
Polémica en Montecarlo
El tenso encontronazo de Charlène con la examante de su marido
La princesa de Mónaco no solo ha tenido que vérselas con la amiga de juegos de alcoba del príncipe Alberto, sino también con su hijo en común

Desde hace años es difícil cruzarse con Charlène de Mónaco. Vive apartada del mundo, sin apenas atender actos oficiales de la agenda del Principado y tampoco arropando a su marido, el príncipe Alberto, en sus quehaceres. Prefiere estar recluida con sus hijos, centrada en recuperar la salud y la estabilidad perdida. Pero siempre hay momentos que le obligan a dar la cara, como así sucedió el pasado 18 de mayo en el Vaticano, en la misa inaugural del nuevo Papa León XIV.
Mucho se habló de su estilismo, de su figura, de su actitud, pero pronto han regresado los titulares que le confrontan no solo con su marido, sino también con una de las mujeres que han formado parte de la vida –y la cama- del soberano monegasco. Y es que, tal y como se afirma desde Reino Unido, la princesa ha tenido que pasar por un momento muy delicado, al cruzarse en su camino la examante de su marido,Nicole Coste, madre del primogénito Alexandre Grimaldi.
El encontronazo de Charlène con la examante de Alberto

Todo sucedió en Montecarlo, donde tenía lugar el Gran Premio de Fórmula 1. El príncipe Alberto no se lo iba a perder, pero la sorpresa fue que le acompañase su esposa al encuentro. Especialmente porque no se había tenido la precaución de evitarle pasar por el mal trago de cruzarse con su peor enemiga. La examante de su marido, Nicole Coste, estaba allí dispuesta a disfrutar del espectáculo junto a su hijo Alexandre, el que nación fruto de una relación fuera del matrimonio. Mantuvieron un affaire durante 5 años y cuando estalló la polémica ya había un niño en el mundo, su primogénito, el cual fue reconocido después. Jamás podrá ser príncipe de Mónaco, pero al fin goza del cariño de su padre. No tanto de su madrastra.
Se vivieron momentos de gran tensión. No saltaron a los titulares de inmediato, sino que ha sido ahora, a través de la publicación de ‘Tatler’, que se ha conocido lo que sucedió. La princesa Charlène aún tendrá el cuerpo cortado y los nervios a flor de piel por lo vivido en un día que estaba llamado a ser emocionante por otros motivos. El hijo mayor del príncipe Alberto de Mónaco cebó la controversia al mostrarse en redes sociales feliz con su madre, a escasos metros de donde se encontraba su padre y la esposa oficial de éste. No sentó muy bien y la polémica se hizo viral en cuestión de horas.

Aunque no se ha podido confirmar si se cruzaron sus caminos, desde la citada revista se plantean lo incómodo que ha sido para la princesa Charlène tener que pasar por tan difícil instante. Su marido, como si tal cosa, estaba disfrutando como un chiquillo del espectáculo automovilístico. No le importaba que estuviese su hijo mayor, ni tampoco quien fuese su amante durante cinco años. Mucho menos que su esposa estuviese entre la espada y la pared, teniendo que guardar la compostura y lucir sonrisa ante las cámaras, mientras se le descompone el cuerpo por lo que se ha considerado como una falta de respeto.
Se habla de cómo podría haber sido el encontronazo: “Cualquier reencuentro bien podría haber sido gélido”, mantienen desde la citada publicación británica. La misma que recuerda cómo en 2011 la princesa Charlène y Nicole Coste cruzaron límites peligrosos: “Se informó que llegaron a las manos después de que la futura novia le ofreciera alojamiento a Alexandre en el ala del personal del Palacio del Príncipe”. Fue un gesto feo, aunque el príncipe Alberto de Mónaco lo haya negado en varias ocasiones que sucediese. Desde entonces han sido varias las ocasiones en las que ha puesto en los mismos apuros a su esposa y no parece entender el dolor que puede arrastrar ella ante la perpetua presencia de la amante.
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