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Cuando Ada Colau era «abogada» y «jurista»... sin serlo

En 2011 la presentaban como «abogada» sin serlo y ahora denuncia que rechazó una oferta para acabar «fácilmente» Filosofía.

La entonces activista Ada Colau presentada como «jurista» en el programa «Singulars» de la televisión pública catalana en 2011
La entonces activista Ada Colau presentada como «jurista» en el programa «Singulars» de la televisión pública catalana en 2011larazon

En 2011 la presentaban como «abogada» sin serlo y ahora denuncia que rechazó una oferta para acabar «fácilmente» Filosofía.

¿Jurista? ¿Abogada? No. Activista, (casi) filósofa –30 créditos marcan la frontera– y alcaldesa de Barcelona. Ada Colau se sumó ayer a la polémica por los títulos universitarios de los dirigentes políticos –bajo lupa tras el «caso Cifuentes»– a la inversa, denunciando una supuesta oferta para amañar su currículum a la que no sucumbió. Según confesó ayer por sorpresa en una entrevista en TV3, «una directiva de una gran multinacional» le ofreció «acabar la carrera fácilmente» cuando llegó contra todo pronóstico al Consistorio de la capital catalana, un «enchufismo» que la primera edil rechazó.

«Estoy segura de que en este caso no había mala fe, no había una práctica de corrupción, pero daba a entender que las élites económicas y políticas se han encontrado con que era fácil hacer según qué estudios, mucho más fácil que para la gente común, que hemos tenido que trabajar para pagarnos los estudios y estudiar cada una de las asignaturas», abundó Colau. «Oye, esto lo podemos hacer muy fácil», reprodujo Colau sobre la supuesta «ayuda» que recibió de una alta directiva.

Su denuncia, sin aportar más detalles, ha levantado polvareda: el presidente del grupo municipal del PSC, Jaume Collboni, ha recriminado a Colau que no pusiese en su momento los hechos en conocimiento de la justicia; y la propia Universidad de Barcelona (UB) pedirá explicaciones a la alcaldesa por sus «insinuaciones». «No podemos permitir ninguna sombra de duda sobre nuestras titulaciones. Esperaríamos que cualquier sospecha sea denunciada pero de manera clara y puntual», cargó ayer uno de los centros académicos más prestigiosos.

La alcaldesa no quiso ser filósofa por la vía fácil, aunque en su día fue presentada por error como «abogada» y «jurista» en TV3. Fue no hace tanto, en 2011, poco después de que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el Observatori DESC trasladaran al Congreso una propuesta de modificación de ley hipotecaria para regular la dación en pago que fue rechazada por el PP y el PSOE. Ada Colau empezaba a ser conocida a nivel nacional, aunque sobre todo era una activista de largo recorrido en Cataluña, con el movimiento antiglobalización como gran punto de partida y cada vez más popular a nivel mediático. Invitada como experta y tertuliana a varios programas, fue en uno de la cadena pública catalana, el desaparecido «Singulars», donde apareció en pantalla bajo el título de «jurista». Minutos antes, Jaume Barberà, el conocido presentador catalán del espacio, la había presentado como «abogada». «Lo responderán nuestros invitados. Ada Colau, abogada, miembro del Observatorio DESC y miembro destacado de la PAH», introduce el presentador frente a la mirada seria de Colau y antes de proseguir con un debate sobre la dación en pago que la propia activista protagonizó bajo el cargo de «jurista» sobreimpresionado en pantalla.

Ni letrada ni licenciada en Derecho, los únicos cargos acertados que le otorgaron a Colau fueron los del Observatorio DESC (de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) y la PAH. La primera es una plataforma conformada por entidades y personas dedicadas al estudio y defensa de los derechos económicos, sociales y culturales, donde la activista se rodeó del que ahora es gran parte de su equipo en el Ayuntamiento.

Por aquel entonces, Colau ya era «casi» licenciada en Filosofía por la Universidad de Barcelona (UB). El «casi» no es casual: según ha explicado ella misma en varias ocasiones, le faltan «algunos créditos de libre elección» para acabar la carrera.

En concreto y según el expediente académico que tiene colgado en su página web, le restan 30 créditos. «Tenía muy claro que quería estudiar Filosofía, son unos estudios de alguien que tiene inquietudes sociales y que no está pensando en encontrar trabajo y ganar dinero, porque si no me habría dedicado a otra cosa», aseguró en una entrevista reciente en La Sexta. «En casa no había dinero y pronto tuve que buscarme la vida», reveló ella misma sobre su salida de una universidad a la que no ha vuelto.