23-J
El PSC, tabla de salvación de Sánchez para las generales
Los socialistas catalanes, un oasis en medio de la debacle del presidente del Gobierno
El PSC es la tabla de salvación para el PSOE de cara a las elecciones generales. Tradicionalmente, ha sido un territorio clave para las victorias de las socialistas en España y el 23 de julio todo apunta a que seguirá la misma línea por el estado de forma del PSC. Cataluña reparte 48 de los 350 escaños que hay en juego y los socialistas han llegado a aportarle hasta 25 diputados (1982 y 2008), aunque ahora se antoja complicado llegar a esos guarismos con tanta fragmentación, a pesar de que el PSC ha logrado la victoria en las dos últimas contiendas electorales: las autonómicas de 2021 y las municipales del domingo.
El PSC cosechó 712.000 votos este 28-M, más que Salvador Illa en las autonómicas, aunque ambas citas electorales no se pueden comparar. No obstante, sí que permiten medir la consolidación de la tendencia al alza de los socialistas. Además, el PSC volvió a mostrarse inexpugnable en el área metropolitana, cosechando mayorías absolutas en Santa Coloma de Gramenet, Sabadell. Sant Adrià de Besós o Sant Boi de Llobregat. También suma una victoria en L’Hospitalet de Llobregat.
En las municipales del domingo, Sánchez se había volcado con el PSC. Hizo el cierre de campaña en Barcelona con Jaume Collboni y los resultados le han sonreído parcialmente: más allá del cómputo global y de teñir el cinturón metropolitano de rojo, los socialistas han vencido en todas las capitales de provincia (es lo que más luce, siempre), salvo Barcelona. En Girona, Tarragona y Lleida se da por hecho que gobernarán y queda por ver qué ocurre en la capital catalana. El candidato del PSC en Barcelona lo intentará aunque lo tiene muy complicado porque ni Esquerra ni Ada Colau se van a avenir a prestarle fácilmente los votos. Todo quedará a expensas de los planes de Esquerra en la Generalitat: si consigue recoser confianzas con JxCat para dar estabilidad al Govern, no necesitará a los socialistas catalanes y Ernest Maragall se podrá ahorrar sus apoyos. De momento, de las palabras de Maragall se desprende que un respaldo a Collboni ahora mismo se da por imposible, aunque las cosas pueden cambiar porque el escenario político en Cataluña es muy delicado e incierto.
En cualquier caso, las cesiones que ha hecho Sánchez al independentismo y la decidida apuesta que ha hecho por impulsar al PSC tienen el objetivo de consolidar una nutrida base de votantes en Cataluña. Ya en las últimas generales, los socialistas, con Meritxell Batet de candidata, quedaron en segunda posición, con 12 escaños, por detrás de ERC (13). En este punto, al empuje del PSC se puede unir la desmoviización de los independentistas, que ha quedado reflejado en estas elecciones municipales: en conjunto, ERC, JxCat y la CUP se han quedado en el 40% del voto, mientras que el PSC ha llegado al 23,7% en solitario. Si se suma a PP (8,22%), Comunes (8,85%) y Vox (5%), el bloque que rechaza la independencia de Cataluña llega al 45% (muy superior a las cifras de 2019).
Sánchez se tiene que volcar con Cataluña porque su estrategia de alianza con Bildu que podría ampliar la base de votantes en el País Vasco no ha funcionado. El PSE ha pasado de un 16,5% de votos en 2019 a un 16,2%: apenas ha habido variación y todo apunta a que la alianza con la izquierda abertzale tan solo la ha rentabilizado el partido de Arnaldo Otegi, que sí ha tomado impulso en el País Vasco y ha mejorado sus resultados. Además, también cabe tener en cuenta que allí solo se reparten 18 escaños y, por tanto, la capacidad de influencia es mucho menor en el Congreso.
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