hacer cosas juntos, no contra nadie, pero que necesitan un proyecto sugestivo de vida en común. En términos de Ortega, que les represente y les una para defender España, fuera de esta lucha a garrotazos, esta política de trincheras que no va con el PP.
–¿Le siguen llamando empresarios pidiendo acuerdos?
–Quizás han llamado a pedir que se tomen medidas para que no seamos el país que peor se va a recuperar de la pandemia, como dicen la OCDE y el FMI.
–Su nuevo portavoz, el alcalde de Madrid, dice que no se puede salir de la crisis sin grandes pactos. ¿Lo comparte?
–Almeida es un ejemplo de cómo se debe gobernar en beneficio de todos y llegando a acuerdos con todos, porque a él se los han aceptado. A mí no. Lo mismo que ha hecho José Luis lo ha hecho Feijoó, Ayuso, Miras, Moreno, Mañueco, Vivas.
–El estilo de Almeida no es el de Ayuso. Ni dicen lo mismo sobre la gestión de Sánchez.
–Somos un partido nacional. Tenemos alcaldes tan veteranos como Paco de la Torre, o recién llegados, como Almeida, pero con el mismo libro de estilo del PP. Conjugar experiencia con renovación. Por eso en nuestros tres grupos parlamentarios hay ocho ex ministros y siete ex secretarios de estado, y veinte alcaldes, y cinco ex presidentes de diputación, y cinco ex presidentes de CCAA. Eso es el PP. Experiencia de gestión, que es compatible con que hayamos llegado personas más jóvenes, pero que tenemos la edad de Suárez, Aznar o González cuando asumieron el liderazgo de la oposición, para convertirse, años más tarde, en presidentes de Gobierno.
–No hay Gobierno que se salve de una dura crisis económica. ¿Esto es lo que cree que le va a pasar a Sánchez?
–Deseo lo mejor para España. ¡Ojalá el Gobierno lo hiciera bien! Pero me temo que está incapacitado porque no supo gestionar la bonanza de los dos últimos años, y no lo sabe hacer ahora que pintan bastos. Nosotros sí sabemos hacerlo. No hay más que ver a nuestro equipo económico, hay ex ministros, ex secretarios de estado y catedráticos que gestionaron situaciones complicadas.
–Sin embargo, ésta es una de las debilidades que se señala en el nuevo PP: la falta de fuertes referentes económicos.
–Tanto Daniel Lacalle como Elvira Rodríguez, que son los responsables a nivel del partido, saben de esto. Mario Garcés, José Manuel García Margallo y José Manuel Barreiro, en los tres grupos parlamentarios, saben de esto. Como inspectores de Hacienda, y catedrático, en el caso de José Manuel.
–¿Cree de verdad que el inicio del curso no es seguro?
–El inicio de curso tiene que ser seguro. Esta semana me he reunido con Alfonso Fernández Mañueco e Isabel Díaz Ayuso. La semana pasada, con Juanma Moreno y Fernando López Miras, y la que viene, con Alberto Núñez Feijoó, para apoyar sus planes de regreso al colegio. Lo que no puede haber es 17 vueltas al cole y la inseguridad de los padres de no saber con qué se van a encontrar nuestros hijos. La línea que hemos marcado es la adecuada.
–¿Pactará con Cs en Cataluña?
–Todavía no se han convocado las elecciones. La relación con Cs es muy buena y estamos muy contentos con los gobiernos de coalición autonómicos, provinciales y municipales. Cs tendrá que decidir qué posición de colaboración mantendrá con el PSOE y qué compatibilidad tiene esa posición con las ideas que defendemos en el PP.
–¿Su acercamiento al PSOE impide nuevos pactos?
–Es algo que tendremos que sentarnos a analizar cuando se convoquen las elecciones.
–¿Qué ha aprendido del resultado de las vascas?
–Me acordé de la frase de Víctor Hugo: «No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo». En el País Vasco, el PP es el dique de contención frente al nacionalismo.
–Pero la coalición con Cs fue un rotundo fracaso, el peor resultado histórico.
–Ayer mismo celebrábamos el aniversario del asesinato de nuestro concejal Manuel Indiano, que tenía una tienda de chucherías y al que acribillaron con 14 balazos los etarras. Ésa es la historia que vamos a reivindicar por más que nos digan que a la gente ya no le importa. Nosotros somos y venimos de eso, del sacrifico de 20 héroes de la libertad, compañeros del PP. ETA no mata, pero le siguen haciendo homenajes, y en la vecina comunidad de Navarra, en Alsasua, siguen agrediendo a los guardias civiles y diciendo que España tiene que irse de allí. Ése es un relato que tenemos que dar como homenaje y para que no exista la impunidad ni los beneficios ni acercamientos. Más de 50 ha hecho ya el Gobierno, pese a no haber colaboración efectiva para resolver los asesinatos que quedan impunes.
–¿Metería a Vox en su Gobierno para llegar a La Moncloa?
–Voy a los hechos. El PP no gobierna con Vox en ninguna autonomía ni provincia. Lo digo porque, a veces, la propaganda del PSOE, que sí gobierna con Podemos, Bildu y los independentistas en muchas autonomías y gobiernos, pretende despistar a la gente. El PSOE es el partido que pacta con radicales, y es el Gobierno del PSOE el que tiene ministros que se declaran orgullosamente comunistas o alcaldesas que defienden la autodeterminación de Cataluña.
–¿Pero formaría gobierno con Vox?
–Hemos establecido gobiernos con programas en los que defendemos nuestros principios y valores, y la eficacia en la gestión, que es para lo que la gente nos paga a los políticos. Cuando el PP ha gobernado en España se ha defendido la unidad nacional y la creación de empleo, y cuando ha gobernado el PSOE ha habido recesión, paro e insostenibilidad de los servicios públicos. El PP seguirá siendo la casa común del centro derecha y estoy convencido de que ganaremos las próximas elecciones, cuando sean.
✕
Accede a tu cuenta para comentar