
Preocupación
Curro Romero, el eterno faraón de Camas, hospitalizado a los 91 años por una neumonía post-COVID
El torero más legendario de Sevilla vuelve a lidiar, esta vez desde la cama del hospital Virgen Macarena, con la serenidad que siempre le ha acompañado. A su lado, inseparable, Carmen Tello, su compañera de vida.

El nombre de Curro Romero está escrito con letras de oro en la historia del toreo y en la memoria sentimental de España. A los 91 años, el maestro sevillano ha vuelto a ser noticia, no por su inconfundible arte en los ruedos, sino por un nuevo problema de salud que le mantiene ingresado en el hospital Virgen Macarena de Sevilla. El motivo: una neumonía derivada de la COVID que había pasado en los últimos días en su domicilio.
La evolución inicial parecía positiva, hasta que en la madrugada del lunes una complicación encendió las alarmas de su entorno. El traslado al centro hospitalario fue inmediato y, desde entonces, el diestro permanece en observación mientras recibe el tratamiento necesario para contener la infección.
Su entorno, preocupado
No es la primera vez que Romero se enfrenta a una neumonía en los últimos meses. En mayo ya tuvo que ser ingresado, en aquella ocasión por una aspiración accidental. Ahora, con el añadido de la fragilidad propia de la edad y los estragos del virus, su entorno permanece expectante, aunque confiado en la fortaleza del veterano torero.

Junto a él, como en cada instante de su vida desde hace décadas, está Carmen Tello. Su mujer, su compañera de viaje y, según él mismo ha confesado en numerosas ocasiones, el gran amor de su vida. La sevillana, conocida también por su cercanía a la vida cultural y social de la ciudad, se ha convertido en el mejor sostén del maestro en estos días inciertos.
El "faraón de Camas", apodo con el que la afición lo bautizó, se ganó el respeto y la admiración por un estilo único: pausado, imprevisible, cargado de arte y de silencios que electrizaban las plazas. De ese mismo temple parece echar mano ahora que el destino le plantea otra faena, alejada de los alberos pero igualmente exigente.
En el hospital, médicos y familiares se coordinan para mantener la calma y dar a Romero la mejor atención posible. Todo indica que permanecerá ingresado varios días, hasta que los especialistas confirmen que la infección está bajo control y pueda regresar a su domicilio sevillano.
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