
Trooping the Colour
¿Qué sucede cuando la Familia Real británica abandona el balcón?
El saludo a los ciudadanos fue uno de los momentos más emblemáticos del desfile del sábado, pero, ¿qué se vive de puertas adentro? Un exmayordomo ha compartido algunos detalles

El sábado 14 de junio, la Familia Real británica celebró uno de los desfiles más simbólicos y esperados del año: el Trooping the Colour. Es una tradición centenaria con mucha pompa y cargada de significado. Para los Windsor se convierte en un pretexto para transmitir unidad familiar y confianza al pueblo británico. Cada detalle cuenta. Desde la majestuosidad de Kate Middleton en el carruaje con sus tres hijos a los saludos de todos los miembros desde el balcón de Buckingham Palace o los símbolos de sus vestimentas. Ayer, tanto el rey Carlos como el príncipe de Gales lucieron un brazalete negro en señal de respeto a las víctimas de Air India.

Este es, sin duda, uno de los momentos en los que, sin perder su solemnidad, la familia deja asomar cierta espontaneidad. Una vez más, el pequeño Louis llamó la atención, también la del rey Carlos. Durante la exhibición aérea, abuelo y nieto compartieron una entrañable charla. La experta en lectura de labios Nicola Hickling ha podido descifrar qué se dijeron cuando las flechas rojas pasaron sobre el Palacio de Buckingham y el monarca pareció tocar los hombros de Luis. "¡Oh, es tu avión favorito!". A continuación, Carlos III trasladó sus apreciaciones sobre los aviones a su hijo William.

¿Qué ocurre cuando la Familia Real se despide con un último saludo y abandona el balcón? El exmayordomo real Grant Harrod ha explicado algunos detalles. Desde el balcón, se dirigen a la Sala Central del Palacio de Buckingham donde se les sirve un cóctel ligero. "Luego se van a almorzar. No sé exactamente qué sala usan para almorzar, pero es muy probable que sea el Salón Chino, que suele usarse como comedor familiar. Almuerzan en privado y terminan con café y té".
La prisa del rey Carlos
Dependiendo de los compromisos, algunos miembros de la realeza deben marcharse inmediatamente después del almuerzo. "Otros podrían quedarse un poco más. Pueden ir a una de las salas de estar o de dibujo del ala privada del Palacio para conversar". Teniendo en cuenta la agenda del Rey y su nivel de autoexigencia, Harrold sospecha que no prolonga las sobremesas más allá de lo necesario y que enseguida sube al coche que le llevará a Highgrove o Clarence House. "Probablemente a Highgrove".
El almuerzo familiar es una ocasión para conversar y reconectar con aquellos familiares menos cercanos. También, según añade el exmayordomo, es una oportunidad para que los miembros de la realeza con más experiencia orienten a las generaciones más jóvenes sobre las responsabilidades de la vida pública.
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