Adele cumple hoy 37 años y, más allá de las cifras récord o los premios acumulados, su historia personal es la de una mujer que se reconstruyó desde las grietas. Nacida en Tottenham en 1988, su infancia estuvo marcada por la ausencia de un padre con problemas de alcohol. Mark Evans, mecánico galés, abandonó a la familia cuando Adele era un bebé. Años más tarde, intentaría reconciliarse, pero vender una historia íntima a la prensa en pleno ascenso de su hija selló la distancia definitiva.

Su madre, Penny Adkins, la crió sola mientras dejaba atrás su propio sueño de ser música. Esa sensibilidad artística, sin embargo, fue su herencia más poderosa. Adele descubrió el canto como una necesidad emocional. El bullying escolar por su peso y la soledad afectiva encontraron en Etta James, Ella Fitzgerald y las Spice Girls una vía de escape.

Ansiedad, alcohol y pánico escénico

A los 14, Adele ingresó a la BRIT School for Performing Arts, donde empezó a pulir ese talento inusual. Un demo grabado para la escuela terminó en MySpace y de ahí a un contrato con XL Recordings. El resto es historia pop: su primer álbum, "19", lanzado con apenas 19 años, la catapultó al éxito. Su voz tenía algo que el pop había olvidado: alma.

Pero el éxito trajo su propio caos. Relaciones insanas, ansiedad, alcohol y pánico escénico se colaron en su vida privada. "Cancelé mi primera gira por amor, o por dependencia. Fue una época oscura", confesó. Su salud vocal también sufrió: una hemorragia en las cuerdas vocales la obligó a operarse en 2011. A los 23, ya había tocado el cielo y también conocido el vértigo de caer.

La maternidad llegó en 2012, con el nacimiento de Angelo, fruto de su relación con Simon Konecki. Pero la depresión posparto y la presión de ser madre y figura pública al mismo tiempo la desequilibraron. El matrimonio se disolvió en silencio tras una década y una separación millonaria.

En los años siguientes, Adele se replegó del ojo público. Cambió su estilo de vida, perdió 45 kilos, y enfrentó críticas tanto por su peso anterior como por su transformación. Ella fue clara: lo hizo por su salud. "Me amo más que antes", dijo.

En 2021, tras años de silencio, reapareció con "30", su álbum más personal, donde hablaba de rupturas, terapia y reconstrucción. Fue también el año en que conoció a Rich Paul, el agente de LeBron James. Desde entonces, vive una relación estable, lejos del ruido, y con planes de agrandar la familia. "Es la primera vez que me amo lo suficiente para amar bien", dijo.

Hoy, Adele no solo celebra su cumpleaños, celebra su vida reconstruida. Con una voz intacta, una historia vivida y un futuro en calma, se permite, por fin, bajarse del escenario y vivir.