La princesa Charlotte alcanzó los diez años el pasado 2 de mayo y poco a poco va acaparando un mayor protagonismo. Así lo demostró durante la final de la Eurocopa Femenina en Suiza, cuando acompañó a su padre, el príncipe Guillermo, y derrochó complicidad con la princesa Leonor, que también acudió junto a la infanta Sofía.

Medios de todo el mundo destacaron el carisma de la pequeña Charlotte y muchos ya la comparan con su madre, la princesa Kate Middleton, un icono internacional de estilo y saber estar.

Parece que Charlotte seguirá los pasos de su madre en más de un sentido, y en lo que a moda se refiere, ya cuenta con un imponente joyero valorado en más de 100.000 euros, ¡con solo diez años!

Una de sus apariciones públicas más comentadas fue de nuevo en un acto deportivo: la final de Wimbledon, donde lució un elegante vestido y unas estilosas gafas de sol que dejan claro que viene pisando fuerte en cuestiones de estilo. Combinó el look con una pulsera de pandora con varios charms, sumando un total valorado en casi 260 euros, un montante que no se encuentra en la muñeca de cualquier niña de diez años.

Pero la joya de la corona -nunca mejor dicho- es el tocado adornado que lució en la coronación de su abuelo, el Rey Carlos III, a juego con su madre. Ambas piezas, obra de Jess Collett en colaboración con Alexander McQueen, están fabricadas con lingotes de plata y cristales, y decoradas con un bordado de hojas tridimensional. En total, su valor se estima en algo más de 92.000 euros.

A esta imponente pieza le sigue, aunque muy por debajo, el broche de diamantes en forma de herradura que la princesa Charlotte combinó con un vestido azul celeste en el desfile de Trooping the Colour de este año. Fue un regalo que su bisabuela, la Reina Isabel II, le hizo para mantener la tradición familiar, puesto que a ella se lo regaló su madre y originalmente perteneció a la Reina María. Su valor se estima en unos 11.700 euros.

Completan el joyero de la princesa Charlotte otras piezas de menor valor, como una pulsera de perlas de unos 2.300 euros o collares y demás adornos a precios más asequibles. Una colección que reafirma a la joven alteza como heredera de estilo de su madre o su abuela, Lady Di.