
Opinión
El diario de Amilibia: El Apolo y los torreznos
Extraña que los cerebritos monclovitas no le hayan aconsejado que abandone el chuletón al punto por el torrezno churruscadito para acercarse al pueblo

Hace muchos años, comíamos el tradicional cocido madrileño en Torres Bermejas para celebrar la entrega del Garbanzo de Plata a la entonces princesa Letizia. A los postres, hizo un recorrido por las mesas para saludar a los periodistas. Llegó a la mía y tras el amable saludo, me comentó: «He observado que te hacías un montadito con el tocino del cocido; yo también lo hago, me encanta». Así que la historia que ahora se cuenta sobre el gusto de la Reina por los torreznos no me ha sorprendido. En la cena de los Premios Planeta, se sentó un momento en la mesa de la nutricionista Paula Monreal y le preguntó: «¿Es más saludable un torrezno o una croqueta?», a lo que Paula respondió: «A ver, doña Letizia, evidentemente el torrezno». Y la Reina: «¿Ves?, yo también pienso que es más saludable el torrezno».
La Reina no ha perdido su esencia periodística: preguntar. Para dejar bien sentado su gusto por los torreznos, se cuenta que en 2020, en Soria, visitando Casa Augusto Arranz, le brillaron los ojos ante una hermosa bandeja del susodicho manjar porcino. El dueño, atento, le ofreció varios para llevar. La Reina agradeció el detalle: «A mis hijas también les gustan mucho». No es tan solo el placer «secreto» de doña Letizia: parece que los torreznos también gustan en la Familia Real, imagino que incluyendo al Rey y excluyendo a doña Sofía. No hay nada que acerque más al pueblo que un buen torrezno y beber en porrón, modo que la Reina ensaya. ¿El placer secreto del Apolo de la Moncloa? Ahora que España es una sartén y después de tantos años friéndonos, extraña que los cerebritos monclovitas no le hayan aconsejado que abandone el chuletón al punto por el torrezno churruscadito para acercarse al pueblo. Se hace a fuego fuerte. Es el momento apropiado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar