Nuevo curso

“Pilatus”: el nuevo avión que revolucionará el entrenamiento de pilotos del Ejército del Aire

Los alumnos de la Academia General del Aire comienzan el curso con su nuevo “pupitre”, que sustituye al “culopollo” tras más de 42 años y 1.800 pilotos formados

El nuevo curso ya ha comenzado en la Academia General del Aire (AGA), situada en la localidad murciana de San Javier. Aquí, a orillas del Mar Menor, aprenden a volar todos los pilotos del Ejército del Aire y del Espacio. Sin embargo, este curso no es uno más. El mítico C-101, más conocido como “culopollo”, ha alcanzado una más que merecida jubilación. Después de más de cuatro décadas en servicio y 1.800 pilotos formados, dejará de entrenar a los alumnos, aunque seguirá al menos una década más en la Patrulla Águila. El testigo lo coge el nuevo “Pilatus PC-21″, un avión de última generación que marcará un antes y un después en el entrenamiento. A finales de este mes de septiembre, los futuros pilotos ya tendrán una primera toma de contacto con la nueva aeronave.

El PC-21 sustituirá al C-101 en el conocido curso básico o fase dos de la Academia. El Ministerio de Defensa cerró a finales de 2020 la empresa suiza “Pilatus” la compra de un Sistema Integrado de Entrenamiento (ITS) formado por 24 aviones PC-21 y punteros simuladores para la instrucción en tierra por 205 millones de euros. Todos los aviones y la mayoría de los equipos de formación ya están en San Javier.

El Ejército del Aire, podríamos decir, ha recibido lo último de lo último para la formación de pilotos. El PC-21 es un avión con una aviónica muy similar a la de un caza de combate moderno como el Eurofighter, frente a los sistemas analógicos del C-101, y con un consumo de combustible menor. La aeronave, al ser más moderna, también pasará menos tiempo en el taller, aunque, eso sí, tocará seguir un plan de mantenimiento muy riguroso. Esta aeronave turbohélice cuenta con una envolvente de vuelo similar al C-101, una gran potencia (motor de 1.600 caballos), asientos eyectables y una moderna cabina. Entre otros equipos, incorpora radar virtual, grandes pantallas multifunción a color, programador de misión o un sistema anticolisión con otras aeronaves. Todos estos sistemas le permiten efectuar un amplio abanico de misiones: visuales, instrumentales, nocturnas, tácticas y también con gafas de visión nocturna.

PC-21 en la base de San Javier
PC-21 en la base de San JavierBenjamín Carrasco

Si entramos en las características técnicas, el PC-21 puede alcanzar los 685 km/h, con un depósito para 1.200 libras de combustible (ampliable a 2.083 libras con depósitos externos), y admite aceleraciones desde +8G hasta –4G. Diseñado para dos tripulantes (alumno e instructor), tiene una autonomía de 1.333 km, techo de vuelo certificado de 8.000 metros y peso máximo al despegue de 3.200 kg. Las dimensiones son las siguientes: 11 metros de longitud, 9,11 de envergadura (de punta a punta de ala) y 3,75 metros de altura máxima.

Entrenamiento en tierra

Pero, sin duda, el gran salto tecnológico respecto al C-101 está en tierra. El PC-21 viene acompañado de avanzados sistemas de entrenamiento. Destacan los dos simuladores FTD (Full Flight Training Device) que reproducen con gran realismo cada detalle del vuelo, hasta el punto de que una sesión de una hora en este simulador corresponde a una hora de vuelo en el avión.

Los alumnos, además, realizarán antes de subirse al avión un completo curso de entrenamiento por ordenador y tendrá a su disposición una cabina a escala real para aprender a conectar los equipos y practicar salidas de emergencias, así como otros dos entrenadores de procedimientos CPT (Cockpit Procedures Training) que reproducen fielmente tanto la cabina de la aeronave como sus controles. Todos estos equipos ya están en la base de San Javier, salvo los dos simuladores FTD que llegarán a estas instalaciones el próximo mes de octubre, según el calendario previsto.

Entrenador del PC-21
Entrenador del PC-21Benjamín Carrasco

53 alumnos este primer curso

Este año, hasta 53 alumnos se subirán al nuevo avión, bajo la estrecha supervisión de sus instructores. Los primeros vuelos con alumno e instructor comenzarán previsiblemente a finales de este mes de septiembre. El curso arrancará de forma progresiva y al principio el plan es comenzar con un grupo de diez alumnos que empezarán por lo más básico, aprender a despegar y aterrizar el avión.

Respecto a los instructores, es decir, los profesores, ocho ya conocen perfectamente el avión. Estos son los que llevan más horas de vuelo, tras un curso inicial en las instalaciones de “Pilatus” en su planta de Suiza. También está en marcha un proceso de transformación de profesor de C-101 a PC-21 con el objetivo de superar cuanto antes los 20 instructores disponibles. Este año, el curso será muy similar al anterior cuando todavía estaba en servicio el C-101, sin embargo, la idea de cara al próximo (2023/2024) es el diseño de un nuevo modelo de formación aeronáutica, tras alcanzar la capacidad plena del avión y el sistema de entrenamiento para sacar el máximo partido a ambos.

Posible nuevo pedido y… ¿un solo avión?

El PC-21 ha llegado para quedarse. El avión fue adquirido en un principio como una solución transitoria, a la espera del lanzamiento de un programa para el desarrollo de un sucesor del C-101, liderado por Airbus. Pero este proyecto no termina de despegar y, de salir finalmente adelante, no será a corto plazo.

El Ejército del Aire ya está estudiando la compra de un segundo lote de unos 15 PC-21 para sustituir también a la avioneta “Tamiz” o “Pillán”, la primera aeronave que cogen los alumnos en el curso elemental o fase I. Pilatus ha presentado incluso una oferta al Ministerio de Defensa. De esta forma, un solo avión efectuaría las dos primeras fases de enseñanza en vuelo, con el consiguiente ahorro de costes en el mantenimiento por ejemplo de los aviones o en el suministro de repuestos.

Dos PC-21 en vuelo
Dos PC-21 en vueloEjército del Aire

Este nuevo pedido también permitiría a la Academia General del Aire asumir una parte del entrenamiento de la fase tres o curso avanzado tanto de piloto de caza, que tiene lugar en la base de Talavera (Badajoz)con los F-5, como de piloto de avión de transporte o RPAS, que se realiza en la base de Matacán (Salamanca). El Ejército del Aire, de momento, solo utilizará el PC-21 en la fase dos, no obstante, las cualidades del PC-21 abren la puerta al empleo en un futuro de un único avión en todas las fases de enseñanza. Países vecinos como Francia ya lo utilizan para adiestrar hasta sus pilotos de caza.

El C-101 continuará en la Patrulla Águila

Pero este no es el final del C-101. Todavía tiene vida por delante en el Ejército del Aire y del Espacio. El “culopollo” ya no efectuará más vuelos de enseñanza, sin embargo, continuará en torno a una década más operativo en la Patrulla Águila. Su misión principal a partir de ahora serán las demostraciones aéreas, aunque también proporcionará el reentrenamiento cuando el Ejército del Aire considere que tiene que darlo a los pilotos y colaborará en las misiones del Mando Aéreo de Combate (Macom) para adiestrar unidades de la Fuerza Aérea y otros ejércitos como la Armada y el Ejército de Tierra en los sistemas de defensa aérea.

En la actualidad, el Ejército del Aire tiene todavía 37 C-101 en servicio en la Academia General del Aire más cinco aviones en el Centro Logístico de Armamento y Experimentación (Claex). En total, 42 aviones. El plan actual es reducir de forma progresiva la flota de C-101 en servicio en la actualidad, hasta quedarse con 28 aviones, lo que permitirá tener en vuelo unos 10 o 12 aparatos.