Verano

Isabel Preysler se da un baño de masas en Marbella

La socialité acudió a la chocolatería de su amigo Pedro Trapote en la localidad y allí posó con el personal

Isabel Preysler posa a su llegada al Teatro Rea
Isabel Preysler posa a su llegada al Teatro ReaEuropa Press

Isabel Preysler ya ha cumplido con la tradición de cada verano de arribar en Marbella. Llegó esta semana y estrenó sus salidas dando un paseo por el Casco Antiguo de la ciudad y visitando el local de uno de sus mejores amigos, Pedro Trapote. Así lo ha sabido LA RAZÓN que comprobó cómo a la socialité le gustan las chocolaterías y apareció allí, junto a sus amigos, con un «look» muy deportivo. La madre de Tamara Falco estuvo muy cercana con todos los turistas que se le acercaron y no tuvo reparo en posar con el personal de la chocolatería. Aunque muchos medios anunciaron que Preysler había estado hace dos semanas en «la ciudad del canto sin dueño», ella no lo habría hecho hasta ahora para cerrar sus vacaciones de verano.

Isabel Preysler
Isabel PreyslerGtres

Se da la coincidencia de que estos días su hija, la marquesa de Griñón, y su yerno Iñigo Onieva, también han pasado unos días por la Costa del Sol, con motivo de la boda de Luisa Bergel y Cristian Flórez, el pasado fin de semana, en Sotogrande.

Un clásico familiar

Desde su ruptura con Mario Vargas Llosa, la que durante años fuera apodada «la reina de corazones», está haciendo vacaciones muy familiares. Primero, con una de sus hijas y nietos fuera de España y ahora con sus íntimos , los Amusátegui, en Marbella, donde descansará unos días. Tanto José María como Amalia son muy amigos de Isabel. La amistad viene de tiempo atrás, desde la época en la que ella estaba casada con Miguel Boyer y los cuatro juntos acudían a La Fonda, el mítico restaurante marbellí donde entonces se congregaba la jet-set.

Las vacaciones marbellíes de Isabel son un clásico. Allí guarda muy buenos recuerdos de cuando veraneaba con sus hijos, y desde entonces conserva grandes amistades. Es una tradición que no quiere romper, pese a que le trae recuerdos de su anterior noviazgo con el literato. Quizá el retraso de su llegada este año se debe a que el escritor peruano también ha disfrutado de algunos días en la ciudad costasoleña.