Relación

El cariñoso mensaje de Isabel Luna a Ortega Cano: “Te abrazo, compadre”

La artista mantiene una relación muy especial con el torero

Isabel Luna
Isabel LunaJosé OlivaEuropa Press

La especial amistad entre Isabel Luna y José Ortega Cano se afianza. Y la cantaora no para de lanzarle mensajes cariñosos. Tras disfrutar juntos, y bailar al mismo compás, en la fiesta de inauguración del museo que San Sebastián de los Reyes dedica a Ortega, ella subió a las redes un cariñoso mensaje para el veterano torero: “ayer pusimos música al sueño de Jose Ortega Cano. Ojalá que tu museo te dé muchas alegrías. Te abrazo, compadre”.

Isabel, a la que algunos medios intentan calificar como la nueva novia de José, sigue insistiendo en que son solamente amigos. Así nos lo hizo saber recientemente: “entre los dos hay muchísimo cariño, pero nada más”.

Y aclara que se conocen desde 1986, y Ortega , según indica la cantante, “es mi compadre, padrino de bautizo de mi hijo Chema”.

Jose Ortega Cano e Isabel Luna
Jose Ortega Cano e Isabel LunaGAAGTRES

La amistad con el maestro se extiende a su familia. No hace mucho, Isabel estuvo cenando con su compadre y algunos de sus familiares, entre ellos su hermana Mari Carmen, su cuñado Aniceto y Marina, la señora que lleva años trabajando en su casa.

Gracias a Luna y a otras amistades íntimas, José se está recuperando del dolor que le produjo la separación matrimonial de Ana María Aldón. Porque, digan lo que digan en sentido contrario, él luchó hasta el final para salvar esa unión. Y aunque hizo un poco el ridiculo con su frase de “mi semen es de fuerza, vamos a por la niña”, su intención era recuperar antiguas sensaciones con la que todavía era su mujer.

Lo que parece muy claro es que, al ver que su matrimonio no tenía solución, ha encontrado los mayores apoyos en sus tres hermanos, sus hijos y la misma Isabel, que es como un miembro más de la familia Ortega.

En apenas unas semanas, el cartagenero de nacimiento y madrileño de corazón, ha cambiado su semblante. De aparecer cabizbajo y triste, con enfrentamientos continuos con los reporteros, se ha transformado en un hombre alegre, “consumado” bailarín al son de las canciones de su amiga especial, ilusionado con su museo… Empieza su nueva vida con ganas de emprender proyectos, como ese que podría hacerse realidad si finalmente ayuda a su hija Gloria Camila a abrir un restaurante en la urbanización en la que vive. Padre e hija están más unidos que nunca.