Los hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau consiguen poner a sus padres de acuerdo

La presión de los hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau han logrado lo que sus padres no han conseguido desde que tomaron caminos separados. Los cuatro niños, que apenas se ven desde que el cantante y el escultor rompieron su relación, son los “culpables” de que sus progenitores hayan llegado al acuerdo de intensificar de algún modo los reencuentros.

A pesar de que el artista y su ex pareja no se hablan, sus chicos sí que lo hacen continuamente, por videoconferencias o distintas plataformas de Internet. Ni los nueve mil kilómetros que les separan, dos residen en México, y los otros dos en Valencia, son un problema para que el cariño que sienten los unos por los otros decaiga.

Ellos no entienden las desavenencias de sus padres, priorizan sus sentimientos por encima de cualquier desafuero, todos nacieron en el 2011, por lo que a sus más de diez años de edad, comprenden la situación, y no les gusta vivir separados, pero ni Miguel quiere venirse con sus dos hijos a España, ni Nacho irse con los suyos a México.

Además, parece ser que Palau ha vuelto a encontrar el amor en una persona valenciana relacionada con el mundo de la cerámica. Su corazón está de nuevo ocupado, mientras que el de Miguel sigue vacío, aunque sabemos que tiene por ahí, según nos cuenta un empresario español que vive en la misma urbanización mexicana que el cantante, “un amigo muy especial. Se están conociendo y Bosé parece muy ilusionado”.