Examen

Belarra defenderá ante Podemos su “no” a las armas en un consejo acrítico

No tendrá que justificar su posición contraria a la del Gobierno y a la de Yolanda Díaz porque el partido ya no cuenta con líderes autonómicos ni corrientes críticas. La líder rebajará sus críticas tras la promesa con los ministros del PSOE de rebajar la tensión

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 9 de marzo de 2022
La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 9 de marzo de 2022Alberto OrtegaEuropa Press

Sin sorpresas y sin oposición interna. Ione Belarra no tendrá que justificarse ante los suyos por su oposición frontal durante estos días por el envío de armas a Ucrania. Podemos ha convocado para esta tarde a su Consejo Ciudadano Estatal -máximo órgano de decisión que emula al Comité Federal del PSOE- para valorar las consecuencias derivadas del conflicto bélico en Ucrania tras la invasión de Putin. Una cita en la que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, defenderá ante su Ejecutiva, secretarios o portavoces autonómicos y consejeros estatales, la posición que ha adoptado la dirección morada ante la guerra y que ha generado un terremoto político tanto en el Ejecutivo de coalición por su oposición a enviar armas a Ucrania a la par que ha acrecentado las grietas entre Unidas Podemos y Yolanda Díaz, que sí cerró filas con el presidente del Gobierno.

En los sectores de izquierda han cargado en estos días por el hecho de que Unidas Podemos se mantenga en el Ejecutivo a pesar de esta discrepancia que finalmente se ha zanjado -en falso- en el seno del Gobierno para evitar una ruptura. En el partido defienden que no hay incompatibilidad para mantener sus ministerios, a pesar de que los morados denuncien que Moncloa y la UE hayan “abandonado” las vías diplomáticas y apostado por la escalada bélica.

La secretaria general de Podemos hará un discurso en abierto ante este órgano en el que seguirá defendiendo la postura de Podemos ante el conflicto bélico, aunque se da por descontado que rebajará sus críticas hacia el Ejecutivo, después de haber “firmado la paz” con el PSOE en Moncloa. No volverá a comparar al PSOE con un “partido de la guerra” como hizo pasado domingo, motivo con el que recrudeció las tensiones con su socio. Tratará de aminorar la tensión existente en el grupo confederal donde varios sectores del espacio también se han situado con Díaz y con el PSOE, como es el caso de los comunes -dirigidos por Jaume Asens y que cuenta con el aval de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau- o de Izquierda Unida con Alberto Garzón a la cabeza. Pero sí seguirá defendiendo que esta decisión “no es eficaz” y mantendrá que hay que centrar los esfuerzos en la diplomacia y en un “acuerdo de paz”. “La comunidad internacional no está echando el resto para apostar por la diplomacia ni ha puesto todos los esfuerzos en una escalda bélica peligrosísima, que puede acabar muy mal”, llegó a defender hace una semana.

No se prevé que el cónclave morado pueda derivar en un nuevo quebradero de cabeza para la dirección morada. Y es que el Consejo Ciudadano Estatal está formado por un grupo de afines a la cúpula y apenas existe ya resistencia interna como sí hubo en su día cuando Iglesias lideraba el partido y todavía convivían diferentes sensibilidades, como la corriente liderada por Íñigo Errejón o la capitaneada por Teresa Rodríguez. Con la salida de los anticapitalistas, Podemos acabó casi al completo con la contestación interna en la formación. Solo quedaba Asturias, Cantabria o La Rioja como reductos críticos y ahora ya están liderados por direcciones autonómicas afines a la estatal. De hecho hasta siete secretarios autonómicos de Podemos forman parte de la Ejecutiva nacional morada, como es el caso de Pilar Garrido, líder de Podemos en País Vasco, Javier Sánchez Serna en Murcia, Pablo Fernández en Castilla y León, Sofía Castañón en Asturias o Jesús Santos en Madrid. El único líder regional que podría mostrarse más crítico sería el gallego Antón Gómez Reino, muy cercano a la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Dentro de la Ejecutiva morada tampoco existen rivalidades ni riesgos de que Belarra tenga que justificar sus pasos. Irene Montero es junto a su secretaria general, la dirigente que más ha visibilizado su negativa a la acción del Ejecutivo en la guerra. Llegó a pedir “diplomacia de precisión” o a jalear -en un principio- un 8-M por la paz. Los secretarios de Estado Nacho Álvarez y Ángela Rodríguez “Palm”, el portavoz Pablo Echenique, la secretaria de Organización Lilith Vestrynge o María Teresa Arévalo, entre otros, cuentan con la plena confianza de la líder morada.

En el cónclave se espera también que Belarra defienda la continuidad de Podemos en el Ejecutivo puesto que, como ya defendieron sus portavoces esta semana, “la tarea de Unidas Podemos en la coalición es fundamental”. Los morados tratan de sacar pecho de sus logros en el Gobierno para justificar que no deben irse. “De las mejores cosas que ha hecho el Gobierno de coalición son muchas políticas que hemos impulsado desde Unidas Podemos con fuerza”, en referencia a la subida del SMI, los ERTE, ley de Vivienda o las medidas del escudo social, entre otras. Se espera también, que los morados “pasen página” del conflicto que ha tambaleado a la coalición acrecentando sus críticas contra la Justicia por la decisión de la Fiscalía de archivar las causas pendientes del Rey Juan Carlos I.