Política

Crisis del PSOE

Susana tiene la llave

La presidenta de la Junta se perfila como la figura decisiva de cara a las primarias socialistas de noviembre

Susana Díaz atiende ayer a los medios de comunicación frente a la entrada de la sede del PSOE en Ferraz
Susana Díaz atiende ayer a los medios de comunicación frente a la entrada de la sede del PSOE en Ferrazlarazon

MADRID.- Poco antes de las tres de la tarde. En un conocido restaurante sevillano, calle de San Fernando, almuerzan algunos miembros del socialismo andaluz. Caras de la «vieja guardia», entre ellos el ex presidente de la Junta, Manuel Chaves. Por sorpresa, entra en el local el dirigente vasco Patxi López, que acaba de entrevistarse con la flamante lideresa del PSOE de Andalucía. Es uno de los muchos que pasan por el barroco Palacio de San Telmo, sede del Gobierno autonómico, desde el abandono de José Antonio Griñán. Sentados a la mesa, dos generaciones de políticos analizan la situación del partido, las primarias y la elección del candidato. Todos están de acuerdo: otra vez, la federación más poderosa, Andalucía, es la clave. Mucho tiempo ha pasado desde el famoso «Clan de la tortilla», integrado por aquel grupo de sevillanos que llevaron al PSOE al poder. Pero la historia se repite y el liderazgo del partido, el nombre de su candidato en las elecciones generales, dependerá de la decisión de una mujer, Susana Díaz, a quien algunos de sus detractores comienzan ya a respetar: «Es lista, muy pragmática y sabe actuar, se equivocan quienes no la valoraban», dicen personasque trabajan a su lado. Una perfecta «aparatchik», dedicada por completo al partido, lo que la otorga un buen recorrido. Tanto que apoyó a Carmen Chacón en el último Congreso, mientras ahora mantiene muy buena relación con Alfredo Pérez Rubalcaba. En este juego de personas radica la verdadera clave del futuro del PSOE. Todos los dirigentes de peso coinciden en que Alfredo quiere continuar: «El Comité de primarias está hecho a su medida y no descubrirá sus cartas hasta el final», aseguran. También están convencidos de que se presentará Carmen Chacón, quien dio un paso atrás sólo para tomar impulso. Carmen y Susana Díaz son amigas, hablan con frecuencia y la pasada Navidad se han visto por tierras de Almería y donde la catalana tiene familia. Pero el pragmatismo de la andaluza puede imponerse a su relación personal. Un destacado «barón» así lo explica: «Las dos son de la misma generación, y si Carmen se hiciera con la Secretaría General podría ser un tapón para las ambiciones de Susana». Por ello, a la presidenta andaluza le puede interesar mucho más apoyar a Rubalcaba, un hombre ya «quemado», que no sería un estorbo para su futuro. Nadie duda que su primer reto será ganar las elecciones en Andalucía sin la losa de Izquierda Unida, para después optar al liderazgo nacional.

En el cuartel general de Ferraz lo denominan «El dilema de Susana». Es decir, si apuesta por la renovación, apoyará a Chacón en las primarias. Pero si no quiere a alguien que le haga sombra, respaldará a Rubalcaba. En la cúpula del partido admiten que surgirán otros nombres en liza, tales como Emiliano García Page, alias «El Bonín», por sus largos años junto a Pepe Bono en Castilla -La Mancha, o Patxi López y Eduardo Madina. Estos dos últimos mantienen estrecho contacto y es posible que sólo se presente uno, dado que el llamado «frente vasco» no puede ir desunido. Es lo que ahora se debate en el Partido Socialista de Euskadi. En cuanto a la Federación Madrileña, la segunda más poderosa, Tomás Gómez parece volcado en su liderazgo y campaña a la presidencia de la Comunidad de Madrid. ¿Y qué papel juegan los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, o Alfonso Guerra? A Felipe se le escucha, ve a mucha gente, da su opinión, pero sin capacidad de influencia. Mantiene muy buena relación con Rubalcaba y conversan de vez en cuando. A Chacón le tiene afecto y han coincidido varias veces en la costa dominicana de Punta Cana, dónde Carmen y su marido Miguel Barroso poseen una casa y a donde Felipe viaja con frecuencia. Según algunos amigos íntimos, públicamente no desea quedar mal con nadie, pero en su fuero interno ve al actual secretario general como el candidato más sólido. «Alfredo es el mejor, pero Susana tiene la llave», ha dicho el ex presidente a su círculo de confianza en cenas privadas. En cuanto a Zapatero, uno de sus ministros bien lo ironiza: «Está en proceso de rehabilitación». O sea, quiere reivindicar su etapa y su figura.

Con su habitual perfil de «buenismo», tampoco se decanta en público por nadie, pero en el partido opinan que Carmeta fue siempre «niña de sus ojos», y como tal la trató cuando era ministra en sus Gobiernos. Antes de marcharse a Miami, a Carmen y su marido Miguel se les ha visto en alguna ocasión con ZP y su mujer Sonsoles en un conocido local a las afueras de Madrid. Ambos ex presidentes son, en frase del propio Felipe, «jarrones chinos», sin peso orgánico. El que fuera todopoderoso Alfonso Guerra, tampoco es decisivo, un mero diputado en el Congreso. Pero Guerra nunca ha tenido buena relación ni con Alfredo, ni con Chacón. Del primero dijo aquello de «Rubalcaba, Rubalcaba, te das la vuelta y te la clava». Y de la segunda, «se ha cansado de decir que es de otro partido», en alusión al PSC. También compartió la frase de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, «Carmen Chacón es Zapatero con faldas», que levantó ampollas en el partido. En estos momentos las piezas del ajedrez están listas: Alfredo quiere seguir, Chacón se presenta y Susana decide. Es lo que un «barón» así define: «Estamos en manos de la sultana» como llaman a la dirigente andaluza. Ella va paso a paso, es astuta y ha cogido las riendas del discurso nacional. Aunque desea escenificar su respaldo al primer secretario del PSC, Pere Navarro, máxime en estos momentos de voces críticas, que en la dirección desoyen. Susana mide sus comparecencias y tiene previstos varios viajes a Cataluña en apoyo de Navarro.

A sus cuarenta años, esta trianera del barrio del Tardón es la mujer decisiva en el futuro del PSOE. Catequista cristiana, miembro de la Hermandad de la Macarena, devota de la Semana Santa, amante del Rocío y «fan» de Alejandro Sanz, juega sus cartas. Ante las primarias, todos los aspirantes le hacen guiños. Con su habitual gracejo, el que fuera presidente de la Junta andaluza, Pepote de la Borbolla, asimila la actual situación del partido con una cacería: Alfredo es todavía el halcón, Carmen, una paloma en vuelo, y Susana, una garza real. Ella es la clave.