Presentación

Marta Robles, un corto sobre el cáncer de mama y la trata

La periodista presentó ayer su primer filme, «La chica a la que no supiste amar», con su hijo Ramón como protagonista

Ramón Robles, protagonista del corto "LA chica que no supiste amar", dirigido por Marta Robles
Ramón Robles, protagonista del corto "LA chica que no supiste amar", dirigido por Marta RoblesINSTAGRAMINSTAGRAM

«La chica a la que no supiste amar» es el primer corto dirigido por Marta Robles, que ayer se presentó en Madrid. La película recoge el primer capítulo de la novela homónima de la periodista, donde se encierran las claves de la historia principal que se cuenta en el libro. En pocos minutos, visitamos el cuarto de un burdel, donde una joven africana aguarda, aprisionada por el peso de sus recuerdos de una vida terrible y llena de sufrimiento, la visita del próximo hombre que haga uso de su cuerpo. Cuando llega, ella, siguiendo el ritual impuesto de las esclavas, se desnuda frente a él, que le pide que se vuelva y le descerraja un tiro en la cabeza. Cuando cae al suelo se ve que sus pechos ya no existen porque han sido objeto de una chapucera mastectomía. Entonces el hombre pronuncia una frase dolorosamente inolvidable: «Una puta sin tetas, ¿para qué sirve una puta sin tetas?».

Lo que sucede después –el hombre que sale tras el disparo, creyendo que es un petardo de una despedida de solteras, y el recorrido hacia la sala principal del prostíbulo con pasmosa tranquilidad– dejan constancia de la sordidez de un mundo donde la vida no vale nada y las mujeres no son más que una mercancía que, si se estropea, se convierte en material de desecho.

«El proyecto surge porque en todas las presentaciones de la novela, la lectura del primer capítulo causaba tal impacto que pensé tenía que hacerlo. Era muy arriesgado, porque es muy singular y tenía poco que ver con lo que se hace aquí en España, pero merecía la pena, sobre todo, si podía hacerlo en compañía de un equipo estupendo en el que estaban mis propios hijos», afirma Robles.

«El rodaje fue complicado, porque transcurrió en el sótano de mi casa el día que Filomena visitó Madrid. Teníamos que encajar el día con las fechas de Santi Millán, que nos hizo el favor de hacer una aparición estelar y que coincidió con el día de la gran nevada, así que esa tarde ya nos dimos cuenta de que no se iba a poder marchar nadie... El caso es que además de dirigir el corto junto a Tamara González, me hinché a freír huevos para el equipo y a vaciar la despensa», recuerda.

Trabajo en familia

«Para mí guionizar y dirigir este corto era un auténtico reto. Máxime cuando el prota es mi hijo Ramón Robles y la música de la BSO la ha compuesto y ejecutado Essex, el grupo de mi hijo Mitch Martin. Me siento muy orgullosa de su trabajo y también de su compromiso con lo que se cuenta en el corto, que aborda un tema tan oscuro como es el cáncer de mama y la trata de mujeres», concluye. El filme podrá verse en Movistar a partir de julio.