El ascenso vertiginoso de la ministra de Educación Pilar Alegría: nueva portavoz de Gobierno

Es otra de las grandes triunfadoras en el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez. La ministra de Educación revalida el cargo y amplía sus funciones, en una clara señal de respaldo. Además de sumar la cartera de Deportes, que hasta ahora estaba vinculada a la de Cultura, también ha sido elegida portavoz del Gobierno, en sustitución de Isabel Rodríguez. Es en este cargo en el que se posiciona, por tanto, como una pieza clave en la estrategia de comunicación de este Gobierno, tras demostrar que se maneja con soltura en este rol, ya que también ha sido la portavoz del PSOE. Aquí ha tenido que «dar la cara» en temas complejos para las filas socialistas y defendiendo la estrategia de la formación. Con su cara algo angelical y verbo mesurado, María del Pilar Alegría Continente llegó a Madrid para liderar la cartera de Educación y se convirtió muy pronto en una de las personas de mayor confianza del presidente del Gobierno.

Nacida en Zaragoza, eclipsó a la entonces musa socialista aragonesa Susana Zumelzo, quien había estado desde el principio muy cerca de Sánchez pero, de repente, cayó en desgracia entre los planes del gran jefe del partido. Diplomada en Magisterio ha ejercido únicamente desde siempre labores en el PSOE y fue su gran acicate mantener mala relación con el expresidente de Aragón, Javier Lambán, uno de los «barones» regionales más críticos con el «sanchismo». Vinculada al que fuera presidente de esa comunidad, Marcelino Iglesias, desde el aterrizaje en Madrid su ascenso ha sido vertiginoso. Ahora da el salto de la sede de Ferraz, donde ha sido portavoz del partido, a La Moncloa, para ser el nuevo rostro y voz del Ejecutivo.

Aunque fue consejera de Innovación, Investigación y Universidades en el gobierno autonómico de Lambán, sus relaciones nunca fueron buenas y en las primarias del partido apoyó sin fisuras a Pedro Sánchez, quien la nombró Delegada del Gobierno en Aragón sin consultar al partido regional. Ello provocó un gran roce con Javier Lambán, hasta que Sánchez la trajo a Madrid como ministra de Educación y Formación Profesional. Ahora, añade a este ministerio el área poderosa e influyente de Deportes, lo que no es baladí para reforzar su figura y el departamento. Además, ejercerá como portavoz del gobierno y será la figura emergente todos los martes y viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Defensora a ultranza de su vida privada, únicamente se sabe que es madre de un hijo, a quien lo tiene escolarizado en un elitista centro privado de Zaragoza, el Liceo Francés Moliére, famoso por su enseñanza internacional y bilingüe, lo que le suscitó críticas del PP aragonés por no acudir a la escuela pública.

En su pueblo natal, Zaida, su familia es muy conocida y definen a “la Pili” como una persona cercana y amigable. Afirma que el auténtico «rey de su corazón» es su hijo y por ello procura viajar a Zaragoza todos los fines de semana. En Madrid le gusta visitar los barrios típicos y algún mercadillo para comprarle regalos. La nueva portavoz del gobierno es una gran lectora y en su biblioteca hay varios títulos como el de su paisana, Irene Vallejo, «El infinito en un junco», y la poesía de Luis García Montero. Dicen quienes bien la conocen que cultiva esa imagen de dulzura amigable con una cierta ambición para conseguir lo que quiere, y así lo ha demostrado en su carrera política. Se define como «feminista dialogante», con un estilo elegante y moderno, bajo una figura que cuida con ejercicio físico, yoga y algo de gimnasia. Desde hoy es una de las mujeres más influyentes y mediáticas del gobierno de Pedro Sánchez.