
Los mails con la UCM
La asesora, implicada en el día a día de la cátedra
Cristina Álvarez gestionó la firma de 14 acuerdos de empresas con los másteres de Begoña Gómez, controló las finanzas, impuso una cláusula de beneficios y hasta organizó un congreso
- La asesora de Moncloa envió a la Complutense las "preguntas a plantear" a Begoña Gómez en los cursos de verano
- La UCO confirma que la asesora de Moncloa se encargó de los patrocinios de la cátedra de Begoña Gómez
- Los correos de la asesora de Begoña prueban que controló las finanzas de la cátedra: "En caso de beneficios, que dé un 10%"

La asesora de Moncloa Cristina Álvarez intervino de manera directa en decenas de gestiones relativas a los patrocinios de la cátedra extraordinaria que codirigía la esposa de Pedro Sánchez en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Así lo evidencia un último informe entregado por la Unidad Central Operativa (UCO) al instructor del «caso Begoña Gómez».
La Guardia Civil halló 121 correos en los que el exvicerrector de la Complutense Juan Carlos Doadrio, utilizando su mail corporativo, aborda cuestiones de la cátedra con la alto cargo de Presidencia del Gobierno, que empleaba para ello una dirección de Gmail.
No solo eso. Los agentes también ponen de relieve que Álvarez «intercedió y mantuvo contactos» con «diferentes instituciones» que colaboraron con la cátedra, «según se desprende de las comunicaciones mantenidas con Doadrio» a lo largo de tres años.
En el primero de ellos, con fecha de julio de 2021, la asesora transmitió a Doadrio y al vicegerente de Gestión Económica de la UCM que una de las dos principales patronas de la cátedra, Reale Seguros, precisaba el certificado en que se reflejaba que su contribución económica a la cátedra se había hecho como donación. Necesitaba el documento para presentarlo ante Hacienda y justificar así los 60.000 euros que entregó.
Entre las «actividades» en las que Álvarez se implicó figura la redacción, preparación y firma de las adendas a través de las que hasta 14 empresas privadas cerraron su colaboración con la cátedra.
En la lista aparecen, entre otras, KPMG, Deloitte e Indra. Así, en el caso de esta última, en septiembre de 2022, Indra preguntó a Gómez por el estado de la firma del convenio, «reenviándose esa comunicación al día siguiente a Álvarez».
Pidió a Indra repetir una firma
Solo unos minutos después de recibirlo, la trabajadora del Gobierno se dirige al interlocutor de Indra «informándole de que la adenda quedó pendiente de una firma a consecuencia de un error material, de modo que le solicita una rectificación e inicio de un nuevo proceso de firma».
A los agentes también les llamó la atención que la asistente de la mujer del jefe del Ejecutivo «hace alusión a una conversación telefónica que habría mantenido previamente» con el representante de la empresa, aportando ella, además, «teléfono como contacto».
En el mail en cuestión, Álvarez transmite a Indra que «tras el periodo de vacaciones de la universidad, hoy me informan, que una de las personas que quedaba por firma, no puede porque uno de los apellidos está erróneo» y solicita a la mercantil que lo corrija para volverlo a «enviar, junto con vuestra firma, de nuevo». Desde ese momento, «se cruzan entre ambos varios correos acerca del estado de la firma del documento».
Los 40.000 euros de Google
Pero es que Álvarez tuvo una participación directa, por ejemplo, en la consecución del acuerdo con Google. Fue Álvarez la que en julio de 2022 «remitió» a Doadrio la carta dirigida al gigante tecnológico, con la que se solicitó «su colaboración», que incluía el pago de una aportación de «40.000 euros» para crear el software.
La carta iba dirigida al director de Relaciones Instituciones, Miguel Escassi, que había llegado a este cargo solo un año antes desde la vicepresidencia de Nadia Calviño. De igual forma, la asesora se encargó de remitir a Doadrio el documento resumen del acuerdo a firmar con Google.
Su papel en las finanzas: "Que dé un 10%"
Los correos en los que aborda otro acuerdo de colaboración, esta vez con Mindway Ecosystems, evidencian que Álvarez, incluso, controló las finanzas de la cátedra. Trató de imponer entre las condiciones de la colaboración con esta tecnológica una cláusula para que diese a la cátedra el 10% de los beneficios que le reportase.
Pidió, asimismo, introducir la condición de que no pudiese utilizar los contenidos, la generación de vídeo, ejercicios ni estructura del máster en caso de rescisión del contrato, incluida con la UCM.
Gestionó "proveedores" de un acto
Álvarez, además, se encargó de la organización del II Congreso de la cátedra celebrado en el CaixaForum de Madrid el 2 de marzo de 2022. En febrero, la alto cargo de Presidencia estaba inmersa en los preparativos del evento y remitió a Doadrio las «relaciones de proveedores y costes necesarios» para su desarrollo. Principalmente, relativos a la asistencia técnica, material, montaje, limpieza, seguridad y cafetería para el acto.
«Estimado, Juan Carlos. Te hago llegar la carta de Caixa Forum donde específica que es necesario la contratación de estos proveedores. Un listado de costes, son aproximados porque mañana me iban a pasar los definitivos».
Doadrio, seguidamente, consultó con la Complutense qué fórmula había que aplicar para asumir los costes. La respuesta de la vicegerente económico de la UCM fue que no era necesaria licitación porque ninguno de los costes superaría 5.000 euros.
Y, tras el acto, en otro mensaje interceptado, el que fuera vicerrector y enlace de la universidad con la cátedra agradeció a Álvarez la «comida» que mantuvieron con motivo del citado congreso de la cátedra. «Fue muy agradable», resalta Doadrio. El juez Peinado investiga si hubo, en todo ello, un delito de malversación.
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