Opinión

Un Apolo para Melania Trump

Seguro que bajo su apariencia de fría y elegante vestal eslovena, hay en Melania una cálida Afrodita siempre dispuesta a coquetear con él

Pedro Sánchez y Melania Trump
Pedro Sánchez y Melania TrumpGtres

Leo: «Europa plantará cara a Donald Trump en la guerra comercial que se avecina». No sé lo que pensaría Sun Tzu («El arte de la guerra») al respecto, quizá que la mejor guerra es la que no se hace, pero no sé cómo la avispada Von der Leyen no ha caído en la cuenta de que para plantar cara a Trump y a quien sea, nada mejor que la cara de nuestro Apolo de la Moncloa, la más guapa de Europa, Asia, África, América y Oceanía y parte de la galaxia conocida. Bien lo sabe ella, la estilosa Ursula, pues en más de una ocasión le ha puesto ojitos al presi español. Regine, la fotógrafa personal de Melania Trump, dice de su jefa: «Es una mujer fuerte, pero al mismo tiempo tiene un poder suave. Es realmente buena equilibrando a su marido».

Ahí está la clave: si Melania puede equilibrar al desequilibrado, ella debería ser la referencia en la estrategia persuasiva de la UE para suavizar la guerra comercial, los aranceles, la cuestión de las «tierras raras», la negociación de la paz en Ucrania, etc. Con tal fin, nada más exquisitamente oportuno que enviar a Washington al Apolo de la Moncloa con la misión especial de conquistar para la causa europea a Melania Trump. Según mi comité de expertas de cabecera (mis vecinas Carlota y Elena), no parece que Melania sea inmune a los encantos del Apolo. Cuando ha visitado Nueva York, las viudas y divorciadas del té en el hotel Plaza han suspirado orgásmicamente llamándole «Superman» y «Hot presidente», o sea, que más que un perrito caliente han visto en Él un Pedrito caliente. Seguro que bajo su apariencia de fría y elegante vestal eslovena, hay en Melania una cálida Afrodita siempre dispuesta a coquetear con un Apolo. ¿No lo ves, Ursula?