La campaña
Díaz brinda con Más Madrid y cumple el trámite con Podemos
Pasa solo un minuto con los morados y espera casi una hora para apoyar a Mónica García y Rita Maestre
A trece días de que acabe la campaña electoral y de que las urnas marquen su veredicto para oficializar la fuerza de la izquierda en Madrid, Yolanda Díaz se ha decantado. Después de días haciendo equilibrios apelando a la movilización de la militancia de la izquierda de cara al plebiscito en las urnas, la vicepresidenta ha dejado claro cuál es su opción favorita. Sin hacer campaña verbalmente por ningún partido, pero no hacía falta. Porque los gestos superan las palabras bien elegidas.
En su camino pedregoso de reparto de equilibrios, la vicepresidenta acudió ayer a la pradera de San Isidro, donde la izquierda medía realmente su fuerza en un acto central sin necesidad de micrófonos ni grandes eslóganes ni promesas. Las fotos que debía hacerse eran a dos bandos para no enfadar a los socios, y todas estaban minuciosamente medidas y estudiadas por los equipos de campaña, pero solo una fue la realmente efusiva. En declaraciones a los medios, la vicepresidenta no confirmó apoyos y solo pidió a los madrileños que se «movilizasen» por las opciones «progresistas» para «corregir» la desigualdad en Madrid. Un llamamiento con abucheos incluidos a la también líder de Sumar, como "fuera, fuera de aquí", que desde su equipo trataron de contrarrestar con gritos de «presidenta».
Fue después cuando Díaz dejó claras sus preferencias. La vicepresidenta quiso resarcir la fotografía de la pasada semana en Alcorcón, donde los candidatos de Unidas Podemos le «robaron» un mini mitin improvisado con micrófono incluido. Así, el organigrama de Díaz era el de «compensar», según explicaban en su equipo a Más Madrid, después de esa primera foto que lograron la candidata a presidenta de la Comunidad de Madrid por Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, y el candidato a alcalde en la capital, Roberto Sotomayor. Es por eso que solo en un minuto se resolvió la fotografía pactada. Ambos candidatos salieron al encuentro de la vicepresidenta a los pies de una colina de la pradera ante la imposibilidad de avanzar por la marabunta de gente que aguardaba al inicio de la misa al lado de la ermita del Santo. Saludos, abrazos y sin mucho más, cada delegación seguía su camino. La vicepresidenta se había comprometido con Unidas Podemos para que tuviesen su foto, pero sin pactar ningún tipo de gesto de complicidad más.
Cumplida la imagen de trámite, el siguiente era más espinoso. Las agendas y el colapso de la pradera impedían una fotografía fácil. Casi una hora tuvo que esperar la vicepresidenta, que optó por darse un baño de masas por la pradera, para llegar hasta las puertas de las carpas, donde se reunió, por fin, con las candidatas a presidenta de la Comunidad de Madrid y alcaldesa por Más Madrid, Mónica García y Rita Maestre, respectivamente. Fue la militancia de Más Madrid la que acabó animando la fiesta entre gritos de «presidenta». Entonces, corrieron entre abrazos, junto a la activista trans y número cinco de Más Madrid, Carla Antonelli; el líder de Más País, Íñigo Errejón, y también más cargos intermedios del partido, hace años simpatizantes o miembros importantes del primer Podemos. Tras un «paseíllo», llegaron a la carpa de Más Madrid, donde Díaz acabó fotografiada con el cartel de Mónica García «presidenta» y Rita Maestre «alcaldesa». Allí, la vicepresidenta selló su apoyo con una cerveza en mano, a cargo de Errejón. En total sintonía compartieron un tiempo. Las fotografías hablaban por si solas y cualquier parecido entre la de Unidas Podemos con la de Más Madrid fue muy difícil de identificar.
La siguiente foto fue por la tarde en la localidad de Rivas, donde Díaz apoyó la candidatura de unidad que trató de boicotear Podemos, saliéndose a última hora del acuerdo con IU y Más Madrid. En el municipio madrileño hizo campaña para que la alcaldesa Aída Castillejo (IU) revalidara su cargo el próximo 28-M.
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