Transparencia
Sánchez: un viaje en Falcon cada cinco días
El presidente del Gobierno realizó 90 viajes entre enero de 2020 y mayo de 2021, 48 de ellos por España, según el Portal de Transparencia
90 viajes en Falcon desde el 1 de enero de 2020 al 31 de mayo de 2021. Al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, le gusta volar en esta aeronave oficial y la utiliza al menos una vez cada cinco días para desplazarse tanto por el territorio nacional como para viajar fuera de nuestras fronteras. Desde que tomó posesión como jefe del Ejecutivo dejó claro que usaría este medio público tantas veces como fuera necesario, sin importarle la huella ecológica y sin optar por otros transportes menos contaminantes tal y como el Gobierno recomienda en su Agenda 2050.
A través de una pregunta al Portal de Transparencia, LA RAZÓN ha tenido acceso al listado con los viajes realizados por Sánchez en aeronave oficial del Ministerio de Defensa (Falcon) durante el año de la pandemia y los primeros cinco meses de 2021 con indicación del destino, del número de vuelos que comporta cada viaje y de las fechas en las que se realizaron. En total, el presidente ha recorrido 73.905 kilómetros, generando una huella de carbono de más de 15 toneladas durante los mencionados 516 días, según los datos calculados por este medio a través la aplicación de la página www.ceroco2.org.
Esta información se solicitó al Portal de Transparencia el 8 de junio de 2021, no obstante, no ha sido hasta el pasado 9 de noviembre cuando la Secretaría General de la Presidencia ha enviado su respuesta, coincidiendo con la resolución de la Audiencia Nacional que obliga a facilitar estos datos tras las constantes negativas del Ejecutivo a facilitar esta información «por motivos de seguridad». El listado de los 90 vuelos arroja datos curiosos. El primero de ellos es la confirmación de que Sánchez no ha viajado a Marruecos en el primer año y medio de legislatura, poniendo fin, por lo tanto, a la tradición de visitar al vecino del sur en los primeros meses de Gobierno. Así, antes de que estallara la pandemia en marzo de 2020, el jefe del Ejecutivo realizó su primer viaje internacional a la ciudad suiza de Davos en enero para participar en este foro económico de carácter internacional. Viajó al país helvético tras visitar Murcia, Castellón y Málaga para solidarizarse con los vecinos tras las fuertes tormentas del año pasado. Además el presidente viajó en cinco ocasiones a Bruselas para participar en el Consejo Europeo y realizó otros diez viajes internacionales, entre los que figuran sus visitas a Berlín, Suecia y Países Bajos para conseguir apoyos de cara a la negociación de los fondos europeos Next Generation.
Respecto a su vuelos nacionales–48 en total– los hay de larga y corta distancia. Entre los primeros destaca Lanzarote a más de 2.000 kilómetros de distancia donde el presidente pasó sus vacaciones en 2020 con su familia. Según los datos de Transparencia entre el 5 y el 21 de agosto de 2020 Sánchez movilizó al menos cinco veces el Falcon, cuya hora de vuelo supera los 5.000 euros. Lo ha usado en motivos tan llamativos como cuando voló en él para inaugurar un tramo de AVE en Orihuela. Fue el 1 de febrero de este mismo año cuando el jefe del Ejecutivo voló hasta Alicante y sólo se subió al tren para realizar el último tramo, comportamiento por el que recibió grandes críticas.
No obstante, desde el inicio de su mandato Pedro Sánchez ha estado envuelto en polémicas relacionadas con el uso discrecional de los medios aéreos del Estado. El presidente, acompañado de su mujer, utilizó el Falcon para asistir a un concierto del Festival Internacional de Benicassim (Castellón). Y, con motivo de la boda de su cuñado, el presidente uso un helicóptero oficial para desplazarse a La Rioja.
El uso del Falcon por parte de Pedro Sánchez no sólo genera un importante coste económico a las arcas el Estado. También provoca una contaminación importante por las grandes emisiones de CO2 que expulsan sus motores. De hecho, un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente señala al avión como el medio de transporte más contaminante y que más efectos negativos provoca en el cambio climático. Las cifras no tienen en cuenta las emisiones de un jet privado como el Falcon del presidente, que al ser una aeronave de mucha menor ocupación que un vuelo comercial dispara la huella ecológica por pasajero. De hecho, el presidente se saltó su recomendación de la Agenda 2050 en la que propone suprimir los llamados vuelos cortos –trayectos aéreos que pueden completarse en tren en menos de dos horas y media– ya que usó el avión para viajar a Castellón y Valencia cuando ambos desplazamientos se pueden realizar en tren en menos de dos horas.
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