La Reina Sofía se resiste a bajarse de la agenda oficial y son cada vez más los actos que amadrina, ayudando a su hijo y su nuera en la tarea de representar la Corona. Esto le hace permanecer cerca del público, con constantes apariciones que constatan la buena salud de la que goza. Quizá porque su alimentación es exquisita, como así ha demostrado una vez más al estimular su paladar en un restaurante gallego que ha compartido con todos qué comió.

Como ya hacía el Rey Juan Carlos siempre que salía de palacio, no dudaba en probar lo mejor de cada rincón. Tras su jubilación recorrió mundo persiguiendo estrellas Michelin y experiencias gastronómicas, como también lo hace de forma más discreta su mujer. La última ocasión ha sido esta misma semana, cuando ha acudido a Orense a inaugurar el XXVIII Congreso de los Bancos de Alimentos en el Auditorio Municipal. Una jornada importante que merecía celebrarse más tarde en Casa Alberto, en Castro Caldelas.

La Reina Sofía deja huella en el restaurante de Orense

Provoca mucho interés en el público conocer por qué manjares se sienten atraídos los miembros de la Casa Real. Últimamente, quienes más alegría está dando a estos curiosos es la Reina Sofía. En su tarea de visitar personalmente diversos bancos de alimentos para conocer cómo trabajan y dar visibilidad a su inestimable labor, ha recorrido la geografía española de punta a punta. Por supuesto, no todo es trabajo, yen los altos en su camino sacia su apetito en restaurantes con muy buena crítica, a los que da un voto de confianza. No suele equivocarse.

No lo hizo en Casa Alberto, desde donde han hablado con la revista ‘Semana’. Como suelen destacar todos los que tienen el placer de cruzarse en su camino en idénticas circunstancias, la consideran “muy elegante”, además de “empática y encantadora”. Tampoco dudaron en presumir de su visita real en sus perfiles públicos: “Día inolvidable en Casa Alberto. Hoy hemos tenido el grandísimo honor de recibir en nuestra casa a Su Majestad, la Reina Doña Sofía. Y, para mí, un privilegio aún mayor haber tenido la oportunidad de cocinar para una mujer verdaderamente excepcional. Una reina que, más allá del título, brilla por su humildad, educación, cercanía y encanto natural. Su presencia ha llenado nuestra casa de alegría, respeto y admiración. Y su equipo, todo un ejemplo de profesionalidad y calidez”, escribían desde el local agradeciendo el honor recibido con su visita y confianza a su cocina.

Un menú digno de una reina: ¿Qué comió?

En Casa Alberto han comprobado cómo es cierto eso de que la Reina Sofía “no come mucho”. Suele ser un comentario que repiten algunos afortunado cocineros que han podido estimular su paladar. Eso sí, reconocen también que es exquisito y muy agradecido. Desde el local han detallado a la citada revista que la madre del Rey Felipe VI comenzó probando una de las empanadas que dan fama a su local: la de zamburiñas con mejillones. Le gustó tanto que repitió, aunque quiso reservar un hueco para los platos principales.

Su menú comenzaba con zamburiñas a la plancha uno de los productos estrella del establecimiento. Al igual que los chipirones a la plancha, a los que no pudo resistirse. La Emérita es amante del pescado, de ahí que se decantase por un rodaballo para saciar su apetito. Esta vez, la Reina Sofía optó por no tomar postre.