Análisis

Hacia el cambio de ciclo

La abstención es la principal causa del descenso de la izquierda

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, durante el 14 Congreso del PSIB-PSOE
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, durante el 14 Congreso del PSIB-PSOEAtienzaAgencia EFE

La evolución política de la autonomía valenciana ha ido, en buena parte, en paralelo con la nacional. El ciclo político inaugurado por Felipe González en 1982 y que perduró hasta 1996, tuvo su correspondencia en la Comunidad Valenciana, con la llegada a la Generalitat valenciana de Joan Lerma (PSOE) en 1983 y que se mantuvo hasta 1995.

En 1995 llega al poder el PP valenciano, anticipándose a la victoria de Aznar en las elecciones generales de 1996. Nuevamente, pero bajo la égida popular, España y la región valenciana caminaban de la mano.

Pero excepcionalmente entre 2004 y 2011, la llegada al gobierno nacional de Zapatero, no tuvo su repercusión electoral en la Comunidad Valenciana, que siguió confiando en los populares valencianos. Será a partir de 2015 cuando los socialistas valencianos de Ximo Puig recuperen el gobierno tras veinte años en poder de los populares (Zaplana, Olivas, Camps y Fabra). Al mismo tiempo en España comienza la caída electoral del PP en las elecciones generales de 2015 y 2016, que sin mayoría absoluta resistirá hasta la moción de censura de junio de 2018. El nuevo cambio de ciclo nacional que detectan las encuestas desde hace ya un semestre, en el que el PP ha superado al PSOE, y que la suma de las derechas españolas conseguiría una mayoría absoluta en escaños en el Congreso de los Diputados, se traslada también a la Comunidad Valenciana.

En la encuesta de NC Report para LA RAZÓN se constata que las derechas valencianas pasarían del 47,4% al 50,4% de los votos. Mientras que las izquierdas bajarían del 49,0% al 46,3%. En cuanto a escaños las derechas subirían de 47 a 49/51, y las izquierdas bajarían de 52 a 48/50. La mayoría absoluta en las Cortes Valencianas está fijada en 50 escaños, por lo que ambos bloques estarían muy igualados, con una ligera ventaja para el centro derecha que podría recuperar la Generalitat valenciana.

Los cambios registrados por la encuesta, muestran que desde abril de 2019 las derechas han avanzado tres puntos, al tiempo que las izquierdas retroceden 2,7 puntos.

La abstención es la principal causa del descenso de las izquierdas, más que el trasvase de votos a otros partidos. Por este concepto pierden 188.000 votantes; 67.000 el PSOE, 65.000 Unidas Podemos y 56.000 Compromís. Mientras que en las derechas la abstención es mucho más reducida, de 38.000 votantes el PP y 14.000 Vox. La excepción es Ciudadanos que pierde por la abstención 91.000 votantes.

En el campo de las derechas la principal causa de transferencia de votos es la migración de voto hacia otro partido del mismo bloque. En el caso de Ciudadanos el mayor porcentaje de votantes que cambian de opción se dirige hacia el PP; el 43,1% de los votantes naranja de 2019, 94.000 electores, votarían ahora al PP. En Vox el 7,4% de sus electores de 2019, 21.000 votantes, se pasan al PP. Y en el PP, es de destacar que marcha hacia Vox del 8,8% de su electorado, es decir, 45.000 votos. Por lo que es la abstención el principal motivo del descenso generalizado de los partidos de la izquierda, mientras que entre el centro derecha se produce un importante ajuste interno que permite a los populares crecer 10,2 puntos y a Vox otros 5,3 puntos, en parte por el descenso de Ciudadanos cuantificado en 12,5 puntos. De este modo el PP obtendría entre 11 y 12 escaños más, hasta llegar a los 30/31 y se convertiría en el primer partido en la autonomía al sorpasar al PSOE. Vox escalaría desde la quinta a la tercera posición incrementando sus escaños en 5 ó 6, totalizando 15/16. Mientras que Ciudadanos perdería 14 diputados, quedando con 4. Bajaría de la tercera posición a la sexta, siendo superado por Vox, Compromís y Unidas Podemos. En el terreno de las izquierdas los cambios, aunque negativos, son más suaves y homogéneos; el PSOE pierde 0,1 puntos y podría perder 1 escaño, mientras que UP retrocedería 0,9 puntos y perdería 1 diputado y Compromís descendería 1,7 puntos y se desprendería entre 1 y 2 parlamentarios.