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La familia real británica, la mejor adalid en la causa “green”

El príncipe simpatiza con la frustración de los activistas ambientales y advierte del impacto del calentamiento global

El príncipe Carlos junto al fundador de FarmED, Ian Wilkinson, durante su visita al centro de educación agrícola y alimentaria
El príncipe Carlos junto al fundador de FarmED, Ian Wilkinson, durante su visita al centro de educación agrícola y alimentariaToby MelvilleAgencia AP

Un mes después de que se anunciara la separación del príncipe de Gales y Lady Di, en 1993, salieron a la luz algunas de las conversaciones «subidas de tono» que por entonces mantenía Carlos de Inglaterra con Camilla Parker Bowles. «No puedo soportar un domingo por la noche sin ti (…) No puedo comenzar la semana sin ti», fue una de las pocas frases románticas que se le escuchó decir a la actual duquesa de Cornualles en las grabaciones, quien poco a poco iba aumentando la intensidad del diálogo. «¿Y qué pasa conmigo? El problema es que te necesito toda la semana, todo el tiempo. ¡Dios mío! ¡Si pudiera vivir metido en tus pantalones sería mucho más fácil!», replicaba el primogénito de Isabel II. «¿En qué te vas a convertir? ¿En unas bragas?», respondía Camilla entre risas, a lo que el príncipe agregaba su famosa frase: «Dios no lo quiera; en un tampón. ¡Eso estaría bueno!». Frases «verdes» que crearon una imagen poco seria del heredero al trono y que dieron la vuelta al mundo. Casi tres décadas después, el príncipe se ha convertido en adalid de la causa «green», pero no en el sentido anterior, sino en el de defensor del medio ambiente.

Durante años, Carlos ha mostrado su interés por construir un mundo mejor y prueba de ello fue el anuncio a principios de 2021 de una iniciativa en la que involucraba a grandes empresas para que incluyeran iniciativas más ecológicas en sus planes de futuro. «Carta a la Tierra» era el nombre de ese proyecto, que lo unió con grandes empresas mundiales como Bank of América y BP. «Estamos en un punto de inflexión histórico en las vidas y los medios de vida de las generaciones actuales y futuras», dice un fragmento de su ensayo. «El objetivo es hacer de la sustentabilidad la historia del crecimiento de nuestros tiempos, mientras colocamos a la naturaleza como el motor de nuestra economía».

De todas las alfombras por las que han desfilado el príncipe Guillermo y Catalina, la que les llevó el pasado fin de semana al Alexandra Palace de Londres es probablemente una de las más especiales para ellos. No era roja, sino verde. Y, al igual que el resto de invitados, no podían estrenar vestidos o traje, sino reciclar uno que ya tuvieran de antes. Ella optó por un vestido de Alexander McQueen de 2011, visto por primera vez en un evento de los Bafta en Los Ángeles durante una gira real a los Estados Unidos en el mismo año. Él usó una chaqueta de terciopelo verde oscuro que usó en una gala benéfica de 2019 con un cuello polo negro.

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En definitiva, todo era muy distinto en esta gala debut de los bautizados como “Eco Oscar”, unos galardones creados por la Fundación Real de los duques de Cambridge que aspiran a “inyectar optimismo” en el debate sobre la lucha contra el calentamiento global, reconociendo ideas creativas y extrapolables. Se concederán hasta 2030 en ceremonias en distintas ciudades. El próximo destino será Estados Unidos, según reveló el propio príncipe.

Todo en la ceremonia trató de ser respetuoso con el medio ambiente: no se usó plástico, nadie viajó en avión y la banda de Coldplay de Chris Martin -que contó con la participación de los surcoreanos BTS- generó su electricidad con el pedaleo de sesenta ciclistas.

Entre los cinco ganadores -que recibieron un millón de libras (1,18 millones de euros, 1,37 millones de dólares) cada uno y tendrán apoyo logístico para sacar adelante sus iniciativas- figuró el Gobierno de Costa Rica, que se hizo con la categoría de Proteger y Restaurar la Naturaleza por su programa de Pagos por Servicios Ambientales, por el que el país brinda reconocimiento económico a dueños de terrenos que deciden emprender proyectos ambientales o proteger el bosque dentro de sus propiedades.

El príncipe Guillermo advirtió de que vivimos en un momento clave para la historia de la humanidad y lo que decidamos “hacer o no hacer en los próximos diez años determinará el destino del planeta durante miles”. “Muchas de las respuestas ya las tenemos... pero necesitamos a todo el mundo, de todas partes de la sociedad, para aumentar la ambición y unirnos para reparar” la Tierra, dijo el segundo heredero al trono.

Los premios Earthshot vienen a culminar la agenda verde de la Familia Real británica, convertida en el mejor adalid de la “causa green”. En este sentido, apenas a dos semanas de que Escocia acoja la importante cumbre del clima de la ONU, el príncipe Guillermo ha pedido a los empresarios y multimillonarios enfocarse en proteger el medio ambiente y el planeta, en vez de centrarse en una carrera por el turismo espacial. “Algunas de las mentes y cerebros más brillantes del mundo deberían intentar antes que nada arreglar este planeta, no tratar de encontrar el próximo lugar para vivir”, afirmó recientemente el en una entrevista con la BBC. Guillermo ha heredado la preocupación que desde hace años muestra su padre, el príncipe Carlos, al que considera “un adelantado a su tiempo”.

Britain's Prince William speaks on stage, during the first Earthshot awards ceremony at Alexandra Palace in London, Britain October 17, 2021. Picture taken October 17, 2021. Yui Mok/Pool via REUTERS
Britain's Prince William speaks on stage, during the first Earthshot awards ceremony at Alexandra Palace in London, Britain October 17, 2021. Picture taken October 17, 2021. Yui Mok/Pool via REUTERSPOOLREUTERS

Simpatizante de Greta Thunberg

El heredero al trono también se sumaba recientemente a la causa con una entrevista a la BBC donde simpatizó con la “frustración” que sienten los activistas ambientales y advirtió sobre el impacto “catastrófico” que podría tener el calentamiento global si no se toman medidas.

Hablando desde los jardines de su casa Birkhall en la finca de Balmoral, Aberdeenshire, el príncipe de Gales expresó que al mundo le había tomado “demasiado tiempo” darse cuenta de los riesgos del cambio climático. Continuó citando sus preocupaciones de que los líderes mundiales “simplemente hablarían” cuando se reúnan en Glasgow el próximo mes para la conferencia climática Cop26. “El problema es actuar sobre el terreno”, aseguró.

Cuando se le preguntó si simpatizaba con Greta Thunberg, respondió: “Por supuesto que sí, sí. “Todos estos jóvenes sienten que nunca pasa nada, así que, por supuesto, se van a frustrar. Lo entiendo totalmente por qué nadie escucharía y ven que su futuro está totalmente destruido”.