Entrevista

José Mercé: "Cuando perdí a mi hijo no quería volver a cantar"

Cumple 50 años cantando con cartel en Málaga y Murcia este verano

El artista José Mercé en una imagen reciente
El artista José Mercé en una imagen recienteCortesía

Es una de las figuras del flamenco más importantes de nuestro país, y aunque arrastra más de cincuenta años de carrera, asegura que tiene "más ganas que nunca" de seguir en los escenarios. El verano de José Mercé se presenta lleno de proyectos, pero no le importa, porque sus vacaciones son la música. Una de sus paradas será en Málaga, donde actuará para Atardeceres Larios en El Balneario el 29 de junio, una propuesta que invita a disfrutar del arte y vivir la vida.

¿Qué es para usted vivir la vida?

Es acostarme todos los días con la conciencia muy tranquila, y levantarme por la mañana con muchas ganas de vivir y pasármelo bien. Según está la vida, hay que pensar de hoy para mañana nada más, porque al otro día no sabes lo que va a pasar.

Tiene un verano con muchos proyectos...

Sí, tengo el concierto de Atardeceres Larios y también estaré en San Pedro del Pinatar en un festival de flamenco. Afortunadamente, para mí mi trabajo también son vacaciones. Estar en la carretera y en los escenarios son mis vacaciones. Es lo que he hecho siempre, desde que empecé hasta ahora, y me siento un ser privilegiado por poder veranear de otra manera. También estaré en Chipiona, ahí planto con mi familia el cuartel general y de ahí parto a todos los conciertos.

Lleva desde los 13 años. ¿El cuerpo no le ha dicho basta?

Tengo la edad que tengo en el carné de identidad. Yo no me veo con esa edad (68 años). Además, me siento con más ganas que nunca, estoy muy feliz. Donde más disfruto de todo el mundo es encima de un escenario, así que, que siga así la cosa y que no pare. Hay José Mercé para rato, afortunadamente. Estamos haciendo cosas nuevas, vamos a pasear “El Oripandó” por toda España a partir de septiembre, y tengo muchas ganas de hacer el nuevo disco para 2024. En fin, con muchas ganas de hacer cosas, que es lo importante.

Después de tantos años, ¿qué le queda por hacer?

Yo espero que, antes de que mi público me diga que me quede en mi casa, pueda hacer una antología de mi obra. Llevo tiempo detrás de ella y quiero hacerla para mí. Es, más que nada, una cosa personal mía, para quedarme a gusto y dejar algo para la gente joven que venga, que pueda escuchar algo bueno e importante del mundo del flamenco.

Siempre ha defendido mucho la importancia del flamenco en España y la necesidad de defenderlo. ¿Le parece suficiente que ahora se imparta como asignatura troncal en Andalucía?

Desde siempre he dicho lo mismo: creo que se le hace muy poco caso al flamenco desde la instituciones andaluzas y españolas. No hay mejor ‘marca España’ que nuestra música, nuestro flamenco, así que todo lo que hagan es poco, porque creo que, sin lugar a dudas, es uno de los grandes patrimonios culturales que tenemos en nuestro país.

El escenario de Atardeceres Larios
El escenario de Atardeceres LariosAtardeceres Larios

¿Artistas que hacen ‘flamenco fusión’ le hacen un favor al género o más bien al contrario?

Depende de cómo sea esa fusión. Si hace una fusión como Dios manda, yo siempre digo que está maravillosamente. Lo que valga, se quedará, y lo que no, nos olvidaremos. No a todo se le puede llamar fusión, y aparte, hay unos cantes en el flamenco que son muy básicos, como la seguiriya o la soleá, que esos no admiten fusión. O se canta desde los adentros o no vale. En los demás, pues sí se puede fusionar, se pueden hacer más fresquitos, pero con un poquito de sentido y haciendo las cosas bien, con dignidad, y que sea fusión. Porque algunos hacen tanta fusión que al final se queda en una infusión de manzanilla y otras cosas que ya no tienen nada que ver con el flamenco.

¿Qué hay más allá de la música en la vida de José Mercé?

Me gusta estar con mi familia, con mis amigos, ir a comer por ahí, echar mi partidita de mus… Bueno, tengo una vida muy normal, de cualquier ciudadano de a pie, yo no soy nada extravagante ni nada exigente. Pero lo que más me gusta es la música, no he hecho otra cosa en mi vida, y el flamenco es una forma de vivir incluso más allá del escenario. Yo salí del colegio con 13 años y me puse en un tablao, a partir de ahí, no he parado, afortunadamente, entonces, no sabría vivir de otra manera.

Son pocos los que pueden vivir de su arte. ¿Ha sido difícil?

Hombre, hay que trabajar mucho y poner mucha atención, tener mucha afición. Hay que pasar por momentos malos, por momentos buenos, recorrer mucho mundo, trabajar mucho para poder bailar, después comenzar tu carrera en solitario... Esto es como una carrera, no se puede empezar por el bachillerato, primero hay que empezar por la primaria. Esto se va forjando poco a poco, con perseverancia. Cuando lo único que quieres hacer es esto y es lo único que sabes, luchas para conseguirlo. Cuando las cosas se hacen con dignidad y con corazón… Es verdad que a veces influye la suerte, pero no hay suerte si no hay trabajo.

¿Cuál es el secreto para estar tanto tiempo con su mujer, Mercedes?

Querernos mucho, aguantarnos mutuamente y saber retroceder y pedir perdón, aunque la mayoría de las veces soy yo quien lo pide (risas). Eso sí que es suerte, que te toque una buena compañera, una buena mujer a tu lado que siga tu vida. Eso sí que es una lotería y yo la he ganado, afortunadamente.

¿Cree en el amor a primera vista?

Yo tenía 13 años cuando conocí a mi mujer y eso sí que fue un flechazo. Me quedé alucinado. En 2024 haremos 50 años de casados, y otros 5 de novios. Como yo digo, yo nací casado. Me van a hacer un monumento.

Todos tenemos un día que nos cambió la vida. ¿Cuál fue el suyo?

Después de la desgracia de perder a un hijo, ahí hay un antes y un después. En aquel momento grabé “Del amanecer” con Vicente Amigo, que me dijo que tenía un disco para mí que no le quería dar a nadie más. Yo no quería volver a cantar nunca, y eso fue un antes y un después en mi carrera. Siempre agradeceré a Vicente Amigo que insistiera y me persiguiera, y bendita sea la hora en que lo hizo… Si pudiera compraría el mundo para que mi hijo volviera. Lo demás, no me interesa.