Lo pasó horroroso
Ana Obregón confiesa cómo cazó a Lequio siendo infiel con otra: la pillada del siglo
Es un tema que nunca había tratado en público y que, por respeto a su ex, prefirió callar. La deslealtad le marcó muchísimo y sufrió como muchas otras
El concierto de Coldplay está dando mucho que hablar y no tanto por su rendimiento sobre el escenario o sus canciones. Lo que está en boca de todos es la “cámara del beso”, esa que enfocó a una pareja de tortolitos que, como enamorados, disfrutaban del espectáculo abrazados. La polémica llegó cuando ambos se quitaron rápidamente, salieron del plano y se convirtieron en noticia. Él, era el CEO de Astronomer y ella su jefa de recursos humanos. Mantienen una relación extramatrimonial. Él ya ha sido despedido y su mujer le ha plantado los papeles del divorcio sobre la mesa. El escándalo es mayúsculo.
No será el primer infiel que es pillado y tampoco el últimos. Son muchos los que han caído en la tentación y creían que saldrían indemnes de sus fechorías amorosas. También Alessandro Lequioha jugado mucho con fuego y también se ha quemado. Algo que ha desvelado este lunes Ana Obregón que, como colaboradora de ‘Y ahora Sonsoles’ ha dado mucho juego. No solo al comentar la gran pillada de Silicon Valley, sino también la que protagonizó con el conde italiano, a quien sorprendió con otra mujer cuando su hijo era aún pequeño. Le perdonó.
Ana Obregón pilló a Lequio en brazos de otra mujer
“A todas las mujeres nos han puesto los cuernos”. Así de claro sentenciaba Ana Obregón. A ella también. Mientras comentaba lo sucedido en el concierto de Coldplay, se ha puesto a ella misma como protagonista y ha narrado cómo pilló a Alessandro Lequio con las manos en la masa. Él y su amante trataron de negarlo y dejarla por loca, pero las evidencias eran demasiado fuertes como para mirar a otro lado. Más cuando fue una íntima amiga suya quien le alertó de las andaduras de su marido, con el que estuvo casada durante tres años.
“Éramos como del FBI. Me cojo el coche a toda leche y con los nervios me dejé las gafas”. Este despiste le impidió apreciar mucho detalle, pero aun así sabía que estaba presenciando una infidelidad y que ella era la víctima: “Solo vi un bulto, porque no veía, pero le vi en la ventana. Era él al lado de la carita de la otra”. No lo dudó un segundo y tocó el timbre para enfrentarse a la verdad: “Llegué al piso y me abre ella. Le die que saliera el padre de mi hijo y me lo negó”. Supo que estaba mintiendo y también Lequio le negó la mayor. Al final terminaron discutiendo, aunque optó por perdonar al padre de su niño: “Por mi hijo tengo una relación maravillosa, sé que duele chicas”, anima al resto de los afectadas por las tentaciones no esquivadas.