Nc Report
Los ciudadanos reclaman unidad y bajar impuestos
Siete de cada diez ven la situación económica mala o muy mala y apuestan por el consenso y por reducir la presión fiscal para salir de la crisis
«Es la economía, estúpido». Es la célebre frase que se hizo famosa en la campaña electoral de 1992. Por aquel entonces, Bill Clinton se presentaba como candidato contra un George Bush que se encontraba en el apogeo de su popularidad gracias a grandes logros en política internacional como el fin de la Guerra Fría y la guerra del Golfo. Siguiendo el consejo de sus asesores, Clinton se centró en los asuntos internos y en el bolsillo de lo norteamericanos, una estrategia con la que, contra todo pronóstico, le arrebató la Casa Blanca al republicano. Salvando las diferencias, el segundo año de la pandemia presenta serias dudas entre los españoles sobre la recuperación económica del país. Pese a que 2022 estaba llamado a ser el año de la recuperación, la realidad es que el cuadro microeconómico presenta datos poco optimistas. A ello hay que añadir un panorama político poco halagüeño por las tensiones entre los dos principales partidos políticos así como por el pesimismo internacional. No sorprende, por lo tanto, que los ciudadanos reclamen unidad política mediante pactos de estado en materia económica, así como medidas directas que reviertan en los bolsillos. De hecho, con el aterrizaje de Alberto Núñez Feijóo en la dirección del Partido Popular coincidiendo con el galopante incremento de la inflación, que roza ya los dos dígitos, el empobrecimiento de los españoles está marcando el debate político, ya que el maná que suponían los Fondos Europeos no está teniendo, por el momento, impacto en la economía diaria de los ciudadanos.
No extraña, por lo tanto, que siete de cada diez españoles, un 72,5%, vea la situación económica mala o muy mala frente a un 26,2% que la ve bien o muy bien. Un escaso 1,3% no sabe o no contesta, según la encuesta de NC REPORT para LA RAZÓN realizada entre el 5 y el 8 de abril. Según el electorado, son los votantes del Partido Popular los más críticos con el comportamiento económico ya que una amplia mayoría, un 87,2%, detecta un mal o muy mal desarrollo de las finanzas. En el lado opuesto, son los votantes socialistas los que, a pesar de que mayormente la califican como negativa, detectan mayores brotes verdes, ya que un 32,7% ve bien o muy bien la economía.
Los bolsillos de millones de ciudadanos de clase media y baja están tiritando con una inflación cercana al 10%, a lo que se suma el fuerte incremento de la factura energética y de los carburantes. Es por ello, que la inmensa mayoría, un 71,8%, cree que hace falta un pacto de Estado para revertir la situación frente a un 18,5% que está en contra. Más de la mayoría de los votantes de todas las formaciones políticas apuestan por este consenso entre los partidos para encarar la situación económica. Son, de nuevo, los votantes del PP los más decididos a ello, con un 89,7% de apoyo frente al 69,2% de los electores de Vox. No obstante, la unanimidad respecto a un gran acuerdo es total.
En la última semana, el líder de la oposición, el popular Núñez Feijóo, ha insistido poderosamente en bajar los impuestos a los españoles, una medida con influencia directa en las carteras de los ciudadanos. No en vano, en los últimos meses el Estado ha batido récords en recaudación fiscal gracias, en parte, a la espiral inflacionista que nos azota. De hecho, casi siete de cada diez encuestados apoyaría una bajada de tributos. Encuestados de todas las formaciones, excepto los votantes de Unidas Podemos, están a favor de reducir la carga impositiva.
A menos de una semana para que los españoles dejen de llevar mascarillas en el interior y tras dos años de gestión de la pandemia, los encuestados son críticos con las decisiones adoptadas por el Ejecutivo. El 56,7% valora mal o muy mal los esfuerzos del Gobierno para paliar los efectos de la crisis sanitaria frente a un 38,4% que considera que lo ha hecho bien. Tanto los votantes del PSOE –77,6%– como los de Unidas Podemos –83,3%– son los más indulgentes con la gestión del Ejecutivo. En el lado opuesto, solo un 10,3% de los populares y un 6,9% de los votantes de Vox consideran que el Gobierno lo está haciendo bien. De hecho, la mayoría del electorado de todas las formaciones políticas considera que no se han desarrollado los mecanismos para que no vuelva a pasar algo así. En este sentido, un escaso 15,3% de los encuestados piensa que la Administración ha puesto en marcha los dispositivos preventivos para responder a otra crisis sanitaria en caso de producirse frente a un 73,9% que cree que no. Los votantes de Vox, con un 90%, son los más críticos.
La crispación en el hemiciclo se traslada a la percepción que tienen los españoles de la situación política: casi nueve de cada diez –un 87,7%– la ven mal o muy mal frente a un 10,4% que la describe como bien o muy bien. De hecho, ni la llegada de Feijóo a la política nacional parece que vaya a mejorar la relación del Gobierno con el principal partido de la oposición. Para el 47,0% de los encuestados, no supondrá ningún cambio frente a un 29,8% que opina lo contrario. En este caso, son los votantes del PP los más esperanzados ya que el 41% sostiene que mejorará frente al 20,8% de los votantes morados.
Con todavía cerca de 20 meses de legislatura por delante, la posibilidad de un adelanto electoral se antoja difícil pero no imposible debido a las tensiones entre la coalición y el clima de inestabilidad internacional. Los encuestados dudan si es necesario un adelanto electoral. Un 44,7% estaría a favor frente a un 42,8% que no. Llama la atención que el cien por cien de los votantes de Abascal apuesten por este escenario. De producirse una nueva cita con las urnas, la principal incógnita es si la actual ministra de Trabajo y vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, se presenta con un plataforma alternativa a Podemos. Para el 40,9% de los encuestados sí lo hará.
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