Aniversario

Letizia, los 51 años de una Reina renacida y más cercana que nunca

La mujer de Felipe VI cumple años en su mejor momento profesional y representando con éxito, nacional e internacional, a la Institución de la Corona

La reina Letizia durante las celebraciones de la selección española femenina de fútbol tras imponerse a Inglaterra en la final del Mundial de Fútbol femenino en el Accor Stadium en Sídney Australia
La reina Letizia durante las celebraciones de la selección española femenina de fútbol tras imponerse a Inglaterra en la final del Mundial de Fútbol femenino en el Accor Stadium en Sídney AustraliaJosé JiménezAgencia EFE

Todo aquel que haya compartido más de cinco minutos con la Reina Letizia sabe que a la monarca le encanta el trato humano, es sutilmente inquisitiva y le gusta saber de los demás, más que ser escuchada por palmeros, y tiene una capacidad asombrosa para retener nombres de pila de gente que acaba de conocer, una cordialidad que confunde involuntaria a sus oyentes que no saben si tratarla de tú o de usted. La Reina Letizia, que guardó en palacio –con cierta guasa– unas zapatillas con las letras impresas «God Save The Queen», no puede evitar el contacto físico con su interlocutor, nunca evita los dos besos y durante la conversación o al finalizarla siempre, por breve que haya sido la charla, posa su mano en el brazo de su contrario o se la lleva al pecho y hace un gesto de agradecimiento. Letizia Ortiz Rocasolano mira fijamente, se come a la cámara y a quien pille. Todo sin querer, es parte de su vis como periodista y porque está convencida que solo acercándose a la gente puede representar de mejor manera a la Institución que representa. Todas estas características de la mujer de Felipe VI que antaño molestaban a muchos –tanto dentro como fuera de Zarzuela–, ahora son los grandes valores de la Corona española.

Doña Letizia, con 51 años recién cumplidos, no es la Reina campechana típica de los Borbones. Es una mujer cercana, profesional y muy comprometida con un rosario de causas solidarias que ha conseguido poner en el foco mediático a través de sus múltiples discursos sobre salud mental, cuando pocos hablaban de ellas, o de enfermedades raras, cuando eran un nicho marginal. Ha tenido que hacer una verdadera carrera en la que el principal obstáculo era ella misma. Su «look», su pelo, su piel, sus retoques y hasta la altura de sus zapatos han eclipsado durante años las causas que arropaba. Pero ella siempre ha sido la gallina de los huevos de oro de la Corona y el tiempo le ha dado la razón.

Hoy es una Monarca reconocida internacionalmente y no solo es alabada por su estilo. Su implicación en temas sociales es cada vez más conocida. Para la que escribe una de las más relevantes y que fue marcando por dónde quería diseñar su agenda fue el barrio marginal de Son Roca, en Palma de Mallorca, después del confinamiento, una etapa en la que se apostó por estar del lado de todos, por sectores, por oficios y por Comunidades Autónomas. Aquí salió la Reina Letizia de Zarzuela para poner en el foco las virtudes y las necesidades de los españoles. Tras centro Naüm de Son Roca, que visitó con su esposo y sus hijas en sus vacaciones estivales en Marivent en 2020, en pleno post confinamiento había una estudiada filosofía. Los Reyes seguían teniendo su verano de yates y regatas, pero tenían muy presente que no todo en Mallorca es lujo y vacaciones y así se lo quisieron transmitir a sus hijas. Después de la visita real a este barrio, se consiguieron tablets para que muchos estudiantes pudieran tener el famoso tele-colegio y la cobertura móvil de este área mejoró para que lo primero fuera posible. Ella pone en el foco el problema y las oportunidades fluyen.

«Se come la cámara»

No es casualidad que la Reina haya inaugurado recientemente el curso escolar en un centro de Formación Profesional en Langreo, Asturias, y justo uno que imparte materias especializadas en la comunicación, la imagen y el sonido. La FP durante años vapuleada tiene ahora como madrina a la Reina. Cuando llega a estos actos instituciones ya no sigue el protocolo, da prioridad a la gente. Nos lo cuenta el fotógrafo Jose Gegúndez, que con su socio Robert Smith, llevan desde 2009 siguiéndola a cada evento, dentro y fuera del país. «En esta apertura de nuevo curso, Letizia es más ella que nunca. En los recientes actos de Pamplona, Galicia o Asturias hemos vistos cómo su prioridad era saludar a la gente de a pie y conocer sus historias personales. Esos 50 segundos de conexión, en los que no rechaza hacerse una foto o estrechar la mano. Luego, entra regia a los actos, como hace habitualmente. Letizia ha ido fortaleciendo esa conexión natural que tiene con la gente y esto se ha convertido en uno de los grandes valores de la Corona, apuntan Gegúndez, que inaugura una exposción colectiva sobre los reyes en Nikon House, Madrid, ahora que se van a cumplir una década de reinado.

Letizia celebró como viene haciendo habitualmente en privado su cumpleaños. No se descarta que haga un viaje a Gales para ver a la Infanta Sofía, que lleva apenas unas semanas fuera de Zarzuela. Pero, como siempre, sus escapadas son privadas y Casa Real no informa de ello. La marcha de las hijas fuera del matrimonio ha abierto una nueva etapa para ambos. Juntos oficialmente les veremos a finales de octubre, cuando la Infanta tenga un parón por sus vacaciones, lo que coincidirá con el cumpleaños y la mayoría edad de la Princesa de Leonor. Gracias a estas partidas, hemos podido ver a una Reina amorosa con sus hijas y también muy cariñosa con el Monarca. Una nueva Letizia renacida a sus 51 años y con menos filtros impostados.