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Narcotráfico

La juez propone archivar la causa contra seis militares por el alijo de cocaína en el “Juan Sebastián de Elcano”

Considera que “no existen indicios que sostengan su participación" en el “embarque y transporte” de los 127 kilos de droga en 2014

El buque escuela Elcano inicia su travesía marcada por la crisis sanitaria
El buque escuela de la Armada española "Juan Sebastián de Elcano"Román RíosEFE

La titular del Juzgado Togado Militar Territorial nº12 de Madrid considera que las pruebas practicadas en la investigación abierta a seis marinos tras el hallazgo de 127 kilogramos de cocaína en el buque-escuela “Juan Sebastián de Elcano” en 2014, no son suficientes para señalarles como responsables del delito, por lo que propone al Tribunal Militar Territorial Primero el sobreseimiento provisional de las actuaciones.

Así se desprende de un auto, adelantado por Europa Press y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, en el que la juez considera que “no existen indicios que sostengan la participación de los investigados en el presente procedimiento, ni de cualquier otro, en el embarque y transporte de dicha droga”, la cual fue descubierta escondida en el pañol de cables, ubicado dentro del pañol de contramaestre del buque.

En el escrito, la magistrada señala que se han llevado a cabo “cuantas diligencias se han estimado necesarias para determinar la naturaleza y circunstancias de los hechos”, por lo que “resulta indubitado que 127 kilos de cocaína fueron encontrados en un habitáculo” del “Elcano”, pero no ve indicios de la participación de los investigados.

El café, la tapadera

Eso sí, considera “como posible” que el embarque de la cocaína tuviera lugar mediante unas “cajas de cartón con el nombre ‘café’”, las cuales se habrían subido el 19 de abril de 2014 “desde una pick-up de color claro el último día de atraque del buque en Cartagena de Indias (Colombia)”. Sin embargo, apunta que en la documentación de este bergantín-goleta de la Armada no consta “que dicho embarque de café, presuntamente utilizado como tapadera, hubiera tenido lugar”.

Y va más allá al señalar que las pruebas testificales tampoco aportan “suficiente concreción” para establecer con seguridad “si dicha carga de cajas se produjo realmente, desde dónde, en qué circunstancias y en qué momento concreto”. Y es que algunas declaraciones hablan de horas diversas, de diferente personal, de diferentes portalones de embarque o simplemente no recuerdan “nada en absoluto de una carga de dichas características”.

Es más, considera “coherentes” las declaraciones de los investigados destinados en la despensa, que negaron que en su presencia se produjera ningún embarque de víveres el último día en Cartagena de Indias.

Por último, señala que “la droga podría haberse embarcado en otros puertos de atraque del Buque, mediante múltiples sistemas, entre otros, a través de mochilas y demás efectos personales de la dotación”, pues “la Guardia Militar no controlaba dichas cuestiones”.

Todo esto lleva a la juez a destacar que “no existen indicios de la participación en los hechos investigados del personal destinado en la despensa”. Durante las pesquisas también se tomó declaración al cocinero del buque como investigado por su “presunta presencia y control sobre ese embarque de cajas”. Sin embargo, varios testigos le situaron el citado día en el puerto con su mujer, por lo que “no se extrae indicio alguno de que tenga vinculación de ningún tipo con dicha droga”.

“Personal ajeno”

El auto explica que, si bien el acceso al lugar en el que se encontraron los 127 kilos de cocaína “no resulta sencillo”, “se ha puesto de manifiesto que no resulta de una dificultad elevada y que no había un estricto control sobre las llaves de acceso al pañol del contramaestre”, lo que abre “una clara probabilidad de que personal ajeno al mismo hubiera podido llevar a cabo el almacenamiento”, entre otros motivos porque en Cartagena de Indias el “Elcano” estuvo cuatro días y la mayoría de la tripulación tenía permisos para salir. Y hace un inciso para dudar sobre “si allí se embarcó la droga”.

Para concluir, la juez togada, en una especie de tirón de orejas a los investigadores policiales y judiciales, considera que el hallazgo de 127 kilos de cocaína en un buque militar, que además es escuela de marinos, “exigía un resultado que esclareciera lo acontecido y señalase, al menos indiciariamente a los responsables de un delito de dicha magnitud y repercusión”.

De ahí que destaque que no se puede procesar a unos militares “cuya única vinculación con la droga es estar destinados en el lugar específico del hallazgo sin que existan indicios racionales que permitan construir un relato de los hechos coherente, posible y apoyado de forma sólida en las diligencias practicadas”.

Por todo ello, solicita el sobreseimiento provisional de las actuaciones, algo que ya solicitó el 1 de junio de 2018 y que rechazó el Tribunal Militar Territorial Primero para que se llevaran a cabo una serie de pruebas solicitadas por el Ministerio Fiscal.