Pareja
Ana Soria deja solo a Ponce... ¿qué le pasa a la chica del verano pasado?
Ni estuvo presente en el último homenaje que recibió el torero hace unas semanas ni se la esperaba
Se ha cumplido un año de la sorprendente separación de Paloma Cuevas y Enrique Ponce. Un divorcio que a día de hoy sigue sin rubricarse a pesar de que la empresaria sí lo hizo hace meses. La razón de no zanjar definitivamente esa situación solo ellos y sus más íntimos lo saben. Hay diversas interpretaciones. La más fiable tendría que ver con Ana Soria, con un padre asesor para temas económicos, abogado de profesión que a su vez es íntimo amigo de Baltasar Garzón. Al sentirse culpable de la ruptura más por la repercusión mediática que por haberse enamorado de la joven, Ponce habría sido más que generoso en ese primer acuerdo con la madre de sus hijas que finalmente no se llegó a firmar. En esta interpretación cabría la posibilidad de que le recomendaran guardar patrimonio para un futuro afectivo legal con Ana Soria. Hasta hace unas semanas este proyecto de vida en común estaba aparentemente muy claro. Enrique Ponce a sus 49 años se habría subido a un nuevo tren con destino feliz. Algo así como le sucedió a Mario Vargas Llosa cuando explicó en su 80 cumpleaños que había descubierto que la felicidad tenía el nombre de Isabel Preysler.
Hasta este momento la historia de amor entre el torero y la estudiante de Derecho era más o menos predecible e incluso tenían su mascota para entretenerse. Con Ney (así se llama el beagle) en sus vidas, los vídeos amorosos con frases de «te como» o «amor forever» dejaron paso a los paseos donde la nueva incorporación familiar era el protagonista. También se produjeron ciertos cambios en las redes sociales de ambos. Abandonaron las actitudes más amorosas y los comentarios a los que nos tenían acostumbrados.
Se habló de un pacto con Paloma Cuevas para bajar la exposición mediática. Verdad o no el caso es que el siguiente paso del torero fue eliminar su perfil en Instagram. Días después sucedía lo mismo con el de Ana Soria y las menciones en el grupo de amigos Los arrebataos, algo raro teniendo en cuenta que todos están muy presentes en las redes. Su salida de Instagram coincidía con las imágenes de la bronca que publicó la revista «Diez Minutos» donde la pareja en pleno descampado protagonizaba una pelea de campeonato.
Mientras Ponce se echaba las manos a la cabeza, la joven resolvía el momento con una postura muy común a lo que hacen todo los adolescentes cuando les regañan sus padres «mirar el móvil y mandar mensajes». De todas maneras, parece que la pareja ya se habría reconciliado, ya que Ana Soria acudió a primeros de junio a la plaza de toros de Navalcarnero para ver a su novio torear, comentando a los reporteros que «está bien» y que no había acudido a corridas anteriores «porque tenía exámenes».
Un desencuentro que tampoco tenía nada que ver con la Primera Comunión de Bianca, la menor de las hijas de Enrique Ponce y Paloma Cuevas, que se celebrará en La Cetrina a primeros del mes de julio. Ana Soria ya sabía desde el principio de su relación que el encuentro con las hijas de su novio no era una posibilidad a corto plazo.
La diferencia de edad no es ningún impedimento para que una pareja no funcione, pero en este caso ya han aparecido las primeras fisuras. Ana Soria no estuvo presente en el último homenaje que recibió el torero hace unas semanas. La Oreja de Oro Especial de Radio Nacional de España ha reconocido los 30 años de carrera ininterrumpida del diestro. Un reconocimiento que recibió en la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas y en el que, una vez más, ha llamado la atención la ausencia de Ana Soria. Y es que a pesar de lo enamorado que está de la joven almeriense, quizás por su matrimonio con Paloma Cuevas es demasiado pronto para que su novia le acompañe a este tipo de actos, que su mujer nunca se perdía. Tan discreto como de costumbre, el torero evitó comentar cómo va su relación con la almeriense y cuáles son sus planes para el verano.
Amores locos
Los rumores que la mayoría de las veces son la antesala de la noticia ofrecen datos sobre esta invisibilidad de la joven que comparte la vida de Ponce desde hace un año. Las pasiones y los amores locos tienen un recorrido con dos caminos. Una vereda que convierte ese furor en enamoramiento más calmado y con proyecto de vida en común que pasa por boda y descendencia. El otro ramal es más drástico y suele tener un The End.
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