Amador Mohedano arremete contra su sobrina Rociito por apartarle del museo de Rocío Jurado

Fue el impulsor del museo dedicado a su hermanadesde los inicios del proyecto, puso todo su empeño en sacar adelante la iniciativa, supervisó los trabajos y se entregó en cuerpo y alma para que ese museo se convirtiera en una realidad.

Pero Amador Mohedano no pudo cristalizar el proyecto y acabó apartado del mismo. Dicen que buena culpa de su despido la tuvo su sobrina, Rocío Carrasco, con la que el hermano de la recordada Rocío Jurado no mantiene relación desde hace años.

Ahora está a punto de hacerse realidad el sueño de “la más grande”, y el museo estará abierto dentro de unos meses en Chipiona, la tierra chica de la cantante. Y va a ser uno de los mayores acontecimientos celebrados en la historia de la localidad.

Pero Amador no cuenta en esta empresa, y sabe perfectamente que el veto viene de su sobrina. Cabreado y dolido, lanza mensajes en las redes sociales, hablando de injusticia, de falta de respeto, de ninguneo.

El, que tanto hizo por montar el proyecto, arremete contra la culpable de su ostracismo, una Rociito que parece vengarse de los desafueros con su tío. La hija de la Jurado incluye a su tío en esa parte de la familia materna a la que rechaza completamente. No hay vuelta atrás.

Si Amador quiere entrar en el museo será pagando la entrada. Como todo el mundo. Ay si la gran artista pudiera contemplar tanto enfrentamiento entre los suyos, seguro que se moriría de pena.

Porque en vida, luchó lo indecible para mantener unida a su gente. No era tonta, y veía cosas que no le gustaban, como, por ejemplo, la animadversión que sentían el uno por el otro, Amador y el marido de su hija, Fidel Albiac. Bastante sufrimiento le causó aquello.