Perfil

Gustavo, el guardián de los secretos de María Teresa Campos

Él fue su hombre de confianza, su chófer y su fiel compañero toda su vida. También la persona que la acompañó tras su retiro televisivo

Gustavo, el guardián de los secretos de María Teresa Campos
Gustavo, el guardián de los secretos de María Teresa CamposGtres

Gustavo Guillermo era un total desconocido para el gran público que seguía a María Teresa Campos allá donde iba. Nada se sabía de él, ni quién era, ni a qué se dedicaba... salvo ejercer de chófer de la comunicadora. Para los fotógrafos y la prensa que desconocían la relación que había era la persona que llevaba y traía a las fiestas, los eventos y presentaciones varias a las Campos. Esa era la imagen de Gus. Así se le llamaba en las redacciones que la periodista fue formando a lo largo de los años en las diversas cadenas en las que trabajó. Cuando cambió TVE por Telecinco se llevó a toda su gente, incluido Gustavo. Ese ha sido uno de los grandes logros de Campos y a él se le vio en el tanatorio el pasado martes. Los profesionales que habían estado con ella en las diferentes secciones de sus sucesivos programas, incluida su época en la COPE, quisieron darle ese último homenaje. Los personajes conocidos daban color, pero lo más emocionante y emotivo fueron esas visitas de gente que había comenzado con ella. Algunos a los 18 años. Unos reencuentros donde las anécdotas y las sonrisas se mezclaban con más de una lagrima.

Gustavo, mano derecha de María Teresa Campos
Gustavo, mano derecha de María Teresa CamposGtres

Gustavo entró a trabajar en la Televisión Pública con su mayoría de edad como mozo de plató. Según contaban, sus padres tenían alguna relación con ella o con alguien de TVE. El caso es que comenzó a ser una cara habitual para el resto de los compañeros de «Pasa la Vida». Un programa que duro desde 1991 a 1996. Seis años en los que «el chico» aparecía tímido, trabajador y muy educado.

Esta última cualidad se ha podido observar al largo de estos últimos años donde recibió ataques injustificados en el programa «Sálvame». Unas críticas muy duras que nada tenían que ver con su historia real marcada por el cariño que sentía hacía la que consideraban mucho más que su jefa.

Hay que destacar que en este último año cuando ya Campos no acudía a ningún lado, Gustavo la subía en el coche y le daba una vuelta por Madrid para que se entretuviera. En estas escapadas nunca hubo una imagen pública de la comunicadora porque Gustavo se cuidaba mucho de que no hubiera ningún fotógrafo o ninguna cámara que dejara constancia de la enfermedad. Antes de su deterioro, era la propia María Teresa la que si había algún reportero en la calle mandaba parar. Bajaba el cristal y contestaba a lo que la preguntasen. Una vez concluida la charla a pie de coche retomaban el viaje. Unas veces el itinerario era a casa de su hija Terelu o a la de Carmen, y otras a los programas en los que la entrevistaban cuando ya dejó su vida laboral cotidiana.

María Teresa Campos y Gustavo
María Teresa Campos y GustavoGtres

«Chico para todo»

Cuando Campos cambió de cadena una de las exigencias por contrato a la productora Europroducciones era realizar el cambio a la nueva sede con la mayoría de su gente. Solo se quedaron los que eran fijos en TVE. Gustavo, como el resto de los compañeros, se acoplaron a Telecinco para dar el apoyo profesional a «Día a Día». Este nuevo reto en la vida profesional de la periodista en Telecinco la encumbró hasta convertirse en líder en su franja horaria.

Gustavo era una especie de «chico para todo» tanto en el plató como en la redacción. En aquellos primeros años no ejercía de chófer. La razón era que a la Campos le gustaba conducir y además con coches de alta gama. La periodista vivía en la urbanización Molino de la Hoz a treinta kilómetros de Madrid a los que había que añadir otros veinte hasta llegar a la cadena. Gustavo se dedicaba fuera de horario a las hermanas Campos que nunca tuvieron carné de conducir. Llego un día en que no tenía mucho sentido que la jefa estuviera de acá para allá con su coche. Fue entonces cuando pasó a ser el conductor, pero sobre todo la persona de confianza y leal junto con Sonsoles, la secretaria fiel. Gustavo Guillermo ha demostrado todos estos años su cariño y dedicación a la que consideraba como su segunda madre, y Campos el hijo que no tuvo.