Desde Islamabad

España evacúa a otros 300 colaboradores afganos un año después de la caída de Kabul

Un avión llegará hoy a Madrid con muchos de los que no pudieron abandonar el país hace un año y huyeron a Pakistán

Colaboradores afganos, militares y personal de la embajada abandonan Kabul el año pasado
Colaboradores afganos, militares y personal de la embajada abandonan Kabul el año pasadoSPAIN MINISTRY OF DEFENSE.

En solo cinco días se cumplirá el primer aniversario de uno de los episodios más significativos y trascendentales en el orden internacional: la caída de Kabul en manos del régimen de los talibanes. Ni la inteligencia estadounidense ni el entrenamiento que durante años recibieron las Fuerzas de Seguridad de este país fueron capaces de frenar a los talibanes, que sin apenas resistencia se hicieron con el control de la capital e impusieron la sharia entre la población. Cuando se cumple un año de aquello, España inicia la tercera fase de la operación «Antígona», cuyo objetivo, tal y como anunció entonces el presidente Pedro Sánchez, era «no dejar atrás» a ninguno de los colaboradores afganos que trabajaron codo con codo con España a lo largo de los casi 20 años que estuvo en el país.

Según confirmaron fuentes oficiales a LA RAZÓN, alrededor de 300 excolaboradores afganos y sus familias aterrizarán esta tarde en a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) en un avión fletado por el Gobierno procedente de Islamabad (Pakistán). Estas fuentes confirman así la información adelantada por «La Vanguardia» respecto al traslado a España de este grupo de personas. Cuando aterricen, en total habrán sido rescatados por el Gobierno español en torno a 2.600 personas.

La primera de las fases de evacuación de los colaboradores se materializó en agosto del año pasado, cuando el Ejecutivo puso en marcha un sistema de lanzadera en colaboración con el Ministerio de Defensa. La operación –que se prolongó durante nueve días– se dio por concluida oficialmente el día 27 de agosto, tras 17 rotaciones del A400M del Ejército del Aire (Dubái-Kabul-Dubái), diez vuelos de Air Europa (Dubái-Torrejón) y un primer vuelo de A400M (Dubái-Torrejón). En aquella primera fase, según los datos proporcionados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se trasladaron a un total de 2.181 personas llegadas en 17 vuelos. De ellas, 1.723 permanecieron en España, mientras que el resto se marchó a otros países europeos y a EE UU. La segunda fase de la operación se llevó a cabo en el mes de octubre, cuando arribó a nuestro país otro grupo de entre 84 y 150 personas después de que el titular de Exteriores, José Manuel Albares, realizara visitas a países claves de la región, como Pakistán y Qatar, para asegurarse el compromiso de sus autoridades de facilitar la salida de los afganos que trabajaron para España. Con esta tercera remesa de colaboradores, el número de personas trasladadas será de aproximadamente esas 2.600 personas.

Según los datos de la Oficina de Asilo y Refugio se han tramitado 1.650 solicitudes de protección internacional de ciudadanos afganos entre agosto de 2021 y el 8 de febrero de 2022.

En cuanto al perfil, la mayoría de los evacuados llegaron con su familia, destacando la juventud de la población acogida: la edad media fue de 22 años y casi un 30% fueron niños y niñas de 10 años o menos. De las personas que hoy aterrizarán se desconoce, por el momento, su perfil «por motivos de seguridad».

“Hub” internacional

El papel de España durante la evacuación de los colaboradores afganos fue reconocido por Europa y, de hecho, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, visitaron el campamento instalado en la base aérea de Torrejón, que funcionó como un «hub» internacional de llegada para los afganos evacuados desde Kabul que posteriormente fueron trasladados hacia otros países europeos y EE UU. En cuestión de días se montó un dispositivo que se articuló en torno a un circuito: espacio de identificación, realización de pruebas de antígenos e información sobre procedimiento de asilo y atención sanitaria.

En un tiempo récord, la colaboración entre distintos ministerios así como la Unidad Militar de Emergencias (UME) permitió ayudar a quienes querían huir de la barbarie talibán. Por otro lado, también fue criticada la respuesta del presidente Sánchez, quien tardó en reaccionar y comparecer ante la opinión pública. Su silenció contrastó con la posición de otros líderes internacionales como Macron, Merkel, Johnson o Biden, que suspendieron sus vacaciones para dirigirse a la población al conocerse la caída de Kabul en manos de los talibanes.