Felipe VI se da un baño de masas mientras su padre desoye sus indicaciones

Casi 900 kilómetros separan al municipio de Ronda (Málaga) de la villa gallega de Sangenjo. Más de 9 horas de trayecto por carretera que diferencian al futuro y al pasado de la Monarquía española. Mientras el actual Jefe del Estado, Felipe VI, era calurosamente recibido por miles de vecinos que llenaron las calles e hicieron grandes colas para saludarle en su primera visita a esta localidad para visitar la sede de la Real Maestranza de Caballería de la ciudad del Tajo,Don Juan Carlos I descendía por las escalinatas de su avión privado para disfrutar de las regatas con sus amigos en su segunda visita a España desde su exilio en Abu Dabi.

En un, ya casi habitual, intento por contraprogramar a su hijo –[[LINK:EXTERNO|||http://www.larazon.es/gente/casa-real//infanta-elena-visita-froilan-rey-juan-carlos-abu-dabi_202304096432eb7b7e9ad300015cc807.html|||la última vez con la difusión de una fotografía con su hija la Infanta Elena y su nieto Froilán en Semana Santa–]], el padre del Rey llegaba, en medio de una gran expectación mediática, en un avión privado procedente de Londres al aeropuerto de Vigo. Su visita genera malestar en la Casa Real. Felipe VI ya ha firmado el decreto de convocatoria de elecciones del próximo mes de mayo y no es el momento porque, entre otras cosas, interfiere en la agenda política. Ministros de Unidas Podemos, socios del Gobierno y partidos independentistas volvieron ayer, por segundo día consecutivo, a criticar con dureza su viaje.

Es todo lo contrario al trabajo que con tesón y esfuerzo está liderando su hijo. Hay que recordar que solo dos meses después de su proclamación, una de sus primeras medidas fue imponer un código de conducta que el padre del Rey volvió a saltarse ayer al no actuar con ejemplaridad y austeridad. En este sentido, en las hemerótecas está recogido el comunicado que Zarzuela emitió el año pasado tras la visita de Don Juan Carlos I a Zarzuela insistiendo en que Felipe VI señaló a su padre el perjuicio que causan a la Corona algunos de sus actos. Su regreso a Sangenjo, sin comunicarlo a Zarzuela, es una prueba más de que la comunicación entre padre e hijo está rota.

Cumpliendo con su agenda y sus obligaciones, desde Ronda Felipe VI presidió la reunión de las cinco Reales Maestranzas de Caballería con motivo de 450 aniversario de la de Ronda que, fundada en 1573 por Felipe II y a día de hoy es una institución cultural sin ánimo de lucro dedicada a la investigación y a la educación. Defendió la necesidad de ser siempre «ejemplo a seguir» en un momento en que en la sociedad española necesita «referencias éticas».