Investigado
Luis Lorenzo, de los números rojos a guardar 142.000 euros en casa
El actor tiene varias sociedades en pérdidas o disueltas. Por sus últimas apariciones cobró 500 euros
El caso del envenamiento de María Isabel Suárez, la tía política del actor Luis Lorenzo y su mujer, Arancha Palomino, tiene todos los ingredientes de un guión de película. Un actor, Luis Lorenzo, que encarna el papel de galán en horas bajas y sin trabajo desde hace años. Una tía rica llegada a Madrid y un envenenamiento con dosis letales de metales pesados en su cuerpo, como revela la autopsia practicada por los forenses. Por el camino, el drama de una familia, encarnado en el hermano de María Isabel, que sospechó desde el primer momento que Luis Lorenzo y su mujer, Arancha, habían sido partícipes activos en la muerte.
La implicación del actor como investigado en el caso, ha puesto de manifiesto una situación económica complicada que contrasta con el registro de su casa de Rivas Vaciamadrid, donde la Guardia Civil encontró 142.000 euros en efectivo. El dinero estaba guardado en el dormitorio de la pareja en bolsas y repartido en diferentes escondites. Una cantidad de dinero que sorprendió a la Guardia Civil. «Ese es el dinero de mi marido, que tiene una trayectoria de más de 30 años de carrera y de forma voluntaria ha decidido tenerlo en mi casa en lugar de tenerlo en el banco», señalaba su mujer Arancha, en el declaraciones a «El Programa de Ana Rosa».
La posición económica de la pareja es un elemento clave de la investigación. Los últimos años en la carrera de Luis Lorenzo nada tienen que ver con sus inicios en los años 90 como presentador estrella en TVE, donde llegó a acompañar a Raffaella Carrá en el programa «¡Hola Rafaella!». Sus últimas apariciones son personajes episódicos en series de televisión como «Homicidios» o «La que se avecina», por los que el actor cobraba por episodio en torno a los 500 euros. Curiosamente, en la última de la ficciones en esta serie, Lorenzo, que interpretaba a Ferrán Barreiros, tenía una empresa de marisco al que intentaba envenenar su competidor, Antonio Recio, que interpretaba Jordi Sánchez.
Un reguero de empresas
Al margen de la interpretación, Luis Lorenzo era administrador de varias sociedades con las que facturaba sus servicios profesionales como actor. Lorenzo es titular de tres empresas, dos de ellas ya extinguidas, en las que los números rojos se asomaban en su balance. Lorenzo constituyó en 1996, como administrador único, la empresa Lorenzo Producciones S.L. Dedicada a la actividad de postproducción cinematográfica, vídeo y de programas de televisión, y localizada en la calle Portalegre, de Madrid, el último balance de la sociedad habla de la difícil situación económica que vivía el actor. Con unos activos de 96.000 euros y un patrimonio neto cercano a los 100.000 euros, la empresa encadenaba pérdidas los años anteriores a 2016, año en que presentó su último balance.
En este último ejercicio, tras presentar deudas comerciales por valor de 4.733 euros, el saldo al final del ejercicio era negativo con pérdidas de 776,96 euros. Pese a los números rojos, la empresa remontaba el vuelo si comparamos con 2015, cuando había declarado números rojos por valor de 7.970 euros. El actor decide extinguir la empresa en diciembre de 2017. En 2014, Lorenzo crea Sky Managering S.L. radicada en Madrid, en la calle Julián Camarillo, y dedicada a la «gestión, promoción y dirección de toda clase de proyectos empresariales, marketing y producciones audiovisuales», la empresa fue disuelta dos años, en diciembre de 2016, de forma voluntaria. En su camino no existen datos contables de su corta trayectoria. Además, Lorenzo figuraba como apoderado en la mercantil Desert City, un vivero de cactus situado en plena carretera de Burgos. El actor emprendió junto a su entonces novia, Mercedes García Bravo, administradora única de la misma. El actor participó en los inicios de la sociedad, concretamente desde junio de 2013 hasta abril de 2016. Se encargaba del registro contable de la empresa, tenía plenos poderes y cobraba 15.000 euros de sueldo. Pero empezó a faltar dinero.
Según Mercedes, Lorenzo triplicaba las facturas que emitía a su empresa desde Desert City, retiraba en efectivo dinero que no devolvía a la caja de la empresa y cobraba por servicios inexistentes. En total, 500.000 euros de descubierto que Mercedes le reclamó y Lorenzo, entre la espada y la pared, tardó pocos días en devolver. Mercedes reconoce que «estaba ciega». La abogada que los presentó fue quien le abrió los ojos. Contrató un detective por su cuenta para que lo espiara y descubrió que el actor mantenía una relación paralela con su hoy mujer, Arancha Palomino, a la que había conocido un año antes en «De buena ley», el programa de Mediaset en el que ambos colaboraban. Mercedes puso fin a su relación. «Un año después descubrimos que los tickets de caja no cuadraban con las salidas de efectivo. Eran otros 130.000 euros que le reclamé por burofax, pero él ya había huído de esa dirección», señalaba su ex novia. Ahora, localizado de nuevo, Mercedes piensa denunciarlo ante el juzgado para reclamar el resto de la deuda, asegura a LA RAZÓN.
✕
Accede a tu cuenta para comentar