Gastronomía

Adriana Oroz: «La planificación es la clave para cualquier cambio en la vida»

Graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Navarra, detalla el método revolucionario para tener una dieta sana y equilibrada en su libro «Cómo aplicar el método del plato»

Adriana Oroz
Adriana OrozCedida

La alimentación es la clave para la vida de todo ser humano.Es habitual escuchar que nos preocupamos poco, o nada, por la cocina y todo lo que la rodea. Sin embargo, es más especial y más importante de lo que nos creemos. La buena organización en casa y la construcción de buenos hábitos es determinante para lograr el objetivo que nos propongamos.

El ser humano es un animal de rutina. ¿Es tan complicado crear un hábito?

No es tan complicado, pero cuesta cambiar nuestra forma de alimentarnos y hacer cambios en nuestro estilo de vida. Cualquier proceso de cambio implica transformaciones en muchos aspectos. En nuestros hábitos de vida (la alimentación, el deporte, el descanso, las relaciones, etc.) reflejamos la persona que somos. Y, por ello, no se consigue cambiar de un día para otro. Hay que ser conscientes de que nuestros hábitos dependen en gran medida del contexto psicosocial que hemos vivido y vivimos actualmente. Cambiar o mejorar los hábitos implica, en muchos casos, remar contracorriente, que haya aspectos que cuestan cambiar, modificar y por eso de primeras no podrás con todo. Pero no implica que no puedas. Con pequeños cambios en el día a día, puedes conseguir resultados extraordinarios en el futuro cercano.

¿Cómo podemos luchar frente a la procrastinación?

La vida de tu yo futuro depende en gran parte de lo que haga tu yo actual. La persona que serás dentro de cinco o diez años depende en gran medida de la vida que lleves ahora, de lo que comas hoy, de la actividad física que hagas hoy, de las actividades sociales o culturales que realices hoy, de las personas de las que te rodeas hoy y de los hábitos que fijes hoy. ¿Por qué no empiezas a actuar en consecuencia? Si somos conscientes de ello y vemos que la mejora y el cuidado de nuestra salud puede estar en pequeños detalles del día a día, detalles que cuentan y que siempre aportarán beneficio hacerlos antes que no hacerlos, como aumentar la ración de vegetales, incluir la fruta de postre, subir escaleras en lugar de en ascensor, etc., será más fácil no procrastinar tanto. A menudo pensamos que para conseguir algo tenemos que hacer cambios grandes de primeras. Empecemos por aquello más fácil y más asequible. Vamos a darle un espacio en el día a día a ese cambio. Vamos a planificar cómo y cuándo lo voy a hacer y qué necesito para hacerlo, qué recursos, recordatorios o herramientas necesito tener a mi alcance.

¿Por qué este libro?

En el primer libro hablé largo y tendido de una forma más teórica de por qué es importante comer de forma saludable, qué beneficios aporta y en qué consiste. Pero en este me he centrado más en la parte práctica, en la planificación, además de dar más ideas de recetas. Pasar consulta y conocer el día a día de muchas personas, conocer sus dudas, dificultades e imprevistos, así como recibir muchas preguntas en redes sociales, me hizo ver que este segundo libro tiene su sentido. Sigue habiendo un gran tema que genera mucho interés, dudas y dificultades en el día a día: la planificación. He querido dar a conocer que la planificación y organización es la clave para cualquier cambio que te propongas en la vida, no solo en cuanto a la alimentación.

¿Cómo explica que la alimentación sea la base del cambio?

Me centro en la alimentación como base del cambio porque es la parte que me corresponde como dietista-nutricionista a la hora de enseñar a comer y llevar un estilo de vida saludable. Mejorar la planificación de tu alimentación y ser más eficiente con la gestión de la misma te podrá ayudar a dar espacio en tu día a día a otros hábitos o aspectos que también son importantes para tu bienestar; actividad física, descanso, tiempo libre, ocio, familia o amigos.

¿Qué opina de la pirámide alimentaria?

No existe un solo modelo de pirámide, hay muchas. Una de las más conocidas en España es la de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). No es una pirámide oficial de un organismo público ni está consensuada con otras entidades de referencia en nutrición como los Colegios Oficiales de Dietistas Nutricionistas. Es una adaptación de la pirámide americana del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. La pirámide sitúa en su base a los cereales, cuando lo ideal sería dar más protagonismo al consumo de alimentos vegetales frescos (frutas, verduras y hortalizas). No quiere decir que los cereales no sean importantes, pero no tienen que ser el alimento básico de nuestra dieta. Los lácteos no son malos para la salud y pueden aportar cierto valor nutricional. Pero, ¿es este grupo de alimentos tan importante como para tratar de potenciar su consumo en un tercer peldaño? Puede generar malinterpretación y hacer creer que esos dos o tres lácteos al día (al nivel de frutas y hortalizas) son imprescindibles, cuando realmente no lo son. Y si no consumes, no pasa nada. Dulces, bollería y snacks, por ejemplo, aunque esté en el último eslabón, ¿tienen que estar dentro de unas recomendaciones nutricionales?

Habla mucho de la nevera y de su distribución, además de la conservación de alimentos, ¿ahí nace una buena alimentación?

La nevera es un espejo de nuestra alimentación. ¿Quién no ha abierto la nevera antes de comer o cenar muchas veces en busca de inspiración para ver qué puede cocinar? Así como lo que compres e incluyas en tu cesta de la compra será lo que acabes consumiendo, pasa lo mismo con lo que tengas en tu nevera y congelador.

¿Por qué evitar la madera cuando cocinamos?

Por seguridad alimentaria se recomienda evitarla. Hay otros materiales que ofrecen más garantías higiénicas; por ejemplo, las tablas de polietileno 500 de alta densidad. En el caso de usar madera, recomiendo escoger aquellas de madera dura no porosa (arce, roble, haya o bambú) para evitar crecimiento microbiano. Eso sí, sea cual sea la tabla de cocina, hay que limpiarla bien después de cada uso.

¿Con qué receta se quedaría?

Endibias al horno con salsa de pimiento y nueces o macarrones con berenjena, tomate cherry y mozzarella. También me encanta la combinación garbanzos con repollo, champiñones y zanahoria.