Congreso

Sánchez aprueba los Presupuestos: pasaporte para agotar la legislatura

El Gobierno se apoya en la mayoría de la investidura para, una semana después de los previsto, dar el aval definitivo a las cuentas

Una semana después de lo previsto, el Gobierno aprueba sus segundos y quizá últimos presupuestos de la legislatura. Unas cuentas trascendentes porque servirán para vehicular la inyección de fondos europeos y garantizan a Pedro Sánchez el pasaporte para agotar el mandato. Una imagen de “normalidad democrática” y estabilidad que Moncloa quiere cultivar como contrapunto al contexto de incertidumbre que ha generado la pandemia.

Con la bancada azul casi al completo, el Ejecutivo buscó dar solemnidad a un pleno de trámite, de corta duración y paupérrima asistencia de sus señorías por el azote de la Covid entre los diputados, en el que únicamente se sometió a debate la enmienda que sorpresivamente quedó viva en el Senado la semana pasada y que forzó la “inocentada” de tener que dilatar la tramitación presupuestaria hasta el 28 de diciembre.

La enmienda que buscaba promover las lenguas cooficiales la presentó Compromís y logró varios apoyos inesperados. El del PP, que se encuentra inmerso en una campaña de promoción del castellano en Cataluña tras la polémica del colegio de Canet, y ERC que, si bien no es extraño que apoye este tipo de medidas, había pactado con el Gobierno garantizar la aprobación de las cuentas en el Senado el 21 de diciembre, tras cerrar los últimos flecos de la Ley Audiovisual. Este traspié en la Cámara alta obligó a retrasar a hoy el aval a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022.

No se esperaban nuevos contratiempos ya que tanto PSOE como Unidas Podemos habían garantizado con carácter previo que apoyarían el texto presentado por Compromís para defender las lenguas minoritarias. Sánchez consigue, por tanto, aprobar sus segundos Presupuestos de esta legislatura con la misma mayoría que le llevó a la Moncloa y que le ha sostenido durante estos dos años en el poder. La enmienda salió adelante con un amplio respaldo, en el que estaba incluido el PP: 282 votos a favor, 62 en contra y una abstención. El presidente del Gobierno intervino brevemente en el pleno para poner de relieve la “necesidad de los máximos consensos posibles”. Sánchez deseó feliz año a sus señorías, con el deseo de que los acuerdos laboral y presupuestario “sean el prólogo de los que vendrán en 2022″.

En el Ejecutivo son conscientes de que estas pueden ser las últimas cuentas que logre sacar adelante, porque anticipa que esta mayoría se irá resquebrajando una vez que se abra el ciclo electoral en 2022 y, sobre todo, de cara a la contienda municipal y autonómica de 2023 en la que los ahora aliados del Gobierno se convertirán en competidores directos en algunos territorios. En todo caso, el diseño de los actuales PGE permitirán seguir canalizando las futuras entradas de fondos de Bruselas.

La aprobación de los Presupuestos y de la reforma laboral da oxígeno a Moncloa y le permite vender gestión cuando están a punto de cumplir dos años de mandato. A partir de ahora, Sánchez tiene las riendas de la legislatura y la competencia exclusiva para hacerla saltar por los aires en el momento que considere más oportuno para sus intereses. No en vano, el presidente se aferró al boicot de ERC a las cuentas en 2019 para forzar un adelanto electoral tras la “foto de Colón” de la derecha. En paralelo transcurrirá la agenda legislativa, para la que el Ejecutivo seguirá necesitando a sus socios y, en este contexto, se irán dilucidando las futuras cesiones que los aliados consigan arrancar.