Prisiones
Interior traslada a la sanguinaria ex jefa de ETA “Anboto” a la cárcel de Álava
La que fuera miembro del comando Áraba tiene aún, al menos, seis juicios pendientes y no muestra arrepentimiento. También han acercado a cárceles próximas al País Vasco a tres etarras más entre ellos los asesinos de Tomás Caballero y Ernest Lluch
Nuevos traslados de etarras a cárceles próximas al País Vasco y Navarra. El Ministerio del Interior ha acercado a cuatro, todos ellos con delitos de sangre, lo que supone ya un total de 97 traslados con delitos de sangre -que se corresponde con 90 presos que tienen a sus espaldas 288 víctimas y 208 atentados, según los cálculos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo-
En esta ocasión, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha dispuesto el traslado de María Soledad Iparraguirre “Anboto” que cumplía prisión en el Centro Penitenciario Madrid I, por razones judiciales y en calidad de presa preventiva, y es trasladada a la cárcel de Álava.
La AVT destaca que, el traslado a una prisión propia del País Vasco de esta sanguinaria jefa de ETA -después de la cesión de las cárceles a esta comunidad-, “supone en las víctimas del terrorismo un sentimiento de humillación y tristeza difícil de explicar”. De hecho, no comprende cómo, una terrorista con su historial delictivo, y con varias causas aún pendientes con la justicia, en las que la AVT está personada como acusación popular, vaya a ser acercada con sus familiares y lo haga sin haber colaborado con la justicia y sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento, “algo que ya hemos podido comprobar en primera persona en nuestra asociación en sus últimos juicios”, apuntan.
Condenas
“Anboto” fue condenada a 39 años de cárcel por el asesinato en junio de 1985 del cartero de la localidad alavesa de Amurrio Estanislao Galíndez. También acumula la pena de 61 años de cárcel por ordenar dos acciones terroristas, una de ellas el atentado contra los policías Rafael Leiva y Domingo Durán que vigilaban la entrada de las oficinas del DNI en Bilbao el 13 de enero de 1995. Además, fue condenada a 11 años de prisión por el atentado perpetrado contra una entidad bancaria de Getxo en 1994. Y se le impuso la pena de 122 años de cárcel por ordenar y facilitar material para cometer otro atentado, el del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, perpetrado en 1995 en León.
Aún le quedan por lo menos 6 juicios pendientes.
En uno de los juicios, la exjefa de ETA se quejó de no tener ordenador en prisión y aseguró entonces que “ha sido duro acostumbrarse a escribir a mano”.
Asesinos de Lluch y Francisco Casanova
Instituciones penitenciarias también ha trasladado a cárceles cercanas al País Vasco a otros tres etarras más. En concreto se trata de José Ignacio Cruchaga Elezcano que pasa del Centro Penitenciario de Almería a la prisión de León. En 2002 la Audiencia Nacional le condenó a 54 años de prisión como responsable del asesinato de Juan Miguel Gervilla el 20 de diciembre del 2000 en Barcelona.
También en el 2002 fue condenado a 33 años de prisión como autor del asesinato de Ernest Lluch el 21 de noviembre del 2000 en Barcelona. Además, en el 2003 fue condenado a 34 años y 6 meses de prisión como autor del atentado que acabó con la vida de José Luis Ruiz Casado el 21 de septiembre del 2000 en Barcelona.
El etarra Alberto Viedma Morillas, condenado a 30 años de prisión por el asesinato de Tomás Caballero el 6 de mayo de 19998, pasa de la prisión de Almería a la de Topas en Salamanca. También fue condenado en 2004 a 30 años de prisión como autor del asesinato de Francisco Casanova el 9 de agosto del 2000 en Berriozar (Navarra). Viedma participó también en el intento de homicidio del subteniente del Ejército José Díez Pareja en la localidad navarra de Cizur Mayor en 2001.
Francisco Ruiz Romero, también condenado a 30 años por el asesinato de Tomás Caballero pasa de la prisión de Murcia a la de León.
“Ignorar a las víctimas”
Desde la Asociación de Víctimas alertan de que “este Gobierno pronto pasará a la historia como el que ha trasladado a todos y cada uno de los presos etarras de nuestras cárceles. Un dudoso reconocimiento que sí verán con buenos ojos sus socios de gobierno, esos que esta semana han criticado la apertura del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo porque consideran que “ignora y margina a una parte de las víctimas y pretende ser una ficha más para la construcción de un debate de parte y no inclusivo”. Además, recuerdan que aún EH Bildu sigue sin condenar los asesinatos de ETA mientras pretenden “tergiversar el verdadero relato del terrorismo, que no es otro que el de las víctimas”. Y, advierten de que no se puede equivocar el verdadero relato: “Hubo unos asesinos que pusieron las pistolas y unos inocentes que pusieron las nucas”.
La AVT se reunió el pasado miércoles con la Consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, un encuentro en el que le trasladaron sus inquietudes en materia penitenciaria tras la cesión de las competencias y donde el Gobierno Vasco les garantizó que no habría “trato de favor” para los etarras.
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