El personaje

Ximo Puig: vivir en la casa de los líos

El presidente de Valencia se encuentra en la “cuerda floja” por la investigación judicial a su hermano en la obtención de subvenciones y la posible imputación de Oltra por encubrir los presuntos abusos sexuales de su marido a una menor

Ilustración Ximo Puig
Ilustración Ximo PuigplatónLa Razón

Está en un momento político muy delicado, la investigación judicial sobre su hermano Francis por supuestas irregularidades en la obtención de subvenciones públicas y la posible imputación de su vicepresidenta, Mónica Oltra, por encubrir los abusos sexuales de su marido a una menor han colocado al presidente de La Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en la cuerda floja. Su hermano, el empresario Francis Puig, compareció ante el juez a raíz de una querella presentada por el PP que supone el primer caso de presunta corrupción que salpica directamente al entorno familiar del presidente socialista. Incluso la contratación de su propio hijo en una empresa de comunicación de su tío Francis, forma parte de un informe de la Guardia Civil utilizado por la Fiscalía para pedir la imputación del hermano de Ximo Puig acusado de un delito de fraude en subvenciones públicas, duplicidad de facturas y falsedad documental. La defensa de Francis Puig se ampara en que la cantidad no supera los ciento veinte mil euros, cantidad exigida por el tipo penal en estos delitos. La declaración del hermano de Ximo Puig ante el juzgado de instrucción número cuatro de Valencia se prolongó durante cuatro horas y, desde La Generalitat se acusa al PP de “un montaje” político contra su presidente y los socialistas valencianos.

Inminente imputación

En paralelo, Mónica Oltra, atraviesa una situación complicada ante una inminente imputación judicial. La vicepresidenta, portavoz y consejera de Igualdad de La Generalitat Valenciana, lideresa de Compromís, partido que sustenta al gobierno valenciano, está al borde del banquillo tras haber admitido que encargó el polémico informe psicológico que desacreditaba a la menor tutelada por su ex marido,Luis Eduardo Ramírez Icardi,condenado a cinco años de cárcel. Un turbio asunto de abusos sexuales que preocupa mucho en el entorno del presidente Ximo Puig, dado que si Oltra tuviera que dejar el gobierno de la Comunidad Valenciana se rompería el Pacto del Botanic que permitió al socialista Puig sentarse en la presidencia con el apoyo de Compromís y Podemos. Hasta el momento, públicamente Puig ha respaldado a su número dos, pero las cosas se ponen feas para Oltra al haber abierto nuevas diligencias el juez que condenó a su ex marido en una causa que lleva ya trece personas imputadas. Con una tenacidad al límite, Mónica Oltra ha intentado encubrir las fechorías y turbulencias que rodean este escabroso asunto, ha incurrido en múltiples contradicciones, mientras los partidos de la oposición exigen su cese inmediato.

Según fuentes jurídicas, el hermano del presidente, Francis Puig, ha dejado la pelota en el tejado de Rubén Trenzano, director general de Política lingüística investigado también en la misma causa, subrayando que nunca nadie desde La Generalitat le advirtió de nada ilegal. Por su parte, con un discurso radical y exaltado la vicepresidenta valenciana ha intentado tapar las consecuencias del caso y desafiar sus acusaciones. Pero el escándalo ha ido creciendo, su ex marido Luis Eduardo Ramírez ha pedido una rebaja de la condena alegando estar en paro y la propia Oltra ha tenido que admitir que ella encargó el informe para desacreditar a la menor. La política valenciana está que arde, el PP ha desatado una ofensiva en las Cortes autonómicas y, al estar Oltra aforada, el caso pasará al Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV) por prevaricación, ocultación de pruebas y malversación, lo que conlleva inhabilitación para cargo público. Si ello sucediera, la crisis en el seno del gobierno valenciano sería inevitable, dado que Mónica como lideresa de Compromís es el firme apoyo de Ximo Puig, que se vería obligado a convocar elecciones. En el entorno del presidente insisten en que el caso de su hermano forma parte de un montaje del PP para desestabilizar al Ejecutivo de la Comunidad Valenciana.

Joaquín “Ximo” Fancisco Puig Ferrer nació en Morella (Castellón) y ejerció muchos años como periodista en diversos medios informativos de la Comunidad Valenciana. Militante del PSPV fue elegido diputado por Castellón en las Cortes Valencianas en 1983 y en las elecciones municipales del noventa y cinco fue Alcalde de Morella, portavoz socialista en la Diputación de Castellón bajo la presidencia del popular Carlos Fabra y diputado en las Cortes autonómicas. En el año 2012 fue elegido secretario general del PSPV. En 2015 gracias a los votos de los socialistas, Compromís y tres diputados de Podemos alcanzó la presidencia de La Generalitat Valenciana y puso fin a dos décadas de poder del PP en la Comunidad. Cuatro años después, tras un acuerdo tripartito entre el PSPV, Compromís y Podemos se firmó en el Castillo de Santa Bárbara, Alicante, la segunda edición del Pacto del Botánic y fue reelegido presidente con Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau como vicepresidentes, miembros de los partidos que apoyan al nuevo gobierno. Por ello, si ahora Oltra es imputada y se ve forzada a dimitir Ximo Puig afrontaría una crisis enorme, que obligaría a convocar elecciones si pierde el apoyo de Compromís.

La vicepresidenta se agarra como una lapa al cargo, desafía a la Fiscalía, que ha enviado un demoledor informe al Tribunal Superior de Justicia de Valencia, y se niega a dimitir. Ante la gravedad de la situación, el entorno de Ximo Puig, que por el momento solo afirma “confiar en la justicia”, le advierten del desgaste que supone mantener a Mónica Oltra como portavoz del gobierno. Si la cesa, podría caer y convocar elecciones. Pero si la mantiene, daría una gran baza al PP en su permanente crítica política. Máxime, además, con los escándalos que salpican ahora su hermano Francis por el tema de las presuntas subvenciones irregulares. En Compromís también andan las aguas muy revueltas y un sector mayoritario prepara ya la sucesión de Mónica Oltra de la mano del diputado en el Congreso, Joan Baldoví. Separado, padre dos hijos, Ximo Puig vive hoy en una auténtica casa de los líos.

Ilustración Ximo Puig
Ilustración Ximo PuigplatónLa Razón